Y no sólo el Clase B de Mercedes-Benz: también los Ford C-Max y Renault Scénic pueden ir tomando nota de lo que BMW tiene en cartera, pues esta vez se trata de un prometedor monovolumen compacto llamado a batirse con todos ellos. Mide 4,35 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,56 metros de alto, y además de un dinámico diseño muy próximo a la producción en serie exhibe un buen número de ingeniosas soluciones.
Entre ellas un dispositivo de impulsión híbrida enchufable, o Plug-in Hybrid, configurado por un motor de gasolina 1.5 turbo de 3 cilindros (con tecnología TwinPower Turbo Twin Scroll, distribución variable VALVETRONIC, inyección directa…), que no tardará en llegar a otros BMW de serie, combinado con otro eléctrico (alimentado por una batería de ión litio) eroga un conjunto de 190 CV (es algo más de manera puntual ante fuertes aceleraciones, fruto de la función Boost asociada) con un promedio irrisorio: 2,5 l/100 km.
Al parecer, puede recorrer hasta 30 km en modo EV; es decir, 100% eléctrico y sin emisiones. También ofrece una circulación COMFORT, SPORT (prima el factor prestacional) y, sobre todo, ECO PRO, en la que yendo entre 50 y 160 km/h desacopla el motor térmico de la transmisión, e incluso llega a apagarlo, siempre que no se ejerza presión sobre el acelerador.
A todo ello, estrena innovaciones como un techo panorámico Cool Shade que se oscurece o aclara pulsando un botón, instrumentación Black Panel como la de la última Serie 7 (sobre una pantalla de 10,25 pulgadas que es configurable) y un sistema que coordina la electrónica del vehículo con la información de tráfico recibida en tiempo real para optimizar el consumo eléctrico según el tráfico e incluso la orografía que el vehículo encontrará frente a sí.