Los economistas avisan: los ataques del Gobierno contra la empresa pueden ahuyentar las inversiones

En suma, una serie de circunstancias que podrían abonar el terreno de otro 'caso Ferrovial' de no virar la política, no solo comunicativa por parte del Gobierno, sino también de aumento de costes sociales y tributarios.

«En España se ponen impuestos a los beneficios de la banca, de las energética... Cambian las figuras impositivas y se introducen nuevas, por lo que aumentan los impuestos, las cotizaciones sociales y leyes relevantes que generan inseguridad jurídica», argumentaba durante la mesa económica celebrada por el aniversario de Cepyme el catedrático de IE University y de la Universidad CEU San Pablo, Rafael Pampillón. «Evidentemente el acoso a las empresas dificulta la atracción de inversiones, el ejemplo es Ferrovial», aseveraba el profesor.

En esta línea, María Jesús Valdemoros, lecturer en IESE Business School, abordaba que la falta de apoyo del actual Gobierno a las empresas no edifica en la atracción de inversión. Si bien valora como más crucial el aspecto fiscal. «Hay que generar riqueza para después poder redistribuirla. La fiscalidad es una variable relevante», señalaba la experta recordando que el tipo de Sociedades nominal es de los más altos, cuando la tendencia en Europa es ir reduciendo la fiscalidad.

El director del IEE, Gregorio Izquierdo, apuntaba por su parte que el acoso a las empresas no ayuda y, eventualmente, provoca aumentos de la prima de riesgo al haber mayores posibilidades de políticas adversas contra la empresa. «Tendrás un clima negativo para el desarrollo de la empresa. La empresa no necesita de subvenciones, necesita un clima favorable para la actividad».

Aseguraba el director del think tan de la CEOE que «la empresa no necesita de subvenciones, necesita un clima favorable para la actividad y la competencia. Si la demonizas y la estigmatizas…». Así, lamentaba que un ejemplo del estado de la cuestión es el último eurobarómeto, me avergüenza como país: dice que España es el país de la UE donde los jóvenes tienen menos interés en ser empresarios.

Por su parte, el economista José Carlos Díez, explicaba que este caldo de cultivo empezó con la guerra de Ucrania «y como las encuestas no van bien se carga contra los empresarios». Sin embargo, el experto rechaza los argumentos más gruesos del conflicto: «Pero lo que sí sabemos es que este caldo de cultivo estamos viendo que no afecta a la inversión. Lo vemos en los datos de afiliación y empleo de marzo y abril. Son las empresas las que pagan las los impuestos a la afiliación (cotizaciones). Están contratando y eso porque tienen buenas expectativas de ventas». Aunque reconoce que «podrían contratar más, invertir más y mejor y atraer talento con un discurso favorable y positivo hacia las empresas, seguro que sí».

«Denunciaremos cualquier intento de intervencionismo del Gobierno», señalaba al cierre de la jornada el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva. asegurando que estas dinámicas lastran la competitividad. «A España le irá peor sin empresas. Trabajemos en denunciar el intervencionismo. Nosotros ayudamos a crear estado de bienestar y generar recursos para que lo Gobiernos lo puedan utilizar en el despliegue de las políticas sociales. Si no defendemos nosotros a la empres y la libertad, ¿quién lo va a hacer por nosotros?», señaló.

«Necesitamos independencia, estamos al margen de debates y luchas políticas. Tenemos nuestro espacio como agentes sociales, vamos a trabajar por nuestro país con independencia y con sentido de Estado, haciendo lo que de verdad pensamos que es bueno para nuestro país. Y con lealtad institucional. Si no iremos por mal camino», advertía el presidente de CEOE, Antonio Garamendi. «Pedimos tres cosas: seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad en la norma».