Muere a los 74 años Aline Kominsky-Crumb, pionera del cómic underground
La autora, mujer del historietista Robert Crumb, ha fallecido en su casa del sur de Francia, donde vivía desde hace tres décadas

Al final de 'Constelación gráfica', exposición que reúne en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona el trabajo de nueve autoras de cómics de vanguardia, un visual recuerda a todas las mujeres que, de una u otra manera, han ayudado a configurar la galaxia del noveno arte en los últimos años. Mujeres como Aline Kominsky-Crumb, pionera del cómic underground femenino fallecida el martes a los 74 años en su casa de Francia.
Su apellido, ligado desde hace 45 años al del genial cascarrabias Robert Crumb, ya da alguna pista de por dónde van los tiros. Sin embargo, la neoyorquina, pintora y editora además de dibujante, fue mucho más que la mujer del autor del autor de 'Mr. Natural': confesional, directo y poco complaciente, su trabajo le valíó el reconocimiento de la Comics Alliance y el aplauso casi unánime de las nuevas generaciones de historietistas.
Nacida en agosto de 1948 como Aline Goldsmith en el seno de una familia judía de clase media, Aline coqueteó brevemente con la contracultura del East Village, estudió en la Universidad de Arizona y conoció a Crumb, su segundo marido, cuando se trasladó a San Francisco. Fue ahí donde su carrera despegó y empezó a cobrar relevancia al entrar a formar parte del colectivo de mujeres dibujantes que editaban la antología de cómic underground femenino 'Wimmen's Comix'. Su relación con Crumb no era bien vista por el colectivo, así que se alió con Diane Noomin para fundar 'Twisted Sisters', una revista que estaría en activo entre 1976 y 1994.
Otro de los hitos de su carrera llegaría en 1980, cuando tomó el relevo de Petter Bagge y se hizo cargo de la antología de cómic underground 'Weirdo'. Junto a Crumb, para quien Aline era «su dinamo'', firmó 'Háblame de amor', ácida crónica de su relación en la que marido y mujer se analizan en clave autobiográfica y narran su traslado de Estados Unidos al sur de Francia. Ahí llegaron en 1991 y ahí pasó el resto de su vida una artista que aprovechó su nueva vida europea para volcarse en otra de sus pasiones: la pintura. En 2007, Kominsky-Crumb recuperó amor por el cómic para publicar 'Need More Love: A Graphic Memoir', una autobiografía gráfica.
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