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Inerco, la ingeniería que crearon dos profesores y que ahora gana contratos de Cepsa y Amazon
Pedro Marín empezó colaborando como becario en la primera spin-off de la US y hoy es el CEO
Crece gracias a los proyectos de hidrógeno verde y biometano, y prevé facturar 200M€ en 2027

Inerco, la empresa que crearon dos profesores de universidad, va a dar un salto adelante gracias a la lluvia de proyectos vinculados con la descarbonización. Esta compañía, que celebra ahora su 40 aniversario, ha ganado las adjudicaciones de Moeve (antes conocida como Cepsa) ... para ocuparse de los estudios ambientales, de seguridad e ingeniería de sus plantas de hidrógeno verde en Huelva y Cádiz, se encarga también de los permisos y de la planta de aguas de la nueva fábrica de cobre verde de Cunext y se ha hecho con contratos para insonorizar los centros de paquetería de Amazon en Estados Unidos, Italia y España.
Esta firma fue fundada en los 80 por dos investigadores de la Universidad de Sevilla para aportar soluciones en materia de sostenibilidad a las empresas. Ahora, la compañía cuenta con 800 empleados, repartidos por ocho sedes, y despedirá el ejercicio de 2024 con 70 millones de facturación, una cifra que crecerá hasta los 100 en 2025 y los 200 en 2027, según explica a ABC el presidente ejecutivo de Inerco, Pedro Marín.
¿La razón de este crecimiento? «Hemos cerrado contratos relevantes gracias al impulso de la descarbonización», detalla Marín desde un despacho decorado con un mapamundi gigante en el que están señalados todos los puntos en los que tiene presencia la firma. A la izquierda, un mueble repleto de galardones y, entre ellos, uno muy especial, el de la estatua de Fama, el icono de la Universidad donde fue gestada Inerco.
A su tradicional actividad de diseño de infraestructuras energéticas, se une una creciente demanda vinculada a proyectos de biometano (como el contrato marco con Redexis para desarrollar diez plantas por valor de 150 millones) o de hidrógeno verde (como la adjudicación para desarrollar la ingeniería de las plantas de Cepsa en Huelva y Cádiz, de Reganosa en Galicia o Ignis en el puerto de Sevilla).
Otro nicho en el que está creciendo Inerco es el de captura de CO2 y, en este sentido, se ha hecho con contratos para desarrollar la ingeniería de la planta de la cementera Holcim en Carboneras (Almería) o también en la de Magnon Green Energy, la filial de Ence. Además, se ha adjudicado los trabajos relacionados con los permisos para que Cunext abra una nueva factoría para hacer cables de cobre a partir de chatarra o la autorización del proyecto de economía circular de Atlantic Copper.
«Quiero que Inerco crezca porque me gustaría que mis empleados tengan oportunidades para desarrollarse y no tengan que irse a otra empresa mayor«, explica Marín. En los próximos tres años, la firma espera duplicar su nómina de trabajadores.
La firma quiere salir de compras
Para ello, se han planteado una hoja de ruta con dos factores claves: uno será el crecimiento en mercados como Europa, Estados Unidos o Emiratos Árabes. El otro será salir de compras. En concreto, buscan firmas de valor añadido que estén relacionadas con los créditos de carbono y la biodiversidad, es decir, aquellas ingenierías que se centran en medir y corregir el impacto de los proyectos industriales en la fauna y la flora.
La estrategia de crecer mediante inorgánico ya la han puesto en marcha anteriormente. Este fue el 'modus operandi' para llegar a Colombia, Perú o Chile. También para aterrizar en México, Brasil y Portugal, donde se hizo un hueco tras comprarle tres compañías a Mapfre.
Pedro Marín, de becario a máximo accionista
Los cimientos de esta ingeniería empezaron a construirse en la década de los 80, cuando dos profesores de la Escuela de Ingenieros realizaban, en el marco de un proyecto académico, asesoramiento para que las empresas se adaptaran a las nuevas normativas de la Unión Europea.
Tras ello, las firmas del sector seguían reclamando esos servicios a los profesores. De esta forma, Luis Salvador y Vicente Cortes decidieron fundar Inerco para poder seguir ofreciendo sus servicios una vez que el proyecto académico había finalizado. Así, nació la primera spin-off de la Universidad de Sevilla.
Los investigadores ficharon a un equipo de cinco personas para echar a rodar aquella iniciativa. Uno de ellos fue Pedro Marín, por aquel entonces estudiante de Ingeniería Industrial. Había colaborado como becario con el proyecto y, de hecho, entregó su trabajo de fin de carrera justo el día antes de incorporarse a la firma de la mano de quien él define como su maestro, el anterior CEO, José González. Marín fue escalando en la compañía y en 2014 fue nombrado director general. Ha sido en este 2024, cuando ha decidido hacerse con el 70% del capital de la empresa.
Los directivos compran Inerco
La operación la ha realizado acompañado de José Manuel González, exceo de la aseguradora Howden y presidente del think tank de los empresarios del sur de España (Cesur). En su caso, González ha adquirido el 24% de Inerco.
Este movimiento se conoce en la jerga empresarial como Management Buy Out (MBO), un término que se acuñó para designar a las operaciones financieras que implican que los directivos o empleados se hacen con la propiedad de la compañía. «Inerco es mi vida y no podía hacer otra cosa», asegura Marín.
El siguiente paso será hacer partícipe a otros directivos en el accionariado y, para ello, Marín prevé repartir en los próximos meses un 10% de sus participaciones entre el comité de dirección. «Mi ilusión es hacer de Inerco una ingeniería global centrada en la sostenibilidad y que sea propiedad de sus empleados», concluye Marín.
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