José Luis Garci - TELEGRAMAS CINÉFILOS
‘Moom’ y el cine
William Somerset Maugham, un auténtico gigante de la literatura, tuvo una relación dispar con la industria cinematográfica

William Somerset Maugham , Moom para los amigos , fue el escritor más famoso de su tiempo -toda la mitad del siglo XX-, y para mí uno de los mejores, un auténtico gigante de la literatura. Sus relatos, tanto los que suceden en ... los mares del Sur o Japón, como en Inglaterra -‘La carta’, ‘Lluvia’, ‘El collar de perlas’, ‘La caída de Eduardo Barnard’, ‘El sacristán’…-, son excepcionales, una combinación perfecta entre Maupassant y O. Henry . Sus libros de viaje no los ha superado nadie. Su teatro -Moom ha sido el único autor inglés, desde aquel otro William, Shakespeare , en tener en cartel, a la vez, y en numerosas ocasiones, cuatro comedias en Londres-; su obra teatral, decía, refleja la sociedad victoriana, y su herencia, igual que las de Wilde o Bernard Shaw . Sus ensayos literarios (‘Diez novelas y sus autores’ es una joya que ríete de los análisis de Harold Bloom ) o sobre la pintura, tan profundos como amenos, son un ‘divertimento’; nunca han sido explicados con tanta claridad Zurbarán o El Greco . Y, en fin, sus novelas: ‘Servidumbre humana’, mi preferida, juega en la liga de Jane Austen , Dickens o Dostoyevski ; ‘Liza de Lambeth’, «muy Zola», la chica obrera engañada, seducida y abandonada por todos; ‘La Luna y seis peniques’, biografía encubierta de Gauguin; ‘El filo de la navaja’…
Pero la pregunta es: ¿salió contento Moom de sus relaciones con el cine? Sí y no. ‘Servidumbre humana’ se ha llevado a la pantalla en 1932 (con Leslie Howard y Bette Davis , dirección de John Cromwell ), 1946 (reparto equivocado: Paul Henreid y Eleanor Parker , dirección de Edmund Goulding ) y 1964 ( Laurence Harvey y Kim Novak , dirigidos por Henry Hathaway ). La mejor versión es la de Cromwell y también fue Bette la que sacó mayor partido a su personaje, Mildred, la camarera y luego prostituta. La gran adaptación de la extraordinaria novela, aún está por hacer. ‘La carta’, la filmó por primera vez Jean de Limur , 1929, con Jeanne Eagels , que fue nominada a mejor actriz por la recién fundada Academia de Hollywood.
En 1940, William Wyler la revisitó de nuevo, con Bette Davis, y el resultado fue una magnífica película desde la primera escena -Bette dispara a su amante hasta agotar las balas del revólver- a la última, tan llena de emoción como de serenidad; Howard Koch (‘Casablanca’) adaptó el relato y lo convirtió en uno de los grandes melodramas Warner. Por su parte, de ‘Lluvia’ también se hicieron tres adaptaciones: ‘La frágil voluntad’ ( Raoul Walsh , 1928, con Gloria Swanson encarnando a Sadie Thompson); ‘Bajo la lluvia’ ( Lewis Milestone , 1932, y Joan Crawford dando vida a la puta que se detiene en Pago Pago durante una epidemia, y Walter Huston como el misionero que pierde la cabeza por ella); y ‘La bella del Pacífico’ (Curtis Bernhardt , 1953, en Technicolor, y nada menos que con Rita Hayworth , aunque ya no en sus mejores días; acompañaba a Gilda José Ferrer como el reverendo. Lo mejor de este empeño de Columbia fue la canción ‘Blue Pacific Blues’). A pesar de Greta Garbo , ‘El velo pintado’ (1934, dirección de Richard Boleslawski , producción MGM) no funcionó tanto como se esperaba, y eso que en el guion participó Salka Viertel , madre de mi amigo Peter. En 1957, Ronald Neame se hizo cargo de un ‘remake’ poco afortunado, en CinemaScope y blanco y negro, con Eleanor Parker . Sin embargo, en 2006, John Curran nos regaló una obra maestra narrando con enorme talento y sensibilidad la aventura extramarital de la mujer de un médico que lucha en China contra una terrible epidemia de cólera. Naomi Watts, Edward Norton y Liev Schreiber están soberbios en, para mí, una de las mejores películas de lo que llevamos de siglo.
‘El filo de la navaja’, 1946, también de Goulding, con Tyrone Power , es muy buena; Gene Tierney, Clifton Webb, Anne Baxter (ganó el Oscar), están sensacionales, como lo está Somerset Maugham haciendo de Somerset Maugham. En 1984, John Byrum volvió a filmar la novela, con Bill Murray , pero la cosa no pasaba de ser un telefilm alemán de sábado por la tarde. Merecen consideración, ‘Soberbia’, 1942, otra ‘delicatessen’ de Albert Lewin , ‘Nuestros superiores’ ( Cukor , 1933), y las antologías de los relatos recogidos en ‘Cuarteto’, 1948, y ‘Torbellino de la vida’, 1952.
¿Tuvo motivos Moom para quejarse? Sí y no. A mí me parece que es mejor leer a Moom que contemplar sus párrafos en la pantalla. Maugham fue el ‘Lo que el viento se llevó’ de la literatura de su época. Un Rolls-Royce de escritor.
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