Récord histórico de cambios de consejeros delegados en las empresas cotizadas españolas: en 2024 se nombraron 18 CEO

Fueron hasta quince compañías distintas las que nombraron nuevo CEO en 2024, año en el que otras tres -Puig, Inmocemento y Cox- empezaron a cotizar en las bolsas españolas. Además, otras dos empresas perdieron a su consejero delegado -Grupo Ezentis y Duro Felguera- y a cierre de 2024 aún no lo habían reemplazado.

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Cuatro de las compañías con nuevo consejero delegado son del Ibex 35: Bankinter, Fluidra, Grifols y Puig Brands-. El resto, que cotizan en el Mercado Continuo, son Azkoyen, Cementos Molins, Cox Group, Deoleo, Faes Farma, Grenergy Renovable, Iberpapel Gestión, Inmocemento, Nextil, OHLA, Soltec Power, Vidrala, Viscofan y Vocento.

El informe realiza un análisis de las principales tendencias detrás de los cambios corporativos en el máximo nivel de responsabilidad de las empresas cotizadas españolas. Por ejemplo, hace un retrato robot del CEO en España. Este se corresponde con un hombre de mediana edad (de entre 50 y 60 años), de nacionalidad española, pero con un gran bagaje internacional.

Según el mismo documento, la paridad sigue estando a la cola de la prioridades de las empresas en cuanto a máximos directivos se refieren. En 2024, solo Bankinter designó a una mujer como CEO (Gloria Ortiz) y, a día de hoy, solo 6 mujeres ocupan este cargo en el total de la Bolsa española.

Otro de los apuntes de Korn Ferry es que la duración de los mandatos de los consejeros delegados se ha acortado. Porque, si bien el tiempo medio en 2024 fue de nueve años, el 41,5% del total de CEO de la Bolsa llevaba menos de cinco años en el puesto a finales de 2024.

El 89% de los nuevos CEO elegidos en 2024 son españoles, en una clara apuesta por el talento nacional, aunque el 61% de los consejeros delegados que se sumaron a las cotizadas el pasado año tenían experiencia demostrada desarrollando proyectos en diversos países. En cuanto a los primeros espadas de otras nacionalidades, fueron el 11% de los designados en 2024, cifra por encima de la media del total del mercado bursátil, que es del 9%.

La tendencia que también continuó fue la de pescar a consejeros delegados en compañía ajena. El 55,5% de los CEO designados el pasado año provenían de una firma externa, consolidando la tendencia de 2023. En términos absolutos, se trata del año con mayor número de contrataciones (10 de 18 consejeros delegados) procedentes de otras compañías de los últimos seis ejercicios.

Pero también hubo quien ascendió desde dentro. Concretamente, ocho de los nuevos CEO de cotizadas en 2024 correspondieron a promociones internas, reflejando el respaldo de sus compañías al talento interno y al conocimiento profundo del negocio. De hecho, el 76% de los consejeros delegados designados por esta vía de 2019 a 2014 llevaban más de 15 años en su empresa en distintas posiciones de responsabilidad.

Pero eso también conjuga con que el porcentaje de nuevos CEO que había desarrollado su carrera profesional en diversas empresas es el más alto de los últimos seis años, un 61%. Pese a que solo el 17% de ellos habían estado antes al frente de una empresa cotizada, la mayoría sí había ocupado puestos de responsabilidad y, de media, habían ejercido tres cargos en comité ejecutivo durante un promedio de 10 años.

Con todo, el 39% de las compañías que ha reemplazado a su máximo directivo ha incorporado a su ex CEO en el Consejo de Administración -ya sea en calidad de presidente o de consejero-, en un compromiso claro por la estabilidad de su liderazgo, «ya que el CEO entrante puede apoyarse en la experiencia del saliente en pos de una transición más efectiva», se explica el informe.

Pero hay vida en la empresa más allá de los máximos mandatarios, como bien recuerda el country chair para España de Korn Ferry España, Iván Oterino, en las conclusiones del informe. «Las compañías deben prestar especial atención a los riesgos intrínsecos a sus propias organizaciones. La estrategia de cambio no puede desvincularse de las personas; ambas deben avanzar en paralelo para garantizar el compromiso y la transformación de la organización. Trabajar para construir una cultura corporativa cohesionada se ha vuelto imprescindible para capear el temporal con éxito. Esta cultura es el motor invisible que asegura que la organización prospera en tiempos inciertos como los que vivimos. Porque el CEO es el capitán, pero todos deben sentir que forman parte de un mismo barco», apunta.