Cuadros de Dalí y Warhol y una mansión en Manhattan: los lujos de Reinaldo Herrera
El marido de la diseñadora de moda Carolina Herrera ha fallecido a los 91 años de edad en su vivienda en Nueva York: así fue su vida y su fortuna
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A Reinaldo Herrera, fallecido a los 91 años de edad en su casa de Manhattan, el lujo le viene de cuna. El marido de la diseñadora de moda Carolina Herrera —lleva su apellido de casada— nació y creció en el seno de una ... familia aristocrática venezolana residente en Nueva York, la ciudad en la que alimentó la fortuna que comparte con su mujer, valorada en más de 100 millones de euros. A diferencia de otros empresarios, como el fundador de Mango, Isak Andic, en el patrimonio material de Reinaldo Herrera no destacan los coches de lujo o los aviones privados, sino que, fiel al estilo de las fortunas neoyorquinas, es su vivienda en Manhattan y su colección de arte lo más valorado económicamente.
El mundo de la moda y de la crónica de sociedad neoyorquina se tambaleó esta semana con el anuncio del fallecimiento de Reinaldo Herrera, hecho público con un mensaje en redes sociales de Titina Penzini, figura cercana al editor de moda y la diseñadora Carolina Herrera.
Aunque fue su carrera en la moda, desempeñada en la revista Vanity Fair, lo que le hizo popular, Reinaldo Herrera nació en un ambiente opulento en lo económico. Lo hizo en Venezuela en 1933, fruto del matrimonio de formado por Mimi Guevara Pietrantoni, escritora y traductora, y Reinaldo Herrera Uslar, marqués de Torres Casas, título nobiliario concedido por Felipe V en 1722 al maestre de campo Don Andrés Urbina y Landaeta —perdió el título en los años 90 por no haber tenido hijos varones: la pareja tuvo dos hijas, Carolina Adriana y Patricia Cristina, que se unieron a Mercedes y Ana Luisa, hijas del primer matrimonio de la diseñadora de moda—.
Durante su tiempo en su país natal, Reinaldo Herrera se crió en la Hacienda de La Vega, la residencia familiar en Caracas, un complejo del año 1590 que cuenta con 65 habitaciones. El espacio, todavía en pie, se alquila para eventos.
Ya en Nueva York, Reinado Herrera creció en la mansión familiar del Upper East Side, y en 1968, cuatro después del divorcio de Carolina Herrera y Guillermo Behrens Tello, se casó con la que fue su mujer durante toda su vida, la prestigiosa y popular diseñadora de moda Carolina Herrera.
Juntos, ella desde su faceta como creadora, y él como editor de la lista de mujeres mejor vestidas —(International Best Dressed List, IBDL)—, en la que incluyó precisamente a su mujer allá por 1971, regaron la fortuna que poseen, sustentadas en el éxito de todos los productos —no solo moda, también perfumes— de Carolina Herrera, cuyo primer desfile en la ciudad de los rascacielos tuvo lugar en 1981. Reinaldo, además, fue el responsable de los proyectos especiales de su revista, de forma que entre su origen y su labor profesional se rodeó siempre de la élite, tanto estadounidense como europea.

La mansión de lujo en Manhattan
La vivienda en Manhattan de Reinaldo y Carolina Herrera es la gran «caja fuerte» que guarda la fortuna del matrimonio. Por lo menos, su parte más sentimental: la que conforma la propia vivienda en la que han residido durante casi medio siglo, y su colección de arte, que incluye cuadros de Dalí y Warhol.
La pareja adquirió una de esas típicas casas de lujo de Manhattan, conocidas como 'brownstone' por el inconfundible aspecto exterior: una casa adosada baja de ladrillo rojo, levantadas entre el siglo XIX y siglo XX, con un estilo con reminiscencia neoclásica, como el de la escalinata balaustrada por la que se accede, y sus grandes ventanales arqueados al nivel del suelo.
Por fuera, dado que el terreno en el que se levantan suele ser estrecho, no tienen una apariencia de ser viviendas especialmente grandes, pero la mayoría son auténticas mansiones de lujo. Y aunque apenas hay documentación del interior de la casa del matrimonio Herrera, no hay duda de que la suya lo es.
Pocos fotógrafos han tenido el privilegio de retratar el interior de la mansión neoyorquina de Carolina y Reinaldo Herrera. Como ocurrió con la casa de campo en Suiza en la que Audrey Hepburn vivió durante la segunda parte de su vida, una revista de moda norteamericana sí pudo visitarla, InStyle, en 2014.
Ese reportaje fotográfico nos permite saber que la casa de lujo del matrimonio parece un museo de artes decorativas, y al mismo tiempo una pinacoteca, ya que los cuadros son quizá lo más valioso de toda la decoración recargada de la vivienda, donde las paredes coloridas y los muebles clásicos son protagonistas.
No faltan en la vivienda las fotografías familiares, incluyendo algunos retratos del famoso fotógrafo Robert Mapplethorpe, pero son los cuadros que decoran las paredes de la vivienda lo más llamativo de la fortuna que deja Reinaldo Herrera: no todo el mundo puede recibir a la familia Kennedy, el matrimonio Reagan o royals europeos como la princesa Margarita de Inglaterra y la infanta Elena en una vivienda privada que tenga un retrato de su padre firmado por Dalí o un retrato de su mujer hecho por Andy Warhol.
Warhol, Dalí y otros cuadros de la colección de los Herrera
En las paredes de las distintas estancias del 'brownstone' de Manhattan de Carolina y Reinado Herrera cuelgan muebles y cuadros que podrían estar en los museos más importantes del mundo.
Por ejemplo, quienes visiten la vivienda de lujo pueden contemplar pinturas del siglo XVII del artista neerlandés Jan Hackert o sillas italianas del siglo XVIII.
Pero en la vivienda está muy presente también, en ese eclecticismo propio del tiempo histórico que vivió Reinaldo Herrera y vive su mujer, Carolina, el arte de Andy Warhol.
Como explica la fundación del pintor, el matrimonio conoció a Andy Warhol a finales de la década de 1970, antes de que ella lanzara su firma de ropa —a comienzos de los 80, como hemos mencionado anteriormente— y antes incluso de vivir en Nueva York.
«Una noche, en una cena en 1979, Warhol propuso un intercambio. Había admirado un minaudiére de malla de oro y diamantes de Van Cleef & Arpels que Herrera llevaba. 'Andy lo tomó y jugó con él toda la noche. Cuando lo devolvió, dijo: 'Si me lo das, te daré tu retrato a cambio'. Le dije: 'Tómalo, es tuyo'. Y eso fue todo», relata la fundación Warhol sobre el origen del retrato de Carolina Herrera pintado por Warhol.
En realidad, según esta fuente oficial, fueron cuatro los retratos que Andy Warhol pintó de Carolina Herrera a finales de los 70. Lo hizo después de tomar 60 imágenes con una Polaroid durante una sesión con la diseñadora. «Seleccionó una pose frontal que incluía su peinado Gibson y sus pendientes de esmeraldas», señala la Fundación Warhol.
En este post de Instagram de la propia fundación del pintor se pueden apreciar imágenes de la diseñadora tomadas por Warhol y sus dos retratos más conocidos: ambos en gran formato (1 metro x 1 metro), son acrílico y tinta serigrafiada sobre lino y datan de 1979.
Pero la relación con la pintura del matrimonio Herrera es anterior a su vínculo con Andy Warhol. Incluso anterior al propio enlace de la pareja venezolana. La prueba la guarda en sus catálogos la fundación Gala-Salvador Dalí: un retrato del padre de Reinaldo Herrera, el marqués de Torre Casa, que pintó Salvador Dalí en 1959.
Entre pinturas y decoración de lujo, en pleno corazón de Manhattan, desarrollaron su vida familiar dos de las figuras más importantes en la historia contemporánea de la moda estadounidense: Carolina Herrera y su marido recientemente fallecido, Reinaldo Herrera.
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