Los artistas se alían contra el estigma del Sida en el Alcázar de Sevilla
«Angeles en Sevilla», aúna en una obra y una exposición las consecuencias físicas y psicológicas del virus
El Sida desciende en Sevilla con apenas 120 casos diagnosticados al año
Los artistas se han unido contra el Sida. Creadores sevillanos del mundo de la cultura, las artes, la ciencia, la comunicación, la academia o el emprendimiento han prestado su imagen, junto al alcalde Antonio Muñoz, para la obra Ángeles en Sevilla, representada este martes en el Alcázar ante alcaldes y concejales de ciudades de todo el mundo y diferentes autoridades políticas sanitarias, entre ellas, la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Todo ello en el marco de la celebración de la Conferencia Internacional Fast-Track Cities 2022, un movimiento de más de 390 ciudades comprometidas con el reto de acelerar la consecución de los objetivos de la OMS en la lucha frente al VIH en el mundo.
Dicho encuentro, que se prolongará hasta el jueves en Sevilla, ha servido de foro para la firma de una nueva Declaración de Ciudades Comprometidas con en la lucha contra esta enfermedad, en renovación de la firmada en París en 2014, a la que Sevilla fue la primera ciudad española en adherirse, y que supuso un verdadero hito para el avance de los objetivos marcados por la ONU en relación con el SIDA.
La representación de Ángeles de Sevilla, así como la inauguración de la exposición que la acompaña, tuvo lugar en el Alcázar tras firma de esta declaración y cuenta con la colaboración de Gilead.
Desarrollada por Máxima Public, del grupo Euromedia Comunicación, Ángeles en Sevilla es una obra inédita dirigida por el dramaturgo sevillano David Montero que aborda poéticamente las consecuencias físicas y psicológicas de sentirse diferente, y cuenta con la participación de tres figuras del flamenco contemporáneo: Tomás de Perrate, Miguel Marín y Vanesa Aibar.
Fotografías
Incluye asimismo una exposición en el Alcázar con las fotografías de quince creadores y profesionales que se han ofrecido a ser retratados con alas de ángel en localizaciones emblemáticas de la ciudad y experimentar así en primera persona la sensación de sentirse observados y señalados.
Los diseñadores Victorio y Lucchino, la actriz Paz Alarcón, la cantaora Rocío Márquez, el pintor y museógrafo Paco Pérez Valencia, los escritores Daniel Ruiz y Julio Muñoz @rancio, el chef Julio Fernández Quintero, la matemática Clara Grima, los periodistas Charo Padilla y Álvaro Moreno de la Santa, los emprendedores Rafael Vera y Josep Vicent González y el empresario y hermano mayor de la Hiniesta Nicolás de Alba, son los protagonistas de esta exposición, además del alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, y el propio director artístico de la campaña, el dramaturgo David Montero.
Todo lo hacen por luchar contra el estigma que sigue estando presente en la vivencia del VIH. Se estima que aproximadamente la mitad de las personas con VIH sufren trastornos neuropsiquiátricos. El 80 por ciento de los profesionales sanitarios está totalmente de acuerdo en que estos trastornos están infradiagnosticados y existe evidencia científica de que su tratamiento a menudo puede dar lugar a interacciones dañinas y problemas de adherencia, así como que tienen un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y pueden verse agravados por otros factores, como el estigma asociado a la infección por VIH o los efectos del propio tratamiento. De forma específica, se ha evidenciado que la depresión severa duplica el riesgo de muerte en personas con VIH.
Con Ángeles en Sevilla se ha pretendido lanzar al mundo un mensaje de concienciación que haga fijar la mirada en la salud mental de las personas que viven con la enfermedad, y en la importancia que tiene para su bienestar emocional el no sentirse señalados. Para ello, el estigma se ha representado con alas de ángel, invirtiendo las connotaciones habituales de este símbolo. Al posar con ellas, los participantes han expresado su solidaridad con quienes se sienten mirados e incomodados a causa de su diferencia, lanzando el mensaje de que debemos ser capaces de volar todos juntos.
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