El foro romano más antiguo de la Península Ibérica sale a la luz en la 'pequeña Italia' aragonesa
Retoman las excavaciones arqueológicas en el yacimiento aragonés de La Cabañeta tras una década interrumpidas
Hallan una escultura de una ninfa acuática del siglo II en Elche

A solo 17 kilómetros de Zaragoza, en el yacimiento de La Cabañeta (El Burgo de Ebro), se levantó hace más de 2.000 años una importante ciudad romana de vida efímera y nombre incierto en la que están sacando a la luz el foro ... más antiguo encontrado hasta la fecha en el interior de la Península Ibérica. «Es un hallazgo de excepcional importancia», señala en conversación telefónica con ABC Borja Díaz, investigador del Instituto de Patrimonio y Humanidades (IPH) de la Universidad de Zaragoza y codirector junto al arqueólogo Alberto Mayayo de las excavaciones que se han retomado este julio, tras una década de parón. «Foros de época republicana hay documentados muy pocos», explica.
La urbe, que se sospecha que pudiera ser la ciudad de 'Castra Aelia' mencionada por Tito Livio, fue fundada por los romanos en el último tercio del siglo II a.C., tal vez a partir de un campamento militar, en la fase inmediatamente posterior a la derrota de los celtíberos en Numancia. En su corta vida se extendió en unas 30 hectáreas, a un kilómetro y medio del actual pueblo de El Burgo de Ebro, y se estima que pudo albergar a unos 6.000 habitantes.
Por su ubicación junto al Ebro, se cree que funcionó como un puerto fluvial, convirtiéndose en un importante centro de distribución de mercancías que recibía también objetos de lujo o semilujo. Sin embargo, apenas duró un siglo en pie. La ciudad fue destruida de forma violenta durante las guerras sertorianas en la década de los 70 de la siguiente centuria. Los arqueólogos han constatado niveles de incendio y tanto el material cerámico como las monedas recuperadas parecen confirmar esa cronología. Su trágico final, sin embargo, la encapsuló para la posteridad, como también le ocurrió a La Custodia o a Irulegi. «La Cabañeta ofrece una foto fija del tránsito del siglo II al I a.C.», resalta Díaz.

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Las investigaciones iniciadas en el año 2000 por el arqueólogo Antonio Ferreruela y el profesor de la Universidad de Valladolid José Antonio Mínguez descubrieron los restos de unas termas de finales del siglo II a.C. («las mejor conservadas de la península de la época y de Europa occidental», a juicio de Díaz Ariño), acompañadas de una gran palestra. También se desenterró cuanto quedaba de un edificio de almacenes de grandes dimensiones que, según indica una inscripción hallada en uno de sus pavimentos, era gestionado por una asociación de comerciantes itálicos.
El significativo número de cerámicas importadas de Italia, incluso de vasijas de cocina, así como de inscripciones latinas halladas en esta antigua ciudad le confieren un carácter especial, según señala el investigador del IPH. «El interés de La Cabañeta es que fue creada para asentar a colonos italianos», subraya el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza y actual codirector de las investigaciones.

Con el repentino fallecimiento de Mínguez y la posterior pandemia, las excavaciones se suspendieron durante una década hasta que pudieron ser retomadas este mes, con Díaz y Mayayo al frente, la colaboración de estudiantes de la Universidad de Zaragoza y de voluntarios de la Asociación de Amigos de La Cabañeta y el apoyo financiero del Ayuntamiento de El Burgo de Ebro, la Diputación General de Aragón y el grupo de investigación Hiberus, del IPH.
Único en su cronología
Sus trabajos se han dirigido a la parte central del yacimiento, en un extremo del edificio de almacenes, donde se había identificado una enorme plaza enmarcada por un pórtico doble, con estancias ('tabernae') en el perímetro exterior que podrían corresponderse con locales comerciales y con un edículo, un espacio dedicado al culto.

Díaz Ariño resalta que «la hipótesis más razonable es que esa plaza central con doble pórtico corresponde al foro», una idea que «plantea interrogantes» ya que la existencia de este espacio orientado a la actividad política indica que la población podría haber alcanzado un estatus jurídico privilegiado.
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Dada su antigüedad, esta plaza forense dataría del momento en que este tipo de complejo se empezaba a diseñar y desarrollar. «Es muy interesante porque no tenemos edificios públicos romanos de esa cronología en el interior de la Península Ibérica», destaca Díaz Ariño que en una nota de la Universidad de Zaragoza se muestra convencido de que este descubrimiento »contribuirá a transformar de manera radical nuestro conocimiento de la fase inicial de difusión de los modelos arquitectónicos romanos en Hispania».
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