XENOTRASPLANTES

Primer trasplante de hígado de cerdo a una persona en muerte cerebral

La intervención se hizo en China y se modificaron previamente seis genes del hígado del animal para evitar el rechazo

Primer trasplante de un riñón de cerdo modificado genéticamente a un paciente vivo en Estados Unidos

Una mujer es la receptora más longeva de un trasplante de órgano de cerdo funcional

Trasplante de órganos FLICKR

Un equipo de investigadores chinos realizó en 2024 el primer trasplante de hígado de cerdo modificado genéticamente en un ser humano con muerte cerebral. El estudio, publicado ahora en la revista 'Nature', sugiere que estos órganos pueden sobrevivir y funcionar en humanos, lo que ... podría representar una solución temporal para pacientes con insuficiencia hepática en espera de un donante.

Los científicos modificaron 6 genes del hígado del animal para evitar el rechazo, y trasplantaron el órgano a una persona de 50 años que se encontraba en muerte cerebral. Tras 10 días, evaluaron el estado del órgano y el receptor y comprobaron su funcionamiento correcto.

Según los autores, los resultados sugieren que los hígados de cerdo modificados genéticamente pueden sobrevivir y funcionar en humanos, lo que podría servir como terapia puente para pacientes con insuficiencia hepática que esperan donantes humanos.

El presente estudio, explicó uno de los autores, Li Wang, se llevó a cabo para evaluar la viabilidad del xenotrasplante de hígado de cerdo a humano. Gracias a la modificación genética y un entorno libre de patógenos se ha evitado el rechazo hiperagudo y posibles infecciones por virus porcinos.

El trasplante de hígado es la opción más eficaz para tratar enfermedades hepáticas terminales, pero la demanda de órganos supera con creces la oferta. En este contexto, los cerdos han surgido como una fuente alternativa viable, gracias a su compatibilidad fisiológica y el desarrollo de la edición genética para reducir el riesgo de rechazo.

El xenotrasplante es una alternativa prometedora ante la escasez de órganos, aunque se enfrenta a desafíos como el rechazo inmunológico y el riesgo de infecciones.

El xenotrasplante esta iniciando su etapa clínica, aunque los trasplantes realizados hasta la fecha son limitados: un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland realizó trasplantes de corazón de cerdo a humano, y científicos del Hospital General de Massachusetts y Universidad de Nueva York llevaron a cabo trasplantes de riñón de cerdo a humano. Además, científicos de la Universidad de Pensilvania utilizaron un hígado porcino para tratar a una persona con muerte cerebral y fallo hepática.

El equipo liderado por Hai-Long Dong, Lin Wang y Ke-Feng Dou, del Hospital Xijing trasplantó el hígado modificado de un cerdo miniatura de Bama. Durante diez días, los investigadores monitorizaron la función hepática, el flujo sanguíneo y las respuestas inmunológicas. El órgano produjo bilis y albúmina, mantuvo un flujo sanguíneo estable y no presentó signos de rechazo agudo, controlado con inmunosupresores.

Este equipo ya había realizado con éxito un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente en una mujer de 69 años con enfermedad renal terminal. La cirugía, llevada a cabo el 6 de marzo en el Hospital Xijing, mostró resultados prometedores: el riñón comenzó a funcionar inmediatamente y la función renal de la paciente se normalizó en tres días.

El procedimiento que ahora se presenta es innovador. Tal y como explicó Wang, la técnica quirúrgica utilizada es mínimamente invasiva, lo que sugiere su viabilidad en entornos clínicos como puente temporal y las modificaciones genéticas del hígado de cerdo son similares a las usadas en trasplantes previos de corazón y riñón.

Y, a pesar de que el hígado nativo del donante impide evaluar completamente el soporte a pacientes con insuficiencia hepática, «el estudio demuestra que las modificaciones genéticas evitan el rechazo hiperagudo», indicó en rueda de prensa.

Explicó Wang que al contrario que el riñón, el hígado tiene muchas más funciones que son necesarias para la vida humana lo que complicaba el trasplante de este órgano.

En cuanto a las limitaciones, Wang indicó que debido a la solicitud de los familiares del receptor, el estudio se dio por terminadoa los 10 días, «lo que hizo que el período de seguimiento fuera insuficiente para analizar las alteraciones en la función del xenoinjerto a largo plazo. Además -añadió- por el momento, solo pudimos medir las funciones básicas del hígado, como la síntesis de albúmina y la secreción de bilis. Sin embargo, este trasplante único de hígado de cerdo a humano aún puede proporcionar información crucial que no puede obtenerse únicamente a través de experimentos con animales».

Si los ensayos futuros confirman su viabilidad, dijo Wang, «esta técnica podría revolucionar los trasplantes y ofrecer una nueva esperanza a pacientes con enfermedades hepáticas graves».

Otro caso sin publicar

Ahora bien, para Wang es demasiado pronto para intentar este xenotrasplante en personas vivas. «Necesitamos seguir investigando antes de llegar a ese paso, comentó». De momento, ya han efectuado otro trasplante de hígado procedente de un cerdo en otra persona en muerte cerebral aunque todavía no se han publicado los resultados.

Wang añadió que mientras que los xenotrasplantes de corazón y riñón se han promocionado como posibles reemplazos de órganos a largo plazo, los xenotrasplantes de hígado se consideran principalmente una solución a corto plazo para personas con insuficiencia hepática. Podrían permitir la regeneración del hígado de una persona, por ejemplo, tras daños causados por el consumo de alcohol o drogas, o podrían ganar tiempo mientras se espera un donante de hígado humano.

Para Rafael Matesanz, fundador de la Organización Nacional de Trasplantes, este tipo de estudios en pacientes en muerte cerebral es una estrategia habitual para evaluar la viabilidad de los xenotrasplantes antes de aplicarlos a personas vivas. En Estados Unidos ya se han realizado trasplantes de riñón y corazón de cerdo a humanos, con resultados mixtos. Matesanz, en declaraciones a Science Media Centre, resalta que el trasplante chino no buscaba reemplazar permanentemente el hígado humano, «sino servir como «puente» en casos de insuficiencia hepática aguda».

En este sentido, Iván Fernández Vega, profesor de Anatomía Patológica en la Universidad de Oviedo, califica el estudio como un «hito en la historia de la xenotrasplantación hepática». Destaca este experto su rigurosidad del trabajo y la ausencia de complicaciones graves, pero advirtió que la duración del experimento (diez días) y la muestra reducida, 1 persona, impiden extraer conclusiones definitivas sobre su viabilidad a largo plazo.

En cualquier, considera que este avance abre la posibilidad de utilizar hígados de cerdo modificados genéticamente como solución temporal para pacientes con insuficiencia hepática aguda.

En España, señala Iván Fernández Vega, el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia está preparando un ensayo clínico para trasplantar hígados de cerdo modificados a pacientes con fallo hepático agudo, en colaboración con la Universidad de Múnich. Aunque este tipo de trasplantes no sería frecuente en el país debido a la alta tasa de donación de órganos, podría ser útil en situaciones de emergencia.

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