El ministro de Universidades justifica el acoso a Ayuso: «Degrada la universidad y está todo el día creando campus privados»

Si bien durante varios días previos los sindicatos llamaron al boicot del acto, fue a la salida del mismo cuando hubo empujones y gritos entre Policía y manifestantes, además de que la presidenta necesitó ser escoltada para salir del edificio de la Facultad de Ciencias de la Información. En cualquier caso, ya la tensión se palpó durante al acto cuando la alumna Elisa Lozano, premiada con la mejor calificación por su carrera en Audiovisuales, aprovechó su discurso para cargar contra la presidenta madrileña.

El ministro Subirats no solo defendió el acoso sino que fue más allá y condenó, como la alumna, el hecho de que la Universidad Complutense decidiera nombrar a Ayuso alumna ilustre.

«Me parece muy mal que la universidad pública, que lo hace con toda la autonomía, haga ilustre a una persona que en su política universitaria está degradando a la universidad pública», espetó el ministra. Esgrimió que se trata de «la comunidad que tiene un nivel de financiación más bajo» y atacó a Ayuso porque, a juicio del ministro, «está todo el día incentivando la formación de universidades privadas». «Creo que esto es un poco contradictorio que una persona formada en la universidad pública tenga una política universitaria que sea lo contrario», apuntó el ministro.

Las declaraciones se producen tras una fuerte polémica por la aprobación en la nueva ley de Universidades el pasado mes de diciembre de un nuevo apartado que hace alusión a la posibilidad de que los campus se posicionen políticamente y que fue criticado por Universitaris per la Convivència. Dicho apartado dice que una de las funciones «fundamentales» de los claustros es la de «analizar y debatir otras temáticas de especial trascendencia». Este texto, aparentemente inofensivo, sonó diferente (y más claro) en la boca de la diputada Marta Rosique, del Grupo Parlamentario Republicano, que en el Pleno del Congreso del pasado 21 de diciembre dijo: «Hasta ahora, universidades como la de Barcelona o la Politécnica de Catalunya eran denunciadas ante los tribunales por posicionarse sobre temas de profunda actualidad política y de afectación en su entorno. Cuando se apruebe esta ley, las universidades podrán analizar y debatir temáticas de actualidad por ley. Basta ya de limitar la libertad de expresión; las universidades deben ser y son pilares democráticos y deben poder ejercer como tales».

Por otro lado, y respecto a la crítica de que Ayuso se pasa el día creando campus privados lo que Subirats no señaló es que su ley ha sido fuertemente criticada por castigar a las nuevas privadas. ¿Cómo? Por ejemplo, al exigir a los campus privados la dedicación de un superior no inferior al 5 por ciento en investigación, un objetivo prácticamente imposible de cumplir en el caso de las universidades de reciente creación.