El plan de mociones de censura de Ciudadanos
Inés Arrimadas planteó a su partido en Madrid hace un mes romper con Isabel Díaz Ayuso
Dirigentes regionales advirtieron del riesgo y defienden que se había decidido no hacerlo
Pablo Iglesias abandona la vicepresidencia y se presenta contra Ayuso en Madrid

La necesidad de un golpe de efecto para salir de la espiral negativa en la que el partido ya sabía que iba a entrar antes de que se produjesen las elecciones catalanas llevó a Inés Arrimadas y a su círculo más ... cercano a valorar todas las opciones. Incluida una moción de censura contra la presidenta de la Comunidad de Madrid , Isabel Díaz Ayuso .
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El vicesecretario general de Ciudadanos (Cs), Carlos Cuadrado , convocó hace aproximadamente un mes y por separado a las tres figuras claves del partido en la Comunidad de Madrid: el entonces vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Aguado , el portavoz parlamentario y secretario de Organización autonómico, César Zafra , y el expresidente de la Comunidad de Madrid y exconsejero de Transportes, Ángel Garrido . Los convocó por separado, según constatan diferentes fuentes del partido. Y a los tres les planteó las mismas dos cuestiones: 1) ¿Verían factible una moción de censura? y 2) ¿Cómo valorarían proceder tras la Región de Murcia? A la primera pregunta obtuvo respuestas dispares. Diferentes matices. Diferentes planteamientos. En la segunda pregunta si obtuvo unanimidad: era una locura porque estaban seguros de que la respuesta de Díaz Ayuso sería adelantar las elecciones . Las relaciones entre los socios nunca han sido buenas. Y en la formación liberal sabían que la presidenta madrileña ya había tenido la tentación de disolver la Asamblea con anterioridad en busca de una mayoría más cómoda.
«No lo íbamos a hacer»
Desde la formación en Madrid defienden que ellos habían llegado a la conclusión de que no era el momento de presentar esa moción de censura. «No lo íbamos a hacer», garantizan, todavía incrédulos ante la decisión de la dirección nacional de actuar en la Región de Murcia . Aunque también es cierto que en algunos espacios del partido en Madrid sí se anhelaba esta posibilidad. Finalmente se aisló la cuestión, por el momento a la Región de Murcia, pese a las advertencias que llegaban desde Madrid sobre las posibles consecuencias. En el ánimo de la dirección nacional pesó más la idea de que Díaz Ayuso no se atrevería a convocar elecciones porque ponía con ellas su Gobierno en juego, pero también de que Pablo Casado no avalaría tal decisión, que podría haber desencadenado un efecto dominó en Castilla y León , Andalucía o Madrid capital.
Fuentes de la dirección del partido en Madrid, a principios de esta semana, admitían a este diario que para remontar el vuelo, tras el fracaso en Cataluña y la irrelevancia en el Congreso , la formación debía asumir riesgos y dar «un golpe de efecto». Estas fuentes no concretaban cómo o qué se debía hacer, pero sí dejaban clara una cosa: Díaz Ayuso es «imprevisible» y había de tenerse siempre en cuenta su posible reacción. Una de ellas, se dijo ya en esta conversación, era que apretase el botón del adelanto electoral ante cualquier movimiento en falso.
En el partido en Madrid se defiende que si se hubiera querido presentar la moción de censura, se habría hecho sin amagos: «No somos gilipollas». La decisión de presentar la moción de censura en la Región de Murcia, por tanto, no sorprendió del todo . Pero sí que dejó atónito al partido, que afronta el fantasma de la extinción. Una situación así solo la vivió Ciudadanos en la convulsa legislatura 2006-2010 en la que se fracturó y parecía que no iba a repetir representación en el Parlamento catalán . Las consecuencias, ahora, son evidentemente mucho mayores. Tanto en el panorama político español como desde el punto de vista emocional para toda la gente que se queda atrás con esta catarsis.
«Bochorno»
En Madrid, la federación principal del partido por número de afiliados y cargos institucionales, se viven momentos muy dramáticos. Se habla de «bochorno» y «vergüenza» por los acontecimientos. Y son conscientes de que tienen que ponerse en días a preparar una campaña que arranca, lo saben, con muchas papeletas de quedarse fuera de un Parlamento que hasta ahora presidían y controlaban.
Los recelos acumulados en los últimos meses hacia la cúpula del partido, acrecentados tras la debacle en Cataluña, cobraron una dimensión desconocida ayer, después de confirmarse el pacto entre el PP y tres 'tránsfugas' para frustrar la moción de censura en la Región de Murcia .
La dirección del partido rehúye por ahora toda autocrítica, pero convocó ayer un Comité Ejecutivo para el lunes, después de que lo solicitasen públicamente figuras como Begoña Villacís , Marta Rivera , Toni Cantó o Juan Marín . La versión oficial sigue siendo que la operación en la Región en Murcia era algo «puntual» y que no se barajó en ningún momento un movimiento similar en la Comunidad de Madrid, en Castilla y León ni en Andalucía , aunque distintas fuentes lo desmienten. Solo parece que estaba a salvo el Ejecutivo andaluz, donde Cs gobierna con el PP tras el 'imperio' del PSOE .
En el partido hay desesperación por un cúmulo de errores que creen que se repiten en el tiempo y no se corrigen. En esta semana, sostienen, se ha producido un error de cálculo «básico», de «educación primaria». Primero por no prever que Díaz Ayuso iba a convocar elecciones, algo «obvio», y segundo, por no tener controlado al partido antes de lanzarse a por una moción de censura que requería, al menos, el voto favorable de cuatro diputados de Cs en la Región de Murcia.
Desde la dirección nacional niegan la existencia de un plan más allá del caso de la Región de Murcia, pero fuentes de la máxima solvencia lo desmienten y admiten que se tanteó la opción, al menos en la Comunidad de Madrid.
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