tecnología
Los Aipods más caros del mundo
Son de oro blanco con 1.000 diamantes engarzados y se venden por 20.000 euros
La creación más cara y ostentosa sobre unos Airphones ha salido al mercado, están bañados en oro blanco y en sus laterales brillan 1.000 diamantes . La base en la que se cargar está diseñada acorde al dispositivo: es de mármol, el material de moda en decoración y embellece cada lugar al que se traslade.
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La exclusividad es un factor que quiso cuidar su diseñador, Ian Delucca dado que la esencia del producto es esa: tener un objeto único. Sólo existen 25 unidades en el mercado . Como consecuencia también son los más caros: se han llegado a vender por 20.000 euros .
Cada vez más seguidores se alían a la marca de la manzana. Sus accesorios son muy reconocibles y se ven habitualmente en cualquier entorno. Muchos aficionados de Apple consideran sus gadgets como un accesorio más en su look y quieren diferenciarse del resto, que los definan y los desmarquen del grupo.
La demanda de accesorios lujosos para personalizar los smartphones ha crecido tanto que algunas empresas han encontrado su nicho y se dedican única y exlusivamente a customizar teléfonos móvil y accesorios incrustando en ellos todo tipo de materiales nobles. Tómese como ejemplo el nuevo teléfono móvil de oro que le regalaron a Leo Messi : un Iphone XS max bañado en oro de 24 quilates que llevaba grabado el nombre de su familia.
El Iphone Caviar es una clara muestra de la demanda de tecnología de lujo. Este smartphone está también bañado en oro de 24 quilates, aunque algunas partes de su carcasa se recubrieron de titanio. Incorpora diamantes, esmeraldas, zafiros, esmeraldas y topacios ; pero sus piedras preciosas no son el detalle más ostentoso del dispositivo: el iPhone carga un Apple Watch . La pieza vale 40.000 euros .
La prehistoria de este fenómeno es la ostentosa empresa Cobra, que fabricaba sus propios dispositivos de lujo. Eran auténticas obras de arte de la orfebrería, pero no cubrían las necesidades de los techies. Sus funciones eran muy limitadas y en el año 2008 no pudieron seguir el ritmo de las grandes empresas tecnológicas . Sus usuarios tampoco imaginaban entonces las infinitas aplicaciones de sus teléfonos móviles sólo un siglo después. Ni que la dependencia que les provocarían.
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