Los analistas pierden la fe en la voluntad del Gobierno de poner a raya el déficit público
Descartan que baje del 4% y sospechan que las elecciones impedirán cualquier ajuste fiscal

Los llamamientos al Gobierno de Bruselas, el Banco de España y la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (Airef) para que formule y, en la medida de lo posible, emprenda un plan de consolidación fiscal que devuelva las cuentas públicas al punto en que estaban antes del Covid han caído en saco roto.
Con la coartada del encadenamiento de crisis y turbulencias económicas de los últimos tres años, y el colchón de la suspensión de las normas fiscales europeas, el Gobierno se ha desentendido de sus objetivos de reducción del déficit y encara el final de la legislatura sin ninguna presión por llevar el déficit al punto en que lo heredó en 2018: el 3,12%. Su objetivo es cerrar 2023 en el 3,9% y pocos analistas creen ya que lo pueda lograr.

Evolución déficit público 2014-2023
Variación porcentual
Previsión Gobierno vs avance analistas
Déficit Público
Previsión Gobierno vs previsión analistas
Previsión consenso
10,97
6,87
6,11
5,31
5,00
4,30
4,30
3,12
4,50
3,90
3,06
2,59
2014
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2015
Fuente: Ministerio de Hacienda y Panel de Funcas
ABC

Evolución déficit público
2014-2023
Variación porcentual
Previsión Gobierno vs avance analistas
Previsión Gobierno
vs previsión analistas
10,97
Déficit Público
Previsión
consenso
6,11
6,87
5,31
5,00
4,30
4,30
4,50
3,12
3,90
3,06
2,59
2014
16
18
20
22
23
Fuente: Ministerio de Hacienda y Panel de Funcas
ABC
La última oleada de previsiones sobre España ha empeorado las expectativas de desequilibrio fiscal para 2023. De la veintena de panelistas de Funcas solo dos esperan que el déficit caiga por debajo del 4% este año y la previsión de consenso apunta a una rebaja anecdótica para este año, del 4,5% al 4,3%, explicada casi más por el repliegue de algunas de las medidas para paliar los efectos de la inflación, que por un plan de consolidación fiscal digno de tal nombre.
La sombra de las elecciones a final de año ha influido en unas previsiones que ya descartan la posibilidad de una acción fiscal decidida. Como también lo ha hecho la expectativa de que los ingresos tributarios, que durante los dos últimos años han facilitado al Gobierno una potencia de fuego sin precedentes –hasta noviembre de 2022 habían aportado 33.000 millones de euros más que en 2021– para poder hacer frente a la pandemia y a los efectos de la inflación sobre hogares y empresas, tengan una evolución más moderada en 2023, en línea con la contención de la inflación y con la fuerte desaceleración económica.
El Gobierno se ha encargado de aclarar que su prioridad será continuar apoyando a los colectivos más afectados por la inflación y ha actuado en consecuencia prorrogando de momento hasta junio sus medidas de contingencia, como las rebajas de IVA a la luz, el gas y los alimentos básicos y sus programas de ayuda sectoriales y a hogares vulnerables, con un coste fiscal previsto de unos 10.000 millones.
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«En 2023 apenas se avanzará en la contención de los desequilibrios de las finanzas públicas», ha avisado Funcas. «El enfriamiento de la economía y la actualización de las pensiones con el IPC (que costará unos 17.000 millones extra) lo hacen difícil». En similar sintonía se expresaba la Airef, que ha enfatizado el impacto sobre el déficit de la extensión de las medidas de apoyo y ha advertido de que España corre el riesgo de estancarse en un déficit superior al 3%, lo que condenaría a los gobiernos a someter sus presupuestos al escrutinio de Bruselas.
Y no solo a Bruselas, también al de los mercados. La agencia Fitch ya señaló en sus dos últimos informes que la incapacidad de España para poner sus cuentas en orden podría forzar una rebaja de su calificación.
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