'La majordoma': un aprendizaje de la maldad
Crítica de Teatro
Rosa Renom pasa revista a la relación conyugal tóxica que impele a esta 'mayordoma' –gobernanta de un cura rural– a tomar las riendas de su vida
'El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar': una pequeña maravilla

Crítica de teatro
'La majordoma'
- Autoría y dirección Josep Maria Miró
- Espacio escénico y vestuario Albert Pascual
- Iluminación Xavier Albertí
- Intérprete Rosa Renom
- Lugar Heartbreak Hotel, Barcelona
Una mujer retorna al domicilio familiar. Hace veintisiete años que abandonó al marido y a un hijo de cuatro años. La mujer quiere ajustar cuentas con su cónyuge; le cuenta lo que ha hecho en este largo periodo que no es otra cosa que un ... aprendizaje de la maldad. ¿Por qué hay hombres que sienten placer en hacer el mal?, exclama a modo de pregunta retórica. En estos años, además de ese marido que la prostituyó para sus negocios inmobiliarios, ha conocido a tipos de esos que hacen de la maldad su 'modus operandi'. Si el marido le dice que la ve igual, ella replica orgullosa que no, que está mejor.
'La majordoma' es la segunda pieza del 'Tríptico de la epifanía' de Josep Maria Miró que abrió 'El cuerpo más bonito del mundo', un texto aplaudido por crítica y público que interpretó un magistral Pere Arquillué. Si en la primera entrega de Miró, Arquillué daba voz a siete personajes que, al estilo de 'Rashomon', daban su versión de la muerte de un adolescente en el microcosmos hipócrita y viciado de un pueblo, Rosa Renom pasa revista a la relación conyugal tóxica que impele a esta 'mayordoma' –gobernanta de un cura rural– a tomar las riendas de su vida: ejercerá el poder y la ambición que reprocha a su marido. Un monólogo en el que esta experimentada y siempre solvente actriz hace recuento de sus relaciones con esos hombres que sienten placer en hacer el mal: los emula y los acaba superando.
Con la dirección del propio autor, la ambigua personalidad de esta mujer endurecida por la vida a la intemperie se va perfilando en un escenario desnudo y neblinoso. Acierta Àlex Rigola, factótum del teatro Heatbreak Hotel, al comparar las dramaturgias de Miró con las crudas historias de Michael Haneke. El tipo de persona al que da vida Renom encajaría en el repertorio de Isabelle Huppert: mujeres que relatan con la frialdad de un filo de cuchillo su concepción de la supervivencia: por las buenas o por las malas (más bien lo segundo). No pierdan de vista a la locuaz mayordoma. Atentos a la tercera entrega del Tríptico mironiano.
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