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El Señor de San Gonzalo recorre su barrio en su 50 aniversario entre multitudes

El Cristo del Perdón y el Mayor Dolor celebraron vía crucis por sus feligresías

Programa de la Semana Santa de Sevilla 2025

El Señor del Soberano Poder de San Gonzalo
El Señor del Soberano Poder de San Gonzalo m. j. r. rechi
M. J. R. Rechi

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El Señor del Soberano Poder ante Caifás, de la hermandad de San Gonzalo, salió por las calles del barrio León y Triana para conmemorar el cincuentenario de su bendición. La autoridad eclesiástica no aprobó las misiones previstas hasta el barrio de Los Remedios, pero la corporación ha incorporado en sus reglas la celebración de un vía crucis cada cuarto viernes de Cuaresma.

La primera edición de este vía crucis tuvo lugar en las bodas de oro de la imagen. Con una duración de unas tres horas y media, recorrió la feligresía, alcanzando incluso la calle Evangelista en una tarde primaveral de sol, calor y aromas de incienso y azahar.

En 2017 tuvo lugar la última salida en vía crucis del Señor del Soberano Poder, con motivo del 75 aniversario fundacional de la hermandad y de la parroquia de San Gonzalo. En aquella ocasión, lo hizo de manera extraordinaria, al igual que en 2011, cuando protagonizó un recordado vía crucis de las cofradías. En esa ocasión, la hermandad esperó hasta última hora para trasladar al Señor a la Catedral de manera fugaz.

En esta ocasión, el Señor salió ataviado con la túnica bordada morada de Mariano Martín Santonja, igual que en este espléndido 28 de marzo, fecha muy distinta a la de 2024, cuando era Jueves Santo.

La plaza presentaba un aspecto propio de un Lunes Santo por la cantidad de público congregado. Con la salida de la cruz de guía se iniciaba un cortejo numeroso. La expectación por ver al Soberano en la calle se palpaba en el ambiente, en una plaza repleta de fotógrafos. Tal como estaba previsto, a las siete en punto cruzó el dintel de la parroquia, deteniéndose varios minutos a escasos metros del lugar donde se leería la primera estación. En ese instante, el sol iluminó por completo la imagen del Señor de San Gonzalo, en un momento que simbolizaba que, tras la tormenta, llega la calma: el Señor estaba en la calle.

El Señor avanzaba entre los naranjos repletos de azahar, ofreciendo momentos que no eran extraordinarios, sino ordinarios, porque este vía crucis ha llegado para quedarse. Algunos fotógrafos aguardaban expectantes en la avenida de Coria, listos para inmortalizar al Soberano envuelto en el resplandor dorado del sol antes de su ocaso sobre el Aljarafe.

Mientras tanto, los mayores esperaban la llegada del Señor en la residencia que visita cada Lunes Santo antes de partir hacia Sevilla, aunque a partir de ahora lo hará también en Cuaresma. Algunos estaban sentados en la plaza del centro, otros asomados a los balcones. Cristo venía a verles, y así lo reflejaban sus rostros, encogidos por la emoción, llenos de esperanza, mientras se rezaba una estación en la más estricta intimidad.

Ese momento tampoco quiso perdérselo la corporación municipal. Entre los asistentes se encontraban el alcalde, José Luis Sanz; el delegado de Triana y Fiestas Mayores, Manuel Alés; así como los directores del distrito.

El vía crucis continuó. En la avenida de Coria no cabía un alma más, como muestra la imagen, una prueba del fervor que el Señor del Soberano Poder de San Gonzalo despierta en tantas personas. Este vía crucis ha llegado para quedarse, porque es un acto profundamente demandado por los devotos que quieren estar cerca del Soberano, una imagen que llama con fuerza a la evangelización, tan necesaria en estos tiempos de pérdida de creyentes. Sin embargo, con cultos como este, queda demostrado que la fe sigue muy viva en Sevilla.

Vía crucis Cristo del Perdón y Mayor Dolor

En la Catedral había otra cita ineludible de la Cuaresma, el vía crucis el Cristo del Perdón por el patio de los Naranjos, llevado a cabo tras la culminación del tercer día del triduo llevado a cabo en la parroquia del Sagrario. El escenario era idóneo, el perfecto, un piadoso acto de recogimiento, con el público preciso, aunque cada año va a más. El Señor es llevado desde el templo a la puerta del Perdón, su lugar habitual en un culto, en apenas media duración, abriendo los carráncanos, cerrando los fieles que lo acompañan. Una cita digna de visitar cada cuarto viernes de Cuaresma.

Por otro lado, San Lorenzo continuaba con su particular calendario con el besapiés del Cristo del Mayor Dolor del Dulce Nombre o de la Bofetá en el presbiterio de la parroquia, como ha sido llamada cariñosamente esta hermandad toda la vida, un culto que continuará durante el fin de semana pero en la capilla de la corporación. Pasadas las ocho de la tarde daba inicio el vía crucis con la imagen titular de esta hermandad de mayor antigüedad por la feligresía, viviendo su momento más especial a la llegada de la basílica del Gran Poder. El tiempo sigue descontando hojas del calendario porque Sevilla entra en sus días más esperados.

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