Arambarri deshace a un Atlético insulso

Después de días sin dar señales de vida, el sol hace acto de presencia en el sur de la capital para el derbi madrileño que acoge el Coliseum, donde se dan cita las peleas por la vida y por la gloria. En el caso del Atlético, la primera de muchas que se le presentan. A pesar de ello, Simeone apenas toca su once de gala y las únicos que rotan son Barrios y Lenglet, en vez de un Giménez incluido a última hora en el equipo por unas molestias sufridas por el francés en el calentamiento.

Es el Getafe quien tiene las ideas más claras y logra llevar el encuentro a su terreno. Le otorga sin problema el dominio de la pelota a los rojiblancos, que no saben muy bien qué hacer con ella. Imprecisos, dubitativos desde el inicio de la jugada, sin profundidad alguna. Llorente en el medio no se encuentra, se suceden los pases de De Paul sin destinatario, Griezmann y Julián desaparecidos, Lino y Giuliano no aportan soluciones... Una primera parte para el olvido.

Si bien es cierto que defensivamente apenas sufre, es el conjunto azulón el que transmite algo de peligro. Especialmente gracias a la movilidad de Arambarri, la fortaleza de Uche y a Coba, que convierte el partido de Nahuel Molina en una vía crucis. El extremo almeriense encara al argentino cada vez que tiene oportunidad y, aunque sus acciones terminan en nada, su facilidad para dejar a su marca por el camino es manifiesta.

Con todo, los porteros ejercen de espectadores. Hasta que llega la mejor, por no decir la única, ocasión de la primera mitad. Milla dispone con mimo una falta lateral y Uche contacta un cabezazo sin apenas oposición, pero el nigeriano no consigue darle dirección ni altura y Oblak ataja su disparo sin inmutarse.

Simeone busca cambiar el signo del partido tras el descanso y para ello introduce a Barrios y Correa, además de sentar a un De Paul desconocido y necesitado de descanso. El Atlético, con más intención que acierto, sigue sin ser capaz de generar nada potable en ataque. Ante ello, y sobre todo consciente de las dos batallas que se avecinan, el técnico argentino retira a Julián antes de cumplirse el 60 para dar entrada a Sorloth.

Se anima el Coliseum y los azulones tratan de corresponder a su grada. Mayoral, que lleva unos segundos sobre el terreno de juego, persigue un medido centro de Terrats, pero no consigue rematar por centímetros y Oblak se hace con el balón en dos tiempos. La respuesta de Simeone al crecimiento del Getafe, apostar por Lemar en su quinta participación de la temporada, primera en el último mes y medio, y sentar a Griezmann por Gallagher para reducir el desgaste al mínimo. Simeone no parece insatisfecho con la idea de limitar daños y sumar un punto.

Sin embargo, el argentino, que ha acostumbrado durante años a obtener grandes réditos a través de los cambios más insospechados, vuelve a hacerlo en Getafe. Un envío de Lemar y una mala salida de Soria provocan que Alderete tenga que salvar el gol sobre la línea, pero Cuadra Fernández, advertido desde el VAR, acude a revisar la jugada y señala penalti por mano del paraguayo, a pesar de que la pelota provenga de un rebote de su compañero y el brazo sea utilizado para protegerse del choque. Sorloth, ya convertido en el suplente más anotador de la historia del Atlético en una campaña, no falla desde los once metros y suma un nuevo tanto desde el banquillo.

Lo intentan los azulones, pero la zaga colchonera repele cada intento sin excesivas dificultades. Hasta que Figueroa Vázquez en la sala VOR vuelve a requerir del colegiado de campo para animar la recta final. Cuadra Fernández repasa la desmedida entrada de Correa sobre Djené, rectifica su amarilla inicial y expulsa al argentino. En la siguiente jugada, Arambarri se aprovecha de un embarullado balón al área para empatar el encuentro a falta de dos minutos. Los diez de añadido se sienten como un nuevo encuentro, culminado en el tercero cuando vuelve a aparecer Arambarri para desviar un disparo de Diego Rico hacia la meta de Oblak. Concedido por el VAR tras el fuera de juego señalado inicialmente, el uruguayo firma una remontada trepidante y lleva al éxtasis al Coliseum.