Un proyecto español será clave en la reconstrucción del patrimonio herido de Marruecos
El Atlas de Arquitectura Almohade ayudará en la futura restauración de la histórica mezquita de Tinmal
Las mezquitas de Koutubia y Tinmel, y las murallas rojas, el patrimonio dañado por el terremoto

A solo 20 kilómetros del epicentro, Tinmal (o Tinmel) se vio fuertemente sacudida el pasado viernes por el seísmo de magnitud 6,8 en la escala de Richter que ha dejado casi 3.000 muertos en Marruecos. Cayeron muchas de las casas de esta ... empobrecida aldea del Alto Atlas, sepultando una treintena de vidas. Y se desplomó su histórica mezquita del siglo XII, emblema del poder almohade que desde esta región montañesa se extendió hasta el Magreb y Al Ándalus.
Del edificio que alberga la tumba de Ibn Toumart, fundador de este movimiento de reforma religiosa que instauró un nuevo imperio (1147-1269), «quedan unos muros, pero está casi totalmente destruido, casi ha desaparecido» describe con tristeza el arquitecto Faissal Cherradi, especialista en arquitectura de tierra y restauración del Ministerio de Cultura marroquí, recientemente condecorado en España con la medalla Oficial del Mérito Civil por promover la cooperación cultural entre ambos países y ser un referente en la restauración del patrimonio histórico compartido.
Las imágenes que envía Cherradi son elocuentes. Apenas una parte de la torre sigue en pie, la fachada oriental está muy dañada y en el interior, ante los escasos arcos supervivientes, los escombros se entremezclan con los andamios de las obras de consolidación del monumento que terminaron abruptamente con el terremoto.
Antes
Después


Ante un seísmo de tal magnitud, se explica que la mezquita sucumbiera, pero este arquitecto marroquí considera que, además, la restauración que se llevó a cabo en los años 90 no fue afortunada. «Fue mucho más arqueológica que arquitectónica. Debieron de haber profundizado más a nivel estructural», sostiene.
Un atlas de arquitectura almohade
Cherradi sabe bien de lo que habla porque la mezquita es una de las construcciones destacadas del Atlas de Arquitectura Almohade (Ataral) en cuya elaboración participa. Este proyecto digital e interactivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que dirige el jubilado profesor de Investigación del CSIC Antonio Almagro y cuenta con la participación de reconocidos expertos como Alfonso Jiménez, antiguo conservador de la catedral de Sevilla, o el historiador del arte José Miguel Puerta, recoge con planimetrías, datos, imágenes, análisis y bibliografía las edificaciones más destacadas del Imperio almohade, «una arquitectura de enorme personalidad que sigue marcando las señas de identidad de las ciudades más importantes que gobernaron, como lo fueron Marrakech, Rabat o Sevilla», según destacan en su web.



«Contamos con más de 1.000 planos de más de 150 edificios atribuibles al periodo almohade», destaca Almagro en conversación telefónica. El reputado arquitecto explica que la documentación de esta arquitectura «era en muchos casos inexistente» y con su trabajo actualizan datos y aplican nuevas tecnologías, como la fotogrametría, para poner la información más completa a disposición de los investigadores, como ya hicieron con la arquitectura saadí.
En Marruecos se estaba empleando este atlas para la enseñanza en estudios superiores de arquitectura y ahora, tras la reciente tragedia, será además «de vital ayuda» para la futura reconstrucción de la mezquita de Tinmal, según resalta Cherradi.
Planos de gran valor
A causa de las citadas obras de restauración, el equipo de Ataral no pudo estudiarla 'in situ' en la campaña del pasado mayo, pero recopiló toda la información disponible, actualizó los gráficos del investigador alemán Christian Ewert (1935-2006) y además dispone de un escaneado del edificio realizado antes del desastre con el que elaborarán una completa planimetría, que próximamente se incluirá en su ficha.
En los planos, dibujos y la detallada descripción de este «monumento capital del arte almohade», según lo describe Almagro, se podrán basar esos planes de reconstrucción que avanzaron fuentes del Gobierno marroquí a Reuters: «El Ministerio ha decidido restaurarla y hará un presupuesto para ello».

Para Cherradi, sin embargo, aún es prematuro hablar de restaurar la mezquita de Tinmal «cuando hay que reconstruir primero tantas vidas». «Estamos en pleno duelo», resalta desde Marrakech el arquitecto, que en estos días, además de evaluar los daños causados en los monumentos turísticos, ayuda a detectar qué viviendas corren peligro de derrumbe en la ciudad. «Esto es ahora lo primordial», dice.
«Los daños siguen incrementándose cada día por las réplicas»
Faissal Cherradi
Arquitecto y funcionario de Ministerio de Cultura marroquí
Aunque en Marrakech el terremoto no fue tan devastador como en las regiones montañosas del Alto Atlas, este experto señala que «los daños siguen incrementándose cada día» porque las réplicas se suceden y donde ayer detectaron una grieta, hoy hay más y nuevos derrumbes. Todos los monumentos, que han resultado afectados de forma desigual, se han cerrado al público hasta que sean estudiados con calma y se lleven a cabo las reparaciones precisas.



En la famosa mezquita Kutubiyya (o Koutubia), construida en el siglo XII en arquitectura almohade y modelo de inspiración para la Giralda, se han producido desprendimientos, caídas de revestimientos de muros y algunas grietas en la parte inferior, «pero no hay graves desperfectos», según Cherradi. «No son problemas estructurales y se pueden reparar en unos meses», añade.
En peor estado encontró el palacio de la Bahia, donde hubo que apuntalar con urgencia algunas cubiertas decoradas y se han encontrado grietas y partes caídas, o el palacio de El Badi, «porque están los muros sueltos y estamos estudiando hasta dónde».
El alminar de la mezquita Kharbouch, situada en la plaza de Yamaa el Fna (patrimonio mundial de la Unesco), se derrumbó casi por completo y las murallas del siglo XII construidas con esa característica arenisca roja que inspiraron el apodo de la 'ciudad roja' de Marrakech también han sufrido desperfectos.

En cambio, las tumbas saadíes han resistido «muy bien», se congratula el arquitecto, que dirigió su restauración en 2017. Ahí reside, a su juicio, la razón de la desigual fortuna que han seguido los monumentos, por efecto de deficientes restauraciones. «Hay que ser más duro con este tema, nos damos cuenta cuando pasan estas desgracias», se lamenta.
El patrimonio de la arquitectura de tierra
Cherradi rompe además una lanza a favor de la arquitectura tradicional en tierra, cuestionada en estos días. «Es parte de nuestro patrimonio y tenemos que conservarla», remarca convencido de que en los derrumbes ha influido más la construcción precaria de algunas casas o su mantenimiento, tal como señala también el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) en España y el Comité Científico Internacional del Patrimonio Arquitectónico de Tierra (ISCEAH) en un comunicado. «Ha muerto muchísima más gente debajo de estructuras de hormigón que de tierra», asegura este experto.
En Marrakech, aún muchos se resisten a volver a sus casas por miedo a que se caigan. Cherradi explica que en la Medina, patrimonio de la humanidad, donde residen unos 400.000 habitantes, «han muerto 25 en casas precarias, en ruinas, pero son 33.000 casas las que hay». Los datos son aún provisionales. Habrá que esperar a que la tierra deje de temblar para contabilizar mejor las víctimas y evaluar con precisión los daños materiales y en el patrimonio.
El proyecto Ataral continúa mientras, al menos hasta finales de febrero de 2024, con ese trabajo callado y meticuloso de inventario, que con la tragedia vivida en Marruecos se muestra ahora tan útil.
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