Carlos Slim lucha contra Amancio Ortega y Warren Buffet por convertirse en el rey del ladrillo español

Mientras Buffet ha centrado su estrategia en la compra de viviendas de lujo -a través de su agencia Berkshire Hathaway HomeServices, sobre todo, en Madrid, Barcelona y Marbella-, Ortega, a través de su brazo inversor, Pontegadea, tras varios años invirtiendo, sobre todo, en inmuebles en el extranjero, ha vuelto a España, pero con compras muy selectivas de grandes rascacielos, otros edificios y hoteles por todo el territorio nacional.

El caso del multimillonario Slim es especial. Lejos de dedicarse a adquirir simplemente inmuebles, ha preferido volcarse en participaciones de control en importantes empresas españolas que, con el tiempo, tiene el sueño de fusionar si no todas en una única gran compañía, un par de ellas.

De hecho, el rumor es constante y en el entorno próximo al mexicano, según ha podido saber ABC, nadie descarta que fusionará, si todo va bien en el sector y su cotización en Bolsa, dos empresas en las que tiene ya una participación de control clara en el medio-largo plazo: Metrovacesa y Realia. Las fuentes consultadas explican que es la verdadera obsesión de Slim, pero que la participación de sus socios en la primera le complican el objetivo.

Y es que desde su desembarco en España hace poco más de una década, el inversor mexicano ha dedicado su esfuerzo y parte de su importante capital a mantener su estrategia para adquirir posiciones relevantes en empresas cotizadas del sector, lo que conlleva más riesgos que las tácticas de sus adversarios por estar directamente ligada a los vaivenes bursátiles.

Precisamente estos días, el empresario mexicano vuelve a ser noticia porque el pasado 19 de marzo llegaba a un acuerdo con el Grupo Polygon-con el que ha tenido a lo largo de los años duras batallas por el método de valorar los activos de la empresa que impedían vendérselos, algo que se repite con sus intenciones en Metrovacesa- para adquirir un 15,266% de Realia por valor de algo más de 137 millones de euros, según detalló en un comunicado enviado a la CNMV. De este modo, alcanza ya una participación de control superior al 92% de las acciones de la promotora.

La operación la estructuró a través de dos sociedades: primero, a través de FCyC -firma filial de FCC, en la que Slim controla la mayoría del capital-, compraba 84,16 millones de acciones de Realia, un 10,26% del capital, mientras que con su otra firma de inversión Finver Inversiones 2020 adquiría otros 41,06 millones de títulos, un 5,006% del capital. En ambos casos a un precio de 1,10 euros por acción.

Una transacción que, a precios de mercado hoy, está un 28% por encima del medio de los últimos diez años y un 4,26% por encima de la cotización actual. Con la operación, Slim refuerza su control sobre Realia, considerada una pieza clave en su estrategia de inversión en España, focalizada en el mercado inmobiliario. El multimillonario tiene además cerca del 90% de FCC y casi el 21% de Metrovacesa, la inmobiliaria con mayor bolsa de suelo en España.

El caso es que en paralelo a su entrada en 2015 en Realia el mexicano ha ido tomando participaciones tanto en FCC como en Metrovacesa en los últimos diez años. En la primera -FCC-, comenzó su desembarco en noviembre de 2014, cuando se hizo con el 25,6% tras una inversión algo inferior a 700 millones de euros en la ampliación de capital de 1.000 millones lanzada por la sociedad española, en la que tenían el control las hermanas Koplowitz, Esther y Alicia. Entonces, ganó la partida a otro multimillonario famoso, George Soros, y Slim tomaba los mandos de la constructora, en la que paulatinamente ha ido realizando varias inyecciones de capital que le han permitido reflotar la delicada situación de la empresa hasta llegar al momento actual.

Ya en 2020, Carlos Slim lanzaba su segunda ofensiva en el sector de las empresas promotoras cotizadas, con la compra de un 3% de Metrovacesa y otro porcentaje similar en Quabit, sucesora de Astroc. La segunda fue un fracaso, y la vendió en la opa lanzada por Neinor Homes un año más tarde; la primera, un éxito, porque desde entonces no ha dejado de ampliar su posición, acercándose a las participaciones mayoritarias de Banco Santander, aún hoy primer accionista de FCC con el 49,3% y BBVA, que tiene el 20%, al que el mexicano ya ha superado, con algo más del 21% de las acciones de Metrovacesa.

Por tanto, para superar a Santander, la que es hoy la octava mayor fortuna en el mundo debería comprar cerca del 30% del capital, algo más del 24% que ya intentó comprar en 2022 con una Oferta Pública de adquisición de Acciones, pero que no logró. El tiempo dirá si finalmente Slim consigue hacer su sueño realidad y si se hará con el primer puesto del ranking de líder del sector inmobiliario en España por delante de sus compañeros multimillonarios en la lista Forbes: Ortega y Buffet. No obstante, según fuentes financieras el objetivo para seguir ampliando cartera está en Madrid, que se convertirá en la región con mayores oportunidades de negocio inmobiliario en España.