El Gobierno cita a los supermercados para analizar el impacto de la rebaja del IVA y estudiar nuevas medidas

El ministro del ramo, Luis Planas, convocará así al Observatorio de la Cadena Alimentaria, que se ha reunido una sola vez (hace un mes) tras la puesta en marcha por parte del Ejecutivo de varias fórmulas para tratar de aliviar la subida de precios de la cesta de la compra. Del Observatorio forman parte, además de los supermercados, las organizaciones de consumidores o la patronal Fiab, así como las asociaciones y cooperativas agrarias.

Tras la última reunión convocada de forma extraordinaria, que se celebró el pasado 20 de febrero, Planas realizó una comparecencia ante los medios de comunicación en la que aseguró que, según las cifras que manejaba el ministerio basadas en datos como los del índice de precios de los alimentos de la FAO, «hay razones para pensar que el IPC de alimentación ha tocado techo», dijo.

A mediados de este mes, sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el dato del IPC de febrero, que evidenciaba que los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron el mes pasado un 16,6% frente al mismo mes del año anterior. Lejos de dejar de crecer, esta tasa fue superior superior al 15,4% de incremento registrado en enero y, de hecho, superó el pico del 15,7% registrado en diciembre.

Por eso, y ante la presión del ala morada del Gobierno –que exige aplicar medidas como topar los precios a una cesta básica–, el Ejecutivo no cierra todavía la puerta a aprobar nuevas fórmulas para abaratar la cesta, pese a que al mismo tiempo insiste en que «hay que dar tiempo» a las medidas para que surtan efecto.

Una de las opciones más reclamadas por la industria alimentaria y la distribución en su conjunto es ampliar los alimentos incluidos en la rebaja del IVA, de forma que incluyan a la carne y el pescado. Según un estudio de PwC realizado para la patronal del gran consumo, Aecoc, estos dos alimentos suponen de media el 33% de la cesta de la compra, por lo que incluirlos en la rebaja del impuesto «aliviaría el gasto de las familias en la compra del supermercado», aseguran desde la patronal.

Las industrias cárnica y pesquera, no en vano, llevan varias semanas solicitando al Ejecutivo que se incluya a estos productos en la rebaja, ya que consideran que les penaliza a la hora de ser elegidos por un consumidor que busca la opción más barata.

«Desde el sector primario no podemos entender que no se haya establecido el IVA reducido para el pescado, y hay que dar un golpe encima de la mesa. Es un sector esencial, y tiene que formar parte de la cesta de la compra diaria, por los beneficios que tiene comer pescado y que, a la larga, se traducen en una reducción del gasto sanitario», insiste el director adjunto de Puerto Celeiro y presidente del Comité de Productos del Mar de Aecoc, Eduardo Míguez, en conversación con este periódico. A su juicio, no incluir el pescado entre los alimentos beneficiados por la rebaja «es un error garrafal».

Según las últimas estimaciones del sector pesquero, las ventas de sus productos en sus distintas presentaciones (fresco, refrigerado, conserva, congelado o ahumado) se ha contraído un 20% en nuestro país en los dos primeros meses del año frente a igual periodo del año anterior, algo que achacan precisamente a no haber sido incluidos en esta lista de alimentos básicos afectados por la rebaja.

«La exclusión de estos productos está empujando la desincentivación que ya padece desde hace años su consumo en nuestro país, a pesar de ser uno de los alimentos más básicos y económicos de cualquier dieta saludable», explican las asociaciones del sector.

Su argumentación se apoya, además, en el citado informe de PwC, que apunta a que con la eliminación del IVA de los productos pesqueros el IPC de la alimentación de enero de 2023 se habría situado en el 14,3%, más de un punto por debajo del 15,4% registrado; del mismo modo, en el caso de aplicar una reducción del IVA al 5%, el IPC de la alimentación habría sido del 14,9%.

El consumo de carne fresca, aunque en menor medida, también se ha visto afectado por la inflación. Según los datos de NielsenIQ, el consumo de carne fresca cayó un 0,9% a cierre de 2022. Sin embargo, la tendencia se acentuó en enero de este año, hasta registrar un descenso interanual del 2,5%. El informe plasma cómo el precio es uno de los factores más determinantes para el consumo de las diferentes categorías del sector cárnico: mientras el consumo de carne fresca disminuye, la charcutería cerró 2022 con un crecimiento en el volumen de compra del 1,1%, gracias, en parte, a una mayor estabilidad en la evolución de sus precios.

Con todo, es previsible que el sector pesquero y el cárnico vuelvan a solicitar al Ejecutivo que amplíe la rebaja del IVA e incluya a estos dos productos. De hecho, en la reunión del miércoles estarán sentados representantes de Fedepesca y de Cedecarne.