Presión al Gobierno para subir el Salario Mínimo hasta los 1.100 euros y la jubilación mínima a 1.080
hacia un otoño caliente
La persistencia de la inflación por encima del 10% empuja a sindicatos y movimientos sociales a exigir más protección sobre el poder adquisitivo
Aún no ha finalizado el paréntesis estival y sindicatos y plataformas cívicas ya han empezado a meter presión al Gobierno para que eleve el suelo mínimo de salarios y pensiones para compensar al menos en parte la pérdida de poder adquisitivo desencadenada por una inflación anclada por encima del 10%.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha desafiado este lunes al Gobierno a demostrar su talante progresista y le ha pedido que eleve el Salario Mínimo Interprofesional al menos tanto como están subiendo los precios –es decir, en torno a un 10%– hasta situarlo en 1.100 euros al mes (14 pagas) frente a los 1.000 euros en que está en la actualidad.
Álvarez ha recalcado que el contexto económico actual ha convertido en obsoletas las recomendaciones del Comité de Expertos reunido por el Gobierno, que hace ahora un año planteó situarlo entre los 1.011 y los 1.049 euros al final de la legislatura para cumplir el objetivo de ubicarlo en el 60% del salario medio.
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UGT no solo apela al Gobierno, también a los empresarios. «Queremos evitar a este país una ola de huelgas. Si no hay un cambio de posición por parte de CEOE habrá movilizaciones en otoño. No vamos a permitir que los salarios pierdan poder adquisitivo», ha subrayado, en declaraciones recogidas por EP.
Mientras el secretario general de UGT hacía estas declaraciones en Madrid, miles de pensionistas vascos recorrían las calles de Bilbao para exigir al Gobierno que instaure por ley una pensión mínima de 1.080 euros al mes que garantice a los jubilados unas retribuciones acordes al coste de la vida.
La plataforma Movimiento de Pensionistas, que en los últimos años ha logrado canalizar las reivindicaciones de este colectivo e introducir con éxito en la agenda pública reivindicaciones como la compensación a pensionistas castigados por la aplicación de los coeficientes reductores a la jubilación anticipada, reclamó un cambio de la normativa estatal, pero también un guiño al Gobierno Vasco para aprovechar los ingresos fiscales extra obtenidos por la inflación para aprobar un complemento que permita llevas las pensiones de los jubilados vascos hasta los 1.080 euros en tanto esa reforma no se produce.
Pepe Álvarez ha avisado también este lunes de que UGT no aceptará ningún recorte en el sistema público de pensiones en la segunda fase de la reforma.
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