Una canaria que vive en Bilbao, sin palabras con lo que hace la gente del País Vasco en los días de lluvia: «Es flipante»

Para experimentar esos denominados 'choques culturales' no es necesario salir al extranjero. En España hay diferencias considerables entre territorios que provocan que, a veces, cuando una persona de una comunidad se desplaza a otra viva situaciones a las que no está acostumbrada.

No es algo que quede reducido exclusivamente a la gastronomía sino que tiene más que ver con maneras de relacionarse de las personas que viven en ese lugar o incluso con su relación con el clima.

Es lo que le ha pasado a Irene, una joven canaria que vive en Bilbao y que ha compartido un vídeo en su cuenta de TikTok relatando una de las mayores diferencias que se ha encontrado.

«Una de las principales cosas que me sorprende del País Vasco es que aquí llueva, haga un montón de viento e incluso yo creo que granice la gente va a seguir haciendo cosas», relata.

Se refiere esta usuaria de las redes a que las personas que viven en su ciudad no tiene problema en seguir yendo al bar, con sus amigos y saliendo a la calle en general aunque la meteorología sea adversa.

«En Canarias, cada vez que llovía, hacía viento o había una alerta se suspendían las clases, se suspendían las actividades... Todo», explica señalando así la principal diferencia entre ambos territorios.

Añade que «como no recomendaban salir no podías hacer nada». Además, subraya que en el momento de grabar el vídeo en el País Vasco se encontraban en alerta naranja y que conduciendo notaba como se movía «todo» por el viento: «Igualmente todo sigue su curso normal y corriente. Es flipante. Me sorprende mucho».

El vídeo de esta joven ha generado algunos comentarios de otros usuarios. Uno, por ejemplo, coincide con ella ya que explica que es de Tenerife y desde que vive desde hace unos meses en el País Vasco se ha dado cuenta de cómo el mal tiempo no es un problema.

Otra le explica que «si no no saldríamos» y bromea con que incluso que se sientan en la terraza. «Me crié en Bilbao, vivo en Canarias y soy monitora deportiva y aunque no haya alerta, el día que caen cuatro gotas no llevan a los niños a las actividades deportivas. He llegado a pensar que son efervescentes», cuenta una usuaria más tirando de sentido del humor. Otros le dicen que los paraguas son prácticamente una extremidad más del cuerpo.