Bernardo de Gálvez, victorias imperiales

Esa misma noche se firmó la capitulación, por la cual toda La Florida Occidental volvió al seno del imperio español en América del Norte, del que había formado parte desde sus inicios. Como episodio extraordinario de la trayectoria compartida de ambas naciones, la toma de Pensacola por Gálvez ha sido, en el mejor de los casos, ignorado de manera incomprensible.

ENSAYO

'Bernardo de Gálvez'

• Autor Gonzalo M. Quintero
• Editorial Alianza
• Año 2022
• Páginas 736
• Precio 30,95 euros

Tanto por lo que supuso de éxito en una historia militar española de la cual solo parecen recordarse con machacona y ridícula insistencia derrotas, deserciones y pestes. A este repecto es importante recordar que, en 2014, Obama firmó la resolución conjunta del Congreso por la que se confirió la nacionalidad honoraria a Bernardo de Gálvez.

En este volumen formidable, basado en una investigación prodigiosa y con eficacia narrativa, el diplomático e historiador Gonzalo M. Quintero remedia una injusticia y estudia una figura compleja y apasionante. Aunque solo vivió cuarenta años, el sobrino del gran ministro de Indias José de Gálvez llegó a lo más alto -virrey de la Nueva España-, tuvo derrotas y grandes victorias y conoció un amor verdadero, la criolla Felicitas de Saint-Maxent.

Esta dio a luz a su hija póstuma Guadalupe tan solo una semana después de su muerte. Los ocho capítulos constituyen el repaso de una biografía y el retrato de una época. El primero, dedicado a los años iniciales, evidencia la «meritocracia de la nobleza», una fuerza social que determinó la conversión de la antigua monarquía compuesta en moderna estructura de nación española, en ambas orillas del Atlántico. Gálvez se alineó con los oficiales militares aficionados a las ciencias, «especialmente odiados por los mozos viejos».

Convertido en 1777 en gobernador interino de la Luisiana, Gálvez transformó una región desafecta en bastión del imperio español, gracias a una combinación de premios y «felicidad pública». De su breve etapa en el gobierno novohispano, recuerda Quintero, sobresalió una política de atracción de los indígenas que reflejó su experiencia como capitán de caballería en las guerras contra los Apaches, con los que no dudó en contemporizar. Y es que, a diferencia de otros, Bernardo de Gálvez siempre supo hacer, donde quiera que se hallara, aquello que correspondía.