Almodóvar, una Nobel coreana y la hegemonía cultural
La mejor manera de vender un país es su cultura, porque en el extranjero a nadie le importa lo que opine su creador
Pedro Almodóvar: «En un mundo que promueve la corrección política, la espontaneidad está en peligro»

No sabemos la ideología de Han Kang, la primera mujer asiática en ganar el Nobel de Literatura; tampoco interesa demasiado si su compatriota Bong Joon-ho firmó con 'Parásitos' una crítica al capitalismo, a la desigualdad o a sus compatriotas surcoreanos; solo recordaremos ... que ganó el Oscar. A quienes llevan 25 años siguiendo 'One Piece', el manga de Eiichirō Oda, les da igual si el autor japonés es anarcocapitalista o sueña con el retorno de un emperador totalitario. De la misma manera que si George Clooney dice una obviedad sobre Gaza nadie va a dejar de ver su última película. Pero si a un creador español se le ocurre ir en contra de la ideología de uno... ¡boicot! Pasa en todos los lados. De Garci, cuando ganó el Oscar, el periódico independiente de la mañana lamentó que la primera estatuilla para el cine español la lograra «un realizador menor» y no «directores españoles más importantes como Berlanga, Saura o Bardem». Y al revés: si Almodóvar levanta 'la zeja' se le espera al otro lado de la ribera con las garras afiladas sin importar si la película que está presentando es «menor» o «más importante».
Nada vende mejor a un país que su Cultura, diga lo que diga su autor. Por eso Estados Unidos domina el mundo gracias a un modelo que Corea del Sur lleva una década copiando para lograr una hegemonía cultural. Lo hacen a base de ayudas públicas para que sus series invadan el 'streaming', sus películas compitan en los Oscar y sus libros se lean por todo el planeta mientras se escucha K-pop. Medio mundo se tragó 'El juego del calamar' y 'Parásitos' y quiso acercarse a un país del que hace veinte años nadie sabía nada. «El audiovisual mejora la imagen del país y la diplomacia», dijo el ministro de Cultura de Corea a Bruno Pardo en ABC.
¿Hay subvenciones en el audiovisual español? Sí, aunque menos que en Estados Unidos, Corea, Francia, Italia, Alemania... y aún así 'La casa de papel' arrasó globalmente y Almodóvar inauguró la semana pasa el Festival de Nueva York tras vencer en el de Venecia. Ninguno de sus espectadores estaba interesado en lo que dijera sobre la «derecha reaccionaria» que tanto le preocupa, sino en ver una película española. No hay nada más patriota que eso. Y si luego el director opina algo que difiere a lo que piensa medio país, da igual. Fuera nadie lo entiende. Solo verán algo español.
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