Sebastián Yatra: «Ir a terapia es una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida»

Sabemos lo que es el karma, pero ¿y el dharma?

Es una filosofía de vida. Se habla mucho del karma, pero no tanto del dharma, que es un poco como la otra cara de la moneda. Se complementan el uno al otro, porque el karma son las lecciones que aprendes, lecciones que duelen, que están atadas al miedo, a las expectativas. Cuando superas esas lecciones entras en un estado de conciencia superior, que es el dharma. Es como abrir los ojos, y empezar a vivir el aquí y ahora aceptando la vida y la realidad tal como es. Con su felicidad, pero también con su tristeza. Cuando estamos felices estamos preocupados pensando cuándo se acabará, y cuando estamos tristes queremos que se acabe cuanto antes. Lo que hay que hacer es aprender de ambas, para reconciliarse con uno mismo. Hay que saborear la vida, porque cada momento que vives no volverá a repetirse nunca. A mí me ayuda escribir canciones para plasmarlos.

¿Ha habido algún punto de inflexión en su vida, en el que haya aprendido todo esto?

(Largo silencio)... Sí, el año pasado. Fue el año emocionalmente más complicado para mí. Me hizo cuestionarme muchas cosas, en todos los sentidos, y decidí comenzar a ir terapia después de 26 años de vida, lo cual ha sido una de las decisiones más importantes que he tomado nunca. También empecé a hacer yoga para conocer mi mundo interior y empezar un camino hermoso de búsqueda interna, en el que aprendí que hay magia en el interior de cada ser humano.

El disco es muy vitalista.

Soy muy optimista. Aunque también haga algunas canciones tristes, todas guardan un mínimo de luz y de esperanza, de aceptación, de ganas de ser mejor.

Es una colección de singles, más que un álbum homogéneo.

Cada canción ha tenido su propio proceso independiente. Me gusta estar pendiente de todo lo que las rodea, las emociones, las colaboraciones, etc... He trabajado con productores que son unos cracks increíbles.

'Si me la haces' es un reguetón de los de perreo duro. ¿Tiene cuidado al escribir las letras de canciones como esta?

Totalmente. Aunque es una canción muy sexual, de perrear hasta el piso, la letra no hace daño a nadie. Es una coquetería fina, divertida, y se puede disfrutar y hacerte sentir sexy y tener ganas de portarte mal (risas), pero sin llegar a utilizar palabras obscenas o irrespetuosas como se oyen en otras canciones de reguetón.

¿Cree que J Balvin o Maluma se han pasado un poco con algunas letras? ¿O es la gente la que se ha pasado criticando?

Una cosa es hablar de cosas que suceden en la realidad, como el abuso a las mujeres, y otra muy distinta es hacerlo con un enfoque que valide ese abuso. Esas cosas no suman nada, son negativas. Cuando la letra de una canción validan el ser machista o tratar diferente a una persona por su raza o por su género, denigrándole, ahí es donde yo siento que no suman. Aun así, quiero dejar claro que este comentario no va en contra de nadie. Los artistas a veces decimos que no vamos a cruzar determinadas líneas, y por circunstancias de la vida personal o profesional de pronto ves las cosas de otra manera y las acabas cruzando. La cuestión es darse cuenta, y saber dar marcha atrás a tiempo. A veces crees que lo estás haciendo todo perfecto, y de pronto te das cuenta de que te arrepientes de esto o de aquello. El público también tiene que ser capaz de perdonar.

¿Cómo fue su gira con Enrique Iglesias y Ricky Martin el año pasado? ¿Pudieron hacer todos los conciertos?

Yo no pude estar en toda la gira, pero en los conciertos que estuve, fue mágico. Poder acompañar a estos maestros fue mágico. Aprendí mucho de sus consejos, me enseñaron mucho desde el ejemplo, y también a través de nuestras conversaciones.

¿Qué consejos le dieron?

Más que dármelos ellos, yo los veía al verlos actuar. Sobre todo al ver su postura sobre la tarima, su presencia. Eso es algo de lo que tenía que aprender, y verlos a ellos me hizo un 'clic'.

Le habrán preguntado por el Benidorm Fest, claro.

Todos los periodistas, ¡pero no lo he visto! No podría opinar. Tendré que verlo y enterarme de qué está pasando.