entrevista
«Sting no pide tonterías y algunos que están empezando vienen con seis guardaespaldas»
Rafael Casillas Menacho, fundador del Concert Musical Festival, Cabaret Festiva y Noches de la Maestranza, dice que «cuanto más importante es un artista, más sencillo suele ser» y cuenta que «Ronnie Wood vino a ver a Barcelona a El Barrio con un amigo y nadie más»
«Nos riñeron en la Maestranza porque no estábamos acostumbrados a un lugar tan especial y sin una sola marca»
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Rafael Casillas Menacho se dedica desde 1992 a la promoción de festivales de música. El Concert Musical Festival, Cabaret Festival o Noches de la Maestranza hablan de su inmejorable instinto para las localizaciones y de su solvencia como empresario. Ha contratado a figuras ... míticas como Sting (Police) o Roger Hodgson (Supertramp) y a artistas mundialmente reconocidos como Marc Anthony, Gloria Gaynor, Maluma o Ara Malikian. También ha traído a Andalucía a grandes voces como Raphael, Vanesa Martín, Miguel Poveda, Malú, José Mercé, Tomatito, Estrella Morente, El Arrebato o Kiko Veneno y talentos como C.Tangana.
-A su empresa le cogió la pandemia en plena organización de su segundo Concert Music Festival y tuvieron que cancelar todos los conciertos y devolver miles de entradas. ¿Pensó que no saldrían de ésta?
-Nos costó mucho trabajo resistir pero artistas internacionales que iban a venir como Sting, Marc Anthony o Juan Luis Guerra se portaron fantásticamente con nosotros. Y eso nos dio facilidad para devolver a la gente que quería el dinero de sus entradas. Las cosas fueron cambiando y nosotros nos fuimos reinventando. Montamos Cabaret Festival y giramos por toda España. En Vitoria y Bilbao tuvimos que suspender porque allí la pandemia se expandió de otra forma, pero logramos aguantar el tipo. Fue mucho trabajo porque eran una cosa tras otra: las mascarillas, reducción de aforos, las vacunas de los artistas, etcétera. Pero al final nos dio mucha fuerza y la pandemia, por buscarle algo bueno, sirvió para ordenar los conciertos y no tratar al público como borregos. Y para que mejorara la limpieza y la higiene de los servicios, que la gente ya casi no fume en los sitios y todos tener más cuidado con la salud y el bienestar de los demás. Ahí tuvimos todos un gran máster.
-¿Los artistas que trae a sus conciertos tienen muchas manías?
-Hay artistas españoles que acaban de empezar en la música que piden más cosas que cualquier artista internacional. Sting, Marc Anthony, Rod Stewart o Maluma no piden nada. El lujo lo tienen en su casa y lo único que piden es limpieza. Otra cosa es que pongan en un contrato ciertas cláusulas para protegerse contra un productor que salga indecente. Es como una salvaguarda que los mánager sólo reclaman en estos casos. Yo estuve el pasado fin de semana en Barcelona con el Barrio, que actuaba, y vino Ronnie Wood, el bajo de los Rolling Stones, a verlo. Vino solo con un amigo. Y aquí viene cualquier artista que está empezando y viene con seis guardaespaldas o pide una moqueta especial para llegar al escenario.
-¿Me está diciendo que cuanto más importante es el artista menos tonterías tiene?
-Sí, algo así. En general, cuanto menos carrera tienen, más tontos son, y los que tienen más carrera, son más sencillos. Aquí hay mucho teatro con los artistas jóvenes que están empezando y los que llevan mucho tiempo en esto y una trayectoria consagrada no tienen tanto teatro ni piden la mitad de cosas que los otros. Son más decentes. Les preocupan sus montadores y la gente que va con ellos, pero no tienen manías ni tonterías como los otros.
-La música es un lenguaje universal que une a personas con ideas, religiones y culturas muy distintas. ¿Nos hace falta más música para mejorar el mundo?
-Hace falta más música y más actitud en las personas para mejorar el mundo. Y más humanidad y más empatía con el otro. Y más ganas de aplaudir y pasárselo bien que de dar bofetadas y pasárselo mal.
-Resulta paradójico que se aprovechara un festival de música por la paz para cometer asesinatos como ocurrió en la frontera con Gaza. Parece un oxímoron: la música, que es vida, y la muerte.
-Es muy triste para esas personas que murieron, para sus familiares y para todos. ¿Hay que ir a un supermercado o a un festival de música para hacer esa barbarie? Hay que ser ya malo. A eso hemos llegado y te quedas muy mal.
-¿Le gustaría organizar un concierto en Oriente Próximo o en Ucrania que ayudara a la reconciliación?
-Me gustaría mucho. Y desde hace muchos años hay muchos artistas que lo están haciendo y colaboran con estas causas. Pienso en Sting o U2, por ejemplo. Están dando la cara y eso es bonito en un artista porque al final consiguen cosas. La música puede conseguir muchas cosas.
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