Estos fueron los primeros caprichos de lujo que se dio David Beckham cuando saltó al estrellato
Es dueño de uno de los patrimonios más impresionantes del mundo junto a Victoria Beckham, pero no siempre fue así. Estos fueron los primeros caprichos que David Beckham se dio
Por qué David Beckham sigue siendo una máquina de facturar dinero

Todo el mundo habla de David Beckham. Como si estuviéramos en los años dosmil, cuando era el futbolista más mediático del planeta. En realidad, no sorprende, ya que el inglés ha sido de los pocos deportistas con tirón popular que no ha dejado de ser un icono mundial y un gancho para todas las marcas desde que colgó las botas. Y prueba de ello es la repercusión que está teniendo el estreno de su documental, que hasta en el título demuestra la fuerza que sigue teniendo el apellido del ahora empresario: Beckham, como se titula la producción de Netflix, es una oportunidad para conocer algunos de los pasajes de la vida del que fuera futbolista del Real Madrid que todavía no habían trascendido.
Por ejemplo, de los lujos de David Beckham sabemos mucho más ahora que cuando dio el salto a la fama a mediados de los años 90, siendo un joven jugador del Manchester United, el club de su vida aunque luego jugara también en el Milan, el Paris Saint Germain o Los Angeles Galaxy, además del Real Madrid. De aquellos primeros años de la carrera profesional de David Beckham, en España tenemos muchos más recuerdos de él como pareja de Victoria, por entonces «la pija» de las Spice Girls, que como el archiconocido deportista y empresario que es, algo que en nuestro país se multiplicó tras su matrimonio con la que todavía es su mujer, su auge como futbolista y, finalmente, su llegada al Real Madrid en el año 2004.
La opinión pública española tiene muchos borrones acerca del primer David Beckham, y es por eso que este documental que ha estrenado Netflix es tan interesante desde nuestro prisma. Ya sabemos, porque lo cuenta el propio protagonista y algunas de las personas más cercanas durante toda su vida.
Sí sabíamos que David Beckham, a diferencia de Victoria, que, como ella misma confiesa en el documental incitada por su marido, iba al colegio en un Rolls-Royce de su padre, tiene orígenes familiares humildes, 'working class' británica de manual puesto que su padre era un instalador de gas y su madre peluquera. Ahora, amasa una fortuna incalculable junto a su pareja, disfruta de sus residencias de lujo en la campiña británica y en ciudades como Miami, donde preside el club de la ciudad, para el que juega Leo Messi, y cuenta con una colección impresionante de vehículos de lujo, relojes y ropa. Pero todo el lujo que rodea a David Beckham tuvo un inicio, su primer contrato profesional con el Manchester United, la puerta a sus primeros caprichos, los cuales conocemos ahora en detalle gracias al documental de Netflix.
Los cuatro primeros caprichos de David Beckham
David Beckham no esconde que le gustan los objetos de lujo. Aunque ahora le veamos a menudo entre abejas —la apicultura es su última afición— y paseando por el campo con sus perros cuando tiene ocasión, su vida está bañada en lujo. «Me encanta comprar, me encantan los coches, los relojes…», dice el propio exfutbolista en un pasaje del documental sobre su vida que ha dirigido por Fuster Stevens, conocido por su papel secundario pero con importante protagonismo en la serie 'Sucession'.
Lo que el documental sobre su vida nos enseña es que no ha sido el aumentar su cuenta corriente lo que ha hecho al empresario inglés aficionarse a los coches o relojes caros, sino que ya venía «de serie» con esta afición. Su gran amigo y excompañero en el Manchester United y en la selección inglesa. Phil Neville, deja constancia de ello. «Él recibía su sueldo un viernes y se lo gastaba todo el sábado y después se pasaba toda la semana esperando el siguiente sueldo para comprarse otra cosa», afirma.
No es de extrañar que lo primero que hiciera nada más recibir la cantidad de su primer contrato con Adidas fuera invertir íntegramente en dinero en un coche. 50.000 libras exactamente. El propio David Beckham lo cuenta también en su documental. Este fue el primero de sus cuatro grandes lujos.
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BMW M3
Cuando David Beckham firmó uno de sus contratos con Adidas que debía de ser de los primeros que rubricó con la marca germana a tenor de la cantidad económica que recibió, 50.000 libras, tardó cuatro días en invertir todo el dinero en un BMW M3. Así lo explica él mismo en el documental biográfico: «Firmé un contrato con Adidas por 50.000 libras y salí y compré un M3... por 50.000 libras», asegura el inglés. Phil Neville cuenta en el documental que fue Beckham quien «elevó el nivel del parking» de jugadores del Manchester United.
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Porsche 911 Carrera S
Como Maluma y tantos otros hombres de origen humilde que engordan su cuenta corriente tras convertirse en Estrellas, el Porsche 911 Carrera S Coupé es un sueño que tienen entre ceja y ceja. También a Beckham le pasó. De hecho, fue uno de los primeros coches de lujo que condujeron tanto él como Victoria Beckham cuando todavía eran simplemente los protagonistas de un noviazgo glamuroso. Dicen que Beckham se gastó un sueldo entero en el coche, allá por 1997. Este fue realmente ese coches que elevó el nivel del aparcamiento privado en la ciudad deportiva del Manchester United al que hace referencia Phil Neville, aunque no tardaron en llegar otros diseños icónicos al garaje de su amigo David Beckham.
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Rolex de oro
Ahora a Beckham se lo rifan las casas de relojes de lujo para vincular su imagen a la del empresario, pero hubo un tiempo en el que el inglés era un apasionado de los relojes que anhelaba empezar su colección personal. Se sabe que un Rólex de oro fue uno de sus primeros caprichos de lujo cuando se convirtió en la estrella que todavía es un cuarto de siglo después, pero nunca ha trascendido qué modelo era.
Algunas publicaciones internacionales aseguran que una fotografía del año 1999 muestra claramente que entonces ya tenía un Rolex Yachtmaster de oro amarillo con esfera blanca en su colección porque era el reloj con el que se dejaba ver.
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Una chaqueta de cuero de Gucci
David Beckham se define a sí mismo en el adelanto que Netflix publicó de su documental como «amante de las cosas bonitas», y la ropa es una de ellas en su opinión. Con su primer gran sueldo, por este gusto suyo por la ropa que pronto le convertiría en el abanderado del concepto «metrosexual» que tanto se estiló en torno al cambio de siglo, se compró una chaqueta de cuero de Gucci.
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Es prácticamente imposible saber el modelo porque repasando la hemeroteca hay muchísimas fotos de Beckham, la mayoría en eventos junto a Victoria, con prendas que pueden encajar. Es más, no sería de extrañar que se comprara más de una chaqueta de Gucci y de otras marcas de lujo ya en sus primeros compases como futbolista con un sueldo acorde a su impacto dentro y fuera del campo de fútbol.
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