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EMPRESAS

Renovables: nueva energía para mover el mercado laboral

Captación de talento

El sector, que aglutina a cerca de 780 empresas en Castilla y León -«el 90 por ciento, pymes»-, cifra en unas 5.000 personas el «déficit» de trabajadores en un campo en el que Castilla y León ya es líder, pero con posibilidades de crecer: «Está en pleno desarrollo»

Las renovables iluminan un nuevo futuro para la España vaciada

Instalación de placas solares en un tejado ABC
Isabel Jimeno

Isabel Jimeno

VALLADOLID

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Sol, agua, viento... Las fuerzas de la naturaleza que siempre han estado ahí y de las que el hombre se ha servido a lo largo de la historia. Un tiempo en el que ha ido sacando cada vez más partido y que hoy constituyen la base de las cada vez más presentes y potentes energías renovables. Fotovoltaica, hidráulica, eólica. Tres de los campos en los que, con sus más de 94.000 kilómetros cuadrados, Castilla y León es toda una potencia a la que todavía queda mucho margen para seguir creciendo. Eso sí, como en otros sectores, la necesidad de mano de obra «cualificada» es uno de los frenos a los que se enfrenta. Y las posibilidades en este sector son muchas, asegura Carlos Izquierdo, presidente de Cylsolar, el cluster de energías renovables y soluciones energéticas en la Comunidad nacido en 2010 como entidad sin ánimo de lucro.

«Hay un déficit importante» de trabajadores, que cifra «en el entorno de los 5.000» sólo en Castilla y León para el sector de las renovables. «Son números muy importantes», recalca la cabeza visible de esa agrupación que aglutina a agentes de toda la cadena de valor del sector energético, desde fabricantes a distribuidores, ingenierías, instaladores, mantenedores, productores de energía, agencias de la energía, centros tecnológicos y universidades.

Un potencial laboral al que ven perspectivas de futuro Hugo y Guillermo, dos estudiantes de 18 y 19 años del IES Alonso Berruguete de Palencia que cursan primero en un grado superior en Energías Renovables. «Tiene muchas salidas y hay muchas empresas que necesitan personal», aseguran, confiados en poder encontrar un trabajo cuando acabe su formación -son dos cursos-. «Motivados» para adentrarse en el mercado laboral también por el aliento de unos profesores que les apuntan que «se necesita» personal, incluso tienen intención de trasladar a algún amigo que no sabe hacia dónde dirigir su futuro, que en las renovables pueden tener una ocasión.

Precisamente las «ganas» es uno de los factores que las empresas reclaman para llenar sus plantillas. Y la «fidelidad» para que esa «inversión» en formar a nuevos trabajadores más allá de lo aprendido en los centros educativos tenga una reciprocidad, señala Izquierdo. Y en el sector se requiere de multitud de perfiles. Otro 'debe', puntualiza, está en lograr atraer a más mujeres, que siguen sin explicarse por qué no encuentran atractivo el mundo laboral de las renovables. No para Cristina. Todavía está estudiando -en el IES La Merced, de Valladolid-, pero ya está realizando las prácticas en una empresa de un sector que le tiene enganchada. «Quiero seguir aquí, en mi Castilla y León, en mi Valladolid», asegura esta estudiante, aunque reconoce que es «difícil» encontrar ofertas. No porque no las haya, sino porque el tipo de tejido empresarial que domina este sector en Castilla y León lo integran nombres menos conocidos. «Hace falta acercar las empresas, porque preguntas a los alumnos 'dime dos empresas que no sean las multinacionales' y no saben», reconoce con pesar Izquierdo.

Falta de 'conexión'

Y es que, además de grandes compañías del sector energético que también operan en la Comunidad, fundamentalmente lo que hay son pequeñas y medianas empresas. «El 90 por ciento son pymes, con diez, quince, veinte, treinta trabajadores... y no tienen esa capacidad de darse a conocer, de gastarse en marketing», apuna el presidente de Cylsolar, que precisamente también lleva a cabo acciones con jornadas que acerquen a los jóvenes «la necesidad de un sector que está en pleno desarrollo, de que los necesitamos, que necesitamos esa gente, gente formada».

En esa dirección precisamente se mueven acciones como la celebrada recientemente en Valladolid para «conectar» a esos alumnos que forman la futura masa laboral con las empresas, de la mano de la Administración, recalca Izquierdo. 'Renova-T' el sugerente título con el que a la vez se insta a conocer el sector y apela a los estudiantes de cambiar el chip y conocer las posibilidades de las renovables. «Se trata de que todas esas empresas que están buscando a gente, las conozcan, también los propios centros de formación», recalca el responsable del cluster.

Entrar en contacto con un tejido empresarial que en Castilla y León lo forman unas 780 vinculadas a las renovables, detalla Izquierdo, de las que un centenar forman parte del Cluster Cylsolar. Un número importante que, además de caracterizarse por ser en un gran mayoría pequeñas y medianas firmas, «está súper diseminado». Una característica, reconoce, que dificulta ese conocimiento de su existencia, lo que repercute en las dificultades de encontrar mano de obra y de que quienes buscan un empleo sepan que existe esa oferta.

También para multinacionales no resulta fácil encontrar trabajadores. Presente en España desde hace medio siglo, incluidas la mayor parte de las provincias de Castilla y León, desde Veolia -que abarca diversos sectores, además de las renovables- resumen la situación en pocas palabras: «Ofrecemos trabajo y demandamos técnicos». Pero, advierten, existe un «problema gordísimo de falta de técnicos cualificados», algo que arrastran «todas las empresas». Y eso, advierten, «frena totalmente las expectativas de crecimiento». Que las hay. Más en una comunidad como Castilla y León que «desde hace bastantes años» -al igual que Aragón- «es de las que más está apostando por las renovables», tanto eólica, como solar o hidráulica, destacan desde esta firma que aprovechó la jornada Renova-T para darse a conocer. «Tenemos sol suficiente para generar energía suficiente», defienden de las potencialidades de este territorio, con el convencimiento de que aún se puede sacar más partido a los elementos de la naturaleza como fuente de energía.

A esos rayos de sol saca partido desde hace diez años Energética Sociedad Cooperativa, una organización sin ánimo de lucro que de «pasar la factura» ha evolucionado a otras labores como instalaciones, comunidades energéticas... con sede y base y operaciones en Castilla y León. Con una docena de personas también en plantilla, ya tienen cerca de 2.200 socios cooperativistas y gestionan 3.100 contratos en los que buscan ofrecer la energía al «precio más justo», siempre por los «tejados» como lugar para instalar esas placas.Un mercado de las renovables que también se mueve sobre ruedas. Ahí ha visto la oportunidad otra cooperativa, eKiwi, que gira sobre el eje de una movilidad sostenible a través del alquiler de vehículos «cien por ciento eléctricos», tanto coches como motos. Por ahora, son los socios cooperativistas los que se encargan del funcionamiento, pero buscan personas, sobre todo técnicos informáticos, para cambio de baterías, carga de vehículos...

El freno de la burocracia

Un mercado, el de las renovables, en el que si Castilla y León ya es líder en producción, y sobre el desde el cluster Cylsolar se muestran convencidos de que todavía hay mucho margen de crecimiento. Y eso, subraya su presidente, lleva aparejada una demanda de mano de obra que buscan. «Se necesitan un montón de puestos de trabajo». Y, apunta Izquierdo, la demanda va a más. «Están llegando todos los grandes centros de datos que van a necesitar mucha más energía renovable para poderlos alimentar. Y todo eso hay que hacerlo», advierte. «El sector sigue creciendo», recalca. Eso sí, pone otro 'pero' al desarrollo: «La cantidad de trabajas administrativas». «No creo que exista en otro país del mundo», lamenta sobre el «tedioso» proceso para «legalizar» una instalación Si bien en un hogar, puntualiza, inyectar la energía renovable se puede solucionar en dos meses, en el de una gran instalaciones «normalmente tardamos cuatro años» desde que comienza a tramitarse un proyecto hasta que puede empezar a funcionar.

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