Blanco cede y la privatización de AENA también se aplaza
El ente público pospone tres meses la fecha límite del plazo de presentación de ofertas para la entrada de capital privado en Barajas y El Prat
MADRID
La presión de las empresas interesadas en hacerse con las concesiones y las críticas al proceso por parte del Partido Popular han llevado al Gobierno a retrasar tres meses la privatización de los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona). Según reconoció el propio ente público ayer en un comunicado, su presidente, Juan Ignacio Lema, propondrá el próximo lunes al consejo de administración el aplazamiento hasta el 31 de enero de 2012 de la fecha límite para la presentación de las ofertas.
Aunque AENA asegura que «las condiciones técnicas y económicas» se mantendrán intactas, su decisión sume al proceso en la total incertidumbre y da carta blanca al Gobierno resultante del 20-N —que, según todas las encuestas, estará en control del PP— para diseñar la entrega a manos privadas de la gestión de ambos aeropuertos.
El actual partido en la oposición ha rechazado contundentemente los términos y los plazos dispuestos por el equipo del ministro de Fomento, José Blanco, una operación que ha llegado a tildar de «expolio». El coordinador económico de los populares, Cristóbal Montoro, exigió incluso la «paralización inmediata» de las privatizaciones de AENA y Loterías y Apuestas (LAE) para no «malvender el patrimonio del Estado», días antes de la frustrada salida a Bolsa de esta última.
Pese al fiasco de LAE , el presidente del gestor aeroportuario, Juan Ignacio Lema, en una entrevista publicada el pasado 2 de octubre en Empresa, hizo hincapié en que se trataba de «procesos completamente distintos» y que existía total confianza en el cumplimiento del calendario de privatización previsto.
Fragilidad en los mercados
Los siete consorcios que habían mostrado su interés (entre ellos, los liderados por Ferrovial, FCC, Acciona, Abertis, el grupo San José y Aeropuertos de París) habían manifestado su descontento con el elevado precio —un canon inicial sumado a los pagos anuales— y los rigurosos plazos. AENA se había marcado el objetivo de cerrar las adjudicaciones del 90,05% de las sociedades de Barajas y El Prat en noviembre, casi en el tiempo de descuento de la legislatura.
Para ello, las compañías debían pujar por los aeropuertos antes del 31 de octubre, algo que muchas veían imposible, dada la frágil situación de los mercados y la sequía del crédito. Había un riesgo considerable de que, en el último momento, AENA se encontrara sin ninguna oferta sobre la mesa. «La razón para la ampliación del plazo es la petición por parte de las empresas participantes en el concurso debido a las dificultades para reunir la financiación necesaria en la fecha establecida», indicó AENA en el texto.
En el aire quedan los 5.300 millones que iban a engrosar las cuentas públicas, procedentes del canon de salida de 3.700 millones de euros de Barajas y 1.600 millones de El Prat. La propia titular de Economía, Elena Salgado, señaló en una entrevista en «Financial Times» que esos ingresos extraordinarios se destinarían a la reducción de la deuda pública, aunque no iban a suponer una modificación del calendario de las emisiones.
Pese a todo, fuentes de la entidad pública presidida por Lema insisten en que la venta sigue en marcha y que los consorcios han reiterado su interés por participar en el concurso. «La ampliación del plazo de presentación de ofertas refuerza la operación, ya que permitirá asegurar la máxima calidad técnica y financiera de las ofertas que se presente», concluye el gestor.
Fomento arroja la toalla
A juicio del PP, la decisión de AENA ha venido a confirmar que su postura resultaba «lógica». El diputado popular y portavoz en la Comisión de Fomento del Congreso, Andrés Ayala, dijo que el aplazamiento demuestra que su partido «tenía razón» cuando defendía que el proceso de privatización era un «despropósito», dado que «ni el modelo, ni el procedimiento, ni el calendario» eran los adecuados, remachó en declaraciones a Ep.
El PP denunció en varias ocasiones que el Gobierno carecía de autoridad para llevar a cabo una transformación del sector aeroportuario de ese calado. «La ley dice claramente qué decisiones puede tomar un Gobierno en funciones y cuáles no. La privatización de AENA es una de las que tiene que tomar un Gobierno reforzado por el resultado de las urnas», explicó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
La medida levantó también ampollas en el entorno nacionalista. El portavoz de Fomento de CiU, Pere Macías, lamentó el «riesgo» de que, si gana en los próximos comicios, el PP «vuelva al modelo de absoluta centralización».
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