Fiasco de Plácido Domingo en la Arena de Verona
La orquesta, que habló de una «velada humillante», se negó a levantarse para recibir los aplausos del público

No hay paz para Plácido Domingo. En la Arena de Verona, escenario de grandes triunfos para el tenor admirado en Italia, acaba de fracasar dos días consecutivos, recibiendo muy duras críticas con gran repercusión en todos los medios italianos. Domingo participó en la 'Noche de la Ópera de Verdi' -un viaje a través de 'Aida', 'Don Carlo' y 'Macbeth'-, y al día siguiente dirigió 'Turandot', la ópera de Puccini. En la primera velada, la decepción del público fue evidente porque la repetida amnesia del artista durante 'Macbeth' le obligó a abandonar la escena final, con la justificación de un «repentino descenso de voz», siendo sustituido por el barítono ruso Roman Burdenko. En cuanto a 'Turandot', se critica a Domingo por no respetar la partitura.
Su doble actuación en la Arena de Verona, uno de los lugares más emblemáticos en el mundo de la ópera, fue un fiasco, según se lee en una nota del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (Sindacato Lavoratori della Comunicazione, SLC). Los músicos y profesionales del sector consideran que las dos veladas dedicadas a Plácido Domingo fueron «una debacle total». «A decir verdad -se lee en nota del SLC- el desenlace de las veladas, dados los bochornosos ensayos, había sido previsto y denunciado por los propios artistas del coro, profesores de orquesta y técnicos de escena, quienes inmediatamente comprendieron que Domingo no estaba a la altura de su fama y de la tarea que le encomendó la Fundación Arena di Verona».
La misma nota del SLC, sindicato que forma parte de la mayor fuerza sindical italiana (CGIL), calificó como «pésimo» el resultado de las dos actuaciones: «Sólo la profesionalidad de los trabajadores artísticos y técnicos de la Fondazione Arena permitió que el evento no se convirtiera en un gigantesco fracaso. En 'Turandot', una obra difícil -tanto más si no se realizan los ensayos necesarios-, todos los trabajadores se han sentido abandonados a sí mismos en más de una ocasión -añade la nota del SLC-. Lo confirma la protesta de la orquesta que, consciente de la mediocridad del espectáculo, se negó a ponerse de pie ante la habitual señal del director que los invitaba a levantarse para recibir los aplausos». La nota del sindicato concluye que muchos profesores de orquesta y artistas del coro no tienen dudas: «la del 26 de agosto fue una de las veladas más humillantes para todo el sector artístico. Esperamos que la dirección artística se replantee la organización de Gala Domingo 2023».
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