Los carmelitas descalzos de Toledo restauran la urna de plata de Santa Teresa de Jesús
Será expuesta al público este fin de semana antes de volver a Alba de Tormes, donde reposa el cuerpo incorrupto de la santa
Alba de Tormes anuncia un hito «histórico»: la exposición del cuerpo de Santa Teresa del 11 al 25 de mayo
El padre Ricardo Plaza trabaja con gran minuciosidad sobre la urna de plata
«Venga ya la dulce muerte, el morir venga ligero, que muero porque no muero». Estos versos del famoso poema 'Vivo sin morir en mí' de Santa Teresa de Jesúsvuelven ahora al recuerdo ante los actos que se celebrarán en Toledo este fin de semana y que ponen de manifiesto que, si bien muerto el cuerpo de la santa -doctora de la Iglesia- su espíritu trasciende los siglos.
Este sábado, 22 de marzo, de 19 a 20 horas, tendrá lugar la presentación de la urna-relicario de Santa Teresa de Jesús para su veneración y oración en el convento de los Carmelitas Descalzos de Toledo. Al día siguiente, domingo 23, la exposición al público será de 9.30 a 13.30 horas, a lo que seguirá una eucaristía solemne a las 12.30 horas que presidirá el provicario general de Toledo, Raul Muelas Jiménez.
Para el padre Ricardo Plaza, carmelita descalzo, restaurador y conservador artístico, estos actos constituyen «históricamente un momento único porque el que la urna esté en Toledo es algo totalmente inusual; nunca se pensó que pudiera ser restaurada en otro sitio que no fuera Alba de Tormes», localidad salmantina donde reposa Teresa de Jesús desde hace siglos.
Ricardo Plaza lleva días trabajando en la «puesta a punto» tanto de la urna que desde hace siglos cobija el cuerpo incorrupto la santa como del relicario de su brazo, que también se encuentra en Toledo desde que ambos llegaran el 2 de marzo a Toledo desde Alba de Tormes, donde murió la santa en 1582.
Se ha restaurado centímetro a centímetro esta obra de orfebrería de 1760
Cuenta el carmelita que Toledo es una ciudad muy teresiana, «con una huella de Teresa que sin conocerla no se puede entender a la misma Teresa y tiene mucho significado para esta ciudad». Plaza destaca que la santa «hunde sus raíces en Toledo», ya que su abuelo vivió en la ciudad y en ella nació su padre. «Sin entender esas raíces y esos episodios que pasaron aquí en Toledo con sus familiares es muy difícil de enterder a Teresa y sus escritos», añade.
Asismo, subraya que Santa Teresa vino a Toledo en 1569 a fundar el convento de San José, situado muy cerca de la Puerta del Cambrón, aunque ya estuvo en la ciudad con anterioridad, en 1562, para visitar a doña Luisa de la Cerda, su madre, con quien su padre, Alonso Sánchez de Cepeda, contrajo matrimonio en segundas nupcias en 1509 tras quedar viudo de su primera esposa, Catalina del Peso y Henao, que murió de peste bubónica.
Estudio del sepulcro
Este lunes, el superior de la Provincia Ibérica de los Carmelitas Descalzos, Francisco Sánchez Oreja, anunció la exposición pública de Santa Teresa de Jesús del 11 al 25 de mayo para su veneración en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen en Alba de Tormes. Se trata de «un hecho histórico» -dijo-que tan solo ha ocurrido en 1582, tras la muerte de Santa Teresa, y en los años 1760 y 1914.
Desde agosto de 2024 se está realizando un estudio del sepulcro de la santa. «Desde la Orden, deseamos que la veneración sea motivo de acercamiento a Jesucristo y a la Iglesia por parte de los peregrinos, de evangelización para todos los visitantes y de un mayor conocimiento de Santa Teresa de Jesús para enriquecernos todos con el ejemplo de su vida a la vez de invocar su intercesión».
Para su veneración en Alba de Tormes, la urna de plata donde reposa Santa Teresa estará abierta, protegida por un cristal adecuado, y situada en el crucero de la Iglesia justo debajo de la cúpula. El sepulcro de mármol permanecerá abierto y protegido con una vitrina de cristal para que se pueda ver la urna cerrada.
Esta urna, fabricada en plata, es la que el padre carmelita Ricardo Plaza se encuentra restaurando en Toledo desde el 2 de marzo, trabajo que está a punto de concluir y que le fue encargado para los actos que tendrán lugar en Alba de Tormes. «Pensaron que yo tenía capacidad para restaurarla y por eso se trasladó aquí», cuenta. Aprovechando la presencia de ambos relicarios en Toledo -la urna y el brazo de la santa- «pedimos permiso para que cuando se acabaran los trabajos de restauración y de limpieza pudiera ser expuesta aquí en Toledo», explica.
«Extrañamente limpia»
El trabajo del experto restaurador ha consistido básicamente en la limpieza de la urna, toda de plata. «Cuando sacamos la urna nos asombró lo limpia que estaba, porque la última apertura del sepulcro fue en 1914 y no sabemos si desde la creación de la urna, que fue en 1760, se había hecho algún trabajo de mantenimiento en ella».
«Extrañamente limpia» estaba cuando llegó a Toledo esta obra maestra del siglo XVIII, un trabajo de la orfebrería religiosa datada en 1760 realizada por Jerome Loir y Jacques Marquet, como atestiguan sus nombres labrados en el interior.
«Desde que se abrió en 1914 hasta ahora, aparentemente estaba muy limpia, extrañamente limpia, y eso que es plata, que podía estar ennegrecida. Aunque cuando te acercas y vas mirando centímetro a centímetro te das cuenta de que necesitaba limpieza», atestigua el restaurador.
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