En vídeo: la rigurosa entrada en la plaza de la Campana del Cristo del Calvario

Entre el público de la Campana volvió a hacerse el silencio y la sobriedad retomó el protagonismo al paso del Cristo del Calvario, que esta vez accedió a la carrera oficial de nuevo desde la calle O'Donnell como fruto de los ajustes para mejorar la Madrugada de Sevilla.

Humilde y discreto avanzaba el crucificado de la Magdalena por la calle central de la plaza de la Campana ante un público sobrecogido en esta noche de contrastes. Momento para la reflexión entre la algarabía de las cofradías de barrio y capa de esta singular jornada de la Semana Santa hispalense.

El Santísimo Cristo del Calvario es una talla documentada de Francisco de Ocampo realizada entre 1611 y 1612. Se trata de una imagen manierista que invita a la devoción y que, curiosamente, no fue concebida para procesionar, sino para presidir una capilla funeraria en la iglesia de Santa Catalina, lo que explica sus dimensiones, algo menores que las habituales.

Este año la hermandad del Calvario presenta dos grandes novedades. La primera y más visible es la vuelta a su itinerario tradicional, saliendo por la puerta lateral de la Real Parroquia de la Magdalena, y accediendo a la Campana por Murillo y O'Donnell en lugar de por la plaza del Museo y Alfonso XII, como hizo en sus últimas estaciones de penitencia. Esto se debe al alargamiento del recorrido de la Esperanza de Triana por Zaragoza y la Plaza Nueva.

Por otro lado, en el mes de enero se produjo un importante hallazgo documental, como fue la escritura de venta del Cristo de Francisco de Ocampo en 1636 a la hermandad de los Mulatos, lo que demuestra que el crucificado fue titular durante 150 años de esta desaparecida cofradía, germen de la actual hermandad del Calvario.