La mala gestión de los fondos de la UE ya ahuyenta a las multinacionales
Andalucía, Cantabria y Asturias pierden inversiones ante la falta de eficacia del Gobierno en la ejecución

Los resultados de una gestión raquítica y poco eficiente de los fondos europeos está teniendo las primeras consecuencias para España . La falta de concreción de proyectos de envergadura ya está provocando que las grandes multinacionales miren a países europeos más eficientes en la ... gestión para desplegar inversiones millonarias, como es el caso de Francia, Italia y Portugal.
España no tiene aún convocatorias de relevancia y está más centrada en planes muy atomizados , según aseguran las fuentes consultadas. De los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) se sabe poco más que el nombre. En estos momentos no hay ni una sola convocatoria que esté ya en funcionamiento, lo que está espantando a las multinacionales, que han puesto el foco en países donde la ejecución de los fondos está mucho más avanzada y el proceso es más transparente y menos politizado.
Las empresas se quejan de que esta falta de concreción está ahuyentando las inversiones y provocando en el tejido productivo inseguridad jurídica sobre cómo poder participar y contribuir a transformar el modelo productivo. Esperaban la materialización de las convocatorias en España y han visto que estas no se realizaban al ritmo que esperaban y que existe dificultad para acceder a proyectos de envergadura. Los famosos Perte prometían despejar la llegada de los fondos al torrente sanguíneo de la economía, se concibieron como la herramienta con la que se esperaba convertir a España en una economía competitiva y moderna, pero el paso de las musas al teatro se le resiste a Pedro Sánchez. Las consecuencias de esta parálisis ya se pueden medir. Regiones como Andalucía, Cantabria o Asturias ya están perdiendo inversiones claves para el territorio, según confirman las fuentes empresariales consultadas por este diario.
La CEOE fue la primera en dar la voz de alarma sobre la posible fuga de inversiones. En su primer informe de seguimiento sobre los fondos se quejó de la lentitud en la llegada de los recursos a empresas y autónomos y resaltó el mejor comportamiento comparativo que se observa en otros países como Francia , que en agosto pasado ya había desembolsado el 30% de los recursos del plan, Italia o Portugal . Esta situación le llevó a advertir del riesgo de que los inversores privados se cansen de esperar y se decanten por priorizar sus proyectos en otros países por delante de España.
Entre los ejemplos a seguir destaca claramente Francia, según destacan las fuentes empresariales. Otros territorios también han logrado avanzar en ejecución y concretar inversiones pero son los galos los que despiertan más envidia en el tejido productivo. Mientras tanto, en España todo está por hacer.
En esta línea ya se han pronunciado empresas con nombres y apellidos para denunciar el descontrol en el proceso de gestión de los recursos que vienen de Europa. Carlos Tavares, el CEO de Stellantis, el mayor fabricante en el mercado español de baterías, explicaba hace unos días en una serie de entrevistas con varios medios europeos, que la firma ya planifica plantas de baterías en Alemania, Francia e Italia después de quejarse de que «el Gobierno español aún no nos ha llamado».
El descontento por el caos en la gestión ha llegado también desde un gigante empresarial como Airbus , que ha confiado en los fondos europeos para revitalizar un negocio muy maltratado por la pandemia. Sin embargo, alertó de que el Gobierno español no está haciendo el esfuerzo suficiente para conseguir que esas ayudas lleguen al sector aeroespacial. Así lo desveló en un informe interno del consorcio adelantado por ‘El País’, en el que lanzó duras críticas contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por la «falta de coordinación y liderazgo de las entidades públicas», que ha provocado, a su juicio, un bloqueo en la puesta en marcha de esos fondos.
El problema de los Perte
Así, la gran preocupación de las multinacionales está en los Perte. Hay varios aprobados en Consejo de Ministros , otros anunciados y otros en estudio, pero si no se traduce en su puesta en funcionamiento, de nada sirve. Las fuentes consultadas muestran la preocupación, en concreto, por el Perte del vehículo eléctrico y también por el de la energía, los que teóricamente deberían ir más avanzados y sobre los que de momento solo hay incertidumbres.
Las mismas fuentes apuntan a que hay muchas expectativas puestas en esos dos grandes proyectos tractores pero que la paciencia de las compañías tiene un límite. Hay inversiones que sí que necesariamente han de estar focalizadas en un territorio concreto por las características de ese territorio, pero hay otras que son más flexibles en su implantación.
En estos momentos hay muchas multinacionales pendientes de esos grandes proyectos tractores de la economía y se encuentran paradas, a la espera del paso adelante del Gobierno. Y eso ya pasa factura a la inversión, pero el riesgo es que vaya a más. «Si hay dos países con proyectos de inversión cercanos, el destino de la inversión puede cambiar» , alertan fuentes financieras. Es decir, que si una compañía quiere sacar una idea adelante y no requiere que sea en un país concreto, la ubicación se convierte en algo secundario. Asimismo, lo que necesitan -dice- es que se concreten las ideas y se plasmen sobre el papel. Cuanto más tiempo pase, peor para atraer el capital internacional.
También hay iniciativas que requieren de mayor apoyo y decisión públicos que otras. Por ejemplo, para continuar el desarrollo de energías renovables como la eólica o la fotovoltaica no resulta tan esencial que el Gobierno guíe a las empresas; en cambio, en proyectos ligados al hidrógeno verde las compañías sí que esperan un gesto mucho mayor para apostar por esta tecnología, que aún está en pañales.
Siguiendo en el terreno energético, tampoco ayuda al despliegue de los fondos la inseguridad jurídica que se ha generado en el sector por parte del Gobierno con los cambios legislativos y golpes a las eléctricas de los últimos meses. Fuentes financieras señalan que las energéticas piensan en otros países más que en España para invertir (ponen de ejemplo una reciente adjudicación millonaria de Iberdrola en Escocia) y eso redunda en cierta falta de apetito por pedir fondos UE en este ámbito.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete