El Gobierno se entrega a los fondos soberanos para dar alas a la economía

En su discurso de bienvenida a los 45 fondos soberanos, con un potencial de inversión de 5,6 billones de dólares, que se reunieron esta semana en Madrid, la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Nadia Calviño, puso más énfasis en destacar las oportunidades de inversión que hay en España y sus empresas en el actual contexto de despliegue de los fondos europeos en ámbitos como la transición verde y la digitalización que en las condiciones regulatorias que el Gobierno se ha encargado de legislar de la pandemia hacia acá para garantizarse un control sobre las inversiones en empresas estratégicas, según relatan a ABC fuentes presentes en el encuentro.

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Y no son pocas ni menores. Los grandes despachos que asesoran a STC en su desembarco en Telefónica, Allan & Overy y Linklaters, llevan semanas examinando el entramado regulatorio dispuesto por el Gobierno antes de dar el paso de solicitar formalmente su autorización para tomar el 9,9% del capital de la teleco y asumir los derechos políticos, en forma de presencia en el consejo de administración, que le corresponderían por su peso en el accionariado, que se estima en dos consejeros.

En declaraciones a ABC, Miguel Tiana, director general de Cofides, la agencia gubernamental que tiene encomendada la misión de facilitar y financiar la internacionalización de la empresa española y que ha organizado el cónclave de los grandes fondos adscritos al Foro Internacional de Fondos Soberanos de Inversión en Madrid, expresa su confianza en que el escudo regulatorio dispuesto por el Gobierno para controlar y modular la entrada de inversores en empresas estratégicas españolas no inhiba el interés de los grandes inversores soberanos en invertir en España.

Fuentes conocedoras del encuentro destacan la buena sintonía del Gobierno con los fondos soberanos, en referencia, entre otros, a la vicepresidenta Calviño, pero también a figuras como la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez. España, así, se ha entregado a estos inversores, con base en el Hotel Eurostars de Madrid. Algunas voces, con todo, mencionan la ausencia del presidente Pedro Sánchez, que no acudió.

«La reunión de Madrid ha puesto de manifiesto el interés de los fondos soberanos por la economía española y también nos ha servido para visibilizar las oportunidades de inversión que hay en el país», asegura Tiana. Esas oportunidades de inversión se han focalizado en transición energética, digitalización, agricultura sostenible y salud. «Es cierto que hay una normativa aplicable a la inversión extranjera que debe cumplirse y que establece una serie de salvaguardas para los sectores estratégicos o relacionados con la seguridad nacional, al igual que ocurre en otros países, pero creo que se puede conciliar perfectamente la inversión de los grandes fondos soberanos en España con la defensa de nuestros intereses nacionales», añade el representante de Cofides.

El caso Telefónica será una piedra de toque fundamental para testar el radio de acción real de ese escudo regulatorio. Según la última información proporcionada por el departamento de Comercio del Ministerio de Industria, el año pasado el Gobierno recibió cerca de un centenar de solicitudes de autorización de entrada en el capital de empresas españolas por parte de inversores extranjeros; 98 en concreto, de las cuales el Gobierno respondió a 83. Una decena fueron desestimadas, 63 fueron aceptadas sin ningún tipo de medida de mitigación, nueve fueron autorizadas con medidas y una fue directamente vetada por la incapacidad de establecer medidas de mitigación para garantizar esos principios. Se trata de la única operación vetada en tres años sobre un total de 200 solicitudes.

En la memoria también figura la intervención gubernamental en la OPA parcial de la australiana IFM sobre el 22,7% de Naturgy, que fue aprobada con condiciones por el Gobierno. En el caso IFM era un inversor privado pero STC es otra cosa: un operador propiedad de un fondo soberano de un país no democrático. «Existe una percepción equivocada de los fondos soberanos», recalca el director general de Cofides. «Los relacionamos con determinados países que obtienen rendimientos de sus recursos naturales, pero es un ámbito mucho más diverso en el que operan, como BPI Francia», el banco de inversión creado por el Ejecutivo francés en 2012 para realizar inversiones en sectores y empresas en las que el país pueda tener intereses estratégicos.

Una línea que también es la que quiere seguir Cofides, con su Fondo de Coinversión (Foco), creado aprovechando los fondos europeos para captar inversión extranjera con el objetivo de financiar las inversiones señaladas como estratégicas en el plan de recuperación español. De momento está dotado con 2.000 millones de euros y Cofides confía en que se convierta en el germen del primer fondo soberano español. «España tiene por delante un profundo proceso de transformación económica que va a necesitar de muchos recursos económicos. El ahorro nacional no va a ser suficiente para atender esas necesidades de inversión y una de las opciones es tratar de atraer capital de estos grandes inversores soberanos», explica Miguel Tiana.

De hecho, según un documento interno del Gobierno, se recoge que «el evento ha permitido profundizar las relaciones con el resto de fondos soberanos» mediante «reuniones bilaterales» que se han mantenido con muchos de ellos. En este sentido, el Ejecutivo recoge que se han «identificado diversos fondos soberanos interesados en explorar posibilidades de coinversión»; eso sí, una vez se constituya el Foco, ya que de momento este fondo es solo una promesa y no está en funcionamiento. Entre los aspectos que se trataron en esas reuniones estuvieron sectores como la transición verde y digital, la movilidad, la biotecnología y la salud.