Aitor Esteban recoge el testigo de Ortuzar en el PNV en medio de un choque «a alta velocidad»
El crecimiento de EH Bildu en el País Vasco aviva la sensación de retroceso de los nacionalistas
Tensión en el PNV: el alcalde de San Sebastián tacha de «egoísta» al 'jefe' de los nacionalistas en Álava a cuenta del TAV

El PNV ultima el relevo al frente de su dirigencia en medio de un choque a «alta velocidad». El próximo 30 de marzo, Aitor Esteban asumirá la presidencia del Euzkadi Buru Batzar (EBB) días después de que la división territorial en el partido a ... cuenta del futuro trazado del Tren de Alta Velocidad (TAV) haya dado paso a descalificaciones públicas entre representantes nacionalistas.
Algo que contradice el mensaje de unidad que están tratando de imponer antes de que se haga oficial la salida de Andoni Ortuzar del órgano ejecutivo del partido tras doce años en el cargo. Esta misma semana Eneko Goia, alcalde de San Sebastián, tachó de «egoísta» a su compañero de formación Ramiro González, diputado general de Álava. Ambas partes empujan para que el megaproyecto pase por sus 'dominios' (Ezkio o Vitoria), en una decisión donde el Gobierno de España tiene la última palabra.
Una confrontación, acelerada en los últimos meses, que llega a pocos días de completar un proceso de renovación, que se saldó con la retirada abrupta por parte de Ortuzar de la carrera por dirigir el EBB. Periodista de formación, tal y como suele recordar, el todavía presidente del PNV afirmaba el agosto pasado, durante la apertura del curso político en Zarauz (Guipúzcoa), que había sido un «orgullo» haber conducido al partido hasta el presente (accedió al cargo en 2013) y «una gran responsabilidad llevarlo hacia el futuro».
No parecía entonces posible que el proceso interno que se abría fuese a generar ruido. Sin embargo, en febrero, ya inmerso en él, Ortuzar hizo pública una carta en la que anunciaba su renuncia a la reelección y donde mencionaba su percepción de «dos pulsiones diferentes» respecto de cuál debía ser el alcance de la renovación interna. Una que apostaba por una total (que ha acabado por producirse), incluida la figura del presidente del EBB, y quienes optaban por mantenerla para «dar tiempo a que los cambios se consolidaran».
Lanzaba entonces un dardo: «Tengo que agradecer a la afiliación que me haya respaldado mayoritariamente como su candidato preferido, obteniendo tantos apoyos como la suma del resto de propuestas juntas». Apuntaba, antes de dar comienzo a la segunda vuelta de las votaciones en los 'batzokis (sedes del PNV) a «una parte menor pero significativa» de la militancia que estaría dispuesta al cambio. Pista libre para Aitor Esteban, que no se había pronunciado abiertamente hasta entonces sobre su candidatura, produciéndose un relevo que genera incógnitas sobre su relación.
«Agua nueva de fuente vieja»
Y son estas incógnitas las que el partido tratará de aplacar el próximo fin de semana en su IX Asamblea General, que se celebra en San Sebastián y entronizará al ya ex parlamentario como máximo dirigente del PNV (no puede compaginar ambas funciones). «Agua nueva de la fuente vieja», como comentaba en redes sociales el diputado autonómico nacionalista Xabier Barandiaran, en referencia al tradicionalismo que caracteriza al PNV. Se trata del segundo partido más longevo de España -por detrás del PSOE-: este mes de julio cumplirá 130 años.
Esteban, doctor en Derecho y bien valorado por su labor en el Congreso de los Diputados, tendrá que hacer frente a la reconversión que experimenta la política y la sociedad vasca. Su único granero de votos. Cuestión que ha permitido al partido (junto al sistema electoral español) ser determinante en múltiples ocasiones para la gobernabilidad en Madrid, pese a su nula representación a nivel nacional.
El ejemplo más cercano y representativo de esto es la moción de censura de 2018, que llevó a Pedro Sánchez por primera vez a Moncloa y que pasó, precisamente, por las manos de Ortuzar. Ahora, esa visión pragmática y de 'conseguidor' para los intereses de los vascos está en disputa con EH Bildu, tras la alianza que mantiene el partido de Arnaldo Otegi con Sánchez y que les ha llevado por primer vez a pisar la moqueta del Palacio de la Moncloa. La coalición heredera de Batasuna también ha finiquitado este mismo año un proceso de renovación, mucho más discreto, que ha terminado por colocar de nuevo al antiguo miembro de ETA al frente de la izquierda independentista vasca como su secretario general.
Primera fuerza municipalista en el País Vasco y con representación en la Asamblea Nacional francesa, Bildu consiguió el 'sorpasso' en votos al PNV en las elecciones europeas de junio de 2024 y empató a escaños con su 'hermano mayor' en las últimas autonómicas. Así, explota la labor de oposición en Vitoria con el ofrecimiento de pactos constantes al lendakari Imanol Pradales, en una estrategia de abrazo del oso con la mirada puesta en los comicios municipales de 2027. Esta compleja dinámica, con una reforma estatutaria por delante incluida y que parece no arrancar, espera a Esteban, quien avanza hacia el futuro ligado al de Pedro Sánchez, en una dependencia mutua que permitió revalidar gobierno a los nacionalistas en el País Vasco gracias a los votos del Partido Socialista de Euskadi (PSE), su socio de coalición.
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