Emoción, llanto y sorpresa en el concierto de homenaje a Taylor Hawkins, el fallecido batería de Foo Fighters

La inesperada muerte del batería de Foo Fighters, Taylor Hwkins, ocurrida el pasado mes de marzo en las horas previas a un concierto de la banda en Bogotá, tiñó de tristeza al líder de la misma, Dave Grohl. Su anterior banda, Nirvana, ya se disolvió tras el suicidio de su líder, Kurt Cobain. Por eso el concierto de homenaje a Taylor Hawkins, celebrado el sábado en Wembley, fue sanador. Entre otras cosas porque un Hawkins ocupó, durante una canción, la batería de la banda. Fue Shane Hawkins, el hijo del desaparecido Taylor, y la canción elegida fue 'My Hero'.

El homenaje reunió a nombres propios del rock de hoy y de siempre. Pasaron por el escenario Kesha, Pretenders, Brian May, Liam Gallagher, Paul McCartney… Todo nombres de alto voltaje para un show que quedará en la memoria de muchos y que tendrá una segunda edición el 27 de septiembre en Los Ángeles.

Grohl dirigió unas palabras al fallecido batería, al que se refirió como «amigo, compañero y hermano». «Nadie reía, bailaba y cantaba como él», dijo, «así que hoy vamos a reír, cantar, bailar, llorar y gritar».

Taylor Hawkins contaba con 50 años de edad cuando murió, antes de su actuación en el Festival Estéreo Picnic en Bogotá (Colombia). El músico fue encontrado sin vida en el hotel de la ciudad donde se hospedaba la banda.