Fútbol
Las maniobras de la Superliga y sus detractores para poner de su lado la sentencia que dinamita el fútbol
El histórico fallo del Tribunal que pone fin al «abuso de posición dominante» de FIFA y UEFA no acaba con la pelea entre el Real Madrid y el Barça contra el resto
La pared
Hito o mito

Las 09.39 horas del jueves 21 de diciembre de 2023. En ese mismo instante, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ponía patas arriba el ecosistema del fútbol, tal y como lo conocemos hasta ahora. La esperada sentencia sobre el monopolio de ... UEFA y FIFA le daba la razón al Real Madrid, el club que se ha puesto al frente de la Superliga desde el minuto uno: «Ejercen un abuso de posición dominante», fallo que abre la puerta a la creación de competiciones fuera del ámbito de ambos organismos, como sería el caso de la Superliga: «La UEFA no tiene la exclusiva del fútbol, se puede organizar otra competición de clubes diferente y no se puede discriminar a la Superliga bajo ningún concepto. Los equipos pueden gobernar su futuro», decía la sentencia.
Certezas e incógnitas
A partir de ahí, una cascada de reacciones de todos los actores del mundo del fútbol, con una directriz clara: todas las partes se consideran ganadoras y nadie se mira el ombligo. Ahora, para que la Superliga sea una realidad falta más de lo que algunos creyeron ayer, pero menos de lo que otros pensaban hasta minutos antes de que se hiciera pública la sentencia. Ayer se le podía haber cerrado la puerta para siempre, y sucedió justo todo lo contrario: «Creo que es una sentencia valiente, muy valiente», reflexiona a ABC el jurista Alberto Palomar.
«También deja incógnitas. Por ejemplo, dice claramente que es contrario al derecho comunitario, pero admite que podría haber limitaciones por parte de UEFA y FIFA siempre que sean objetivas, transparentes y en un procedimiento. Es decir, ya no será posible llevar adelante el modo en el que hasta ahora querían expulsar de sus competiciones a los clubes de la Superliga», añade Palomar.
Vuelven las fichas a la casilla de salida, pero con nuevos caminos por explorar. Madrid, Barça y A22 Sports tienen por delante una ardua tarea para convencer a los clubes europeos, con los ingleses como llave del resto, de que la Superliga que han propuesto es la mejor solución a la crisis que vive el fútbol en Europa y ser los dueños de su destino. De momento, ya tienen un formato definido, alejado del sistema cerrado que anunciaron en abril de 2021, un sistema de competición, una revolucionaria plataforma de 'streaming' para emitir el torneo y un caramelo para los aficionados al prometer que será gratis.
Otra cosa son los tiempos para materializarlo: «La Jueza del 17 de lo Mercantil de Madrid tiene una complicada papeleta por delante. Le dice su criterio pero no le dice cómo se aplica y qué cosas de lo que hizo la UEFA le parecen contrarias a aquello. Ahora ese Juzgado, sabiendo lo que sabemos todos, tiene que decir lo que tenga que decir y no es una labor nada sencilla ni inminente. Entre decisiones de este Juzgado y recursos ante la Audiencia Provincial y ante el Supremo, mínimo un procedimiento que va a durar unos tres años», detalla Palomar
Es decir, si la Superliga llega a puerto, no será mañana, ni pasado, pero poder puede llegar aunque los detractores del torneo hayan sacado toda su artillería para decir que es imposible. El relato ha pasado de ser una competición ilegal a convertirse en una competición que no quiere nadie en el mundo del fútbol. John Rahm también dijo que jamás se dejaría comprar por el dinero del golf saudí: «La UEFA se considera ganadora porque, en primer lugar, no hay nada inminente y en segundo lugar, el TJUE no le ha negado medidas restrictivas, pero no ha definido cuáles, sino que solo ha dicho que como ahora, no es posible. Y Florentino se considera ganador porque el TJUE ha avalado su tesis de que se puede crear una competición profesional sin la obligación de ser excluida de la competición nacional», explica Alberto.
Entonces, ¿qué va a pasar a partir de ahora? Nadie lo sabe. El mundo del deporte, y en general el mundo que hoy vivimos, ha dejado pruebas de sobra para no ser tajante en nada. Quien hoy está en un bando puede pasar perfectamente al otro sin pestañear. Con dinero de por medio, todo es posible. Lo normal es que en los próximos años se llegue a un acuerdo entre ambas partes, que es lo que pasó en el baloncesto. En la temporada 2000-2001 convivieron una Copa de Europa de la FIBA y la Euroliga. Aquello fue un desastre económico para todas las partes y supuso un daño importante a la reputación e imagen del baloncesto. No parece que en el fútbol vaya a suceder lo mismo, pero para eso toca hacer una sentada y dejar de ver quién mea más largo. Desde ayer, ya nada será igual. Al fútbol le toca comenzar de cero.
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