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ABC Cultural
María Castro interpreta a la ama de llaves Pía Adarre en 'La Promesa' RTVE
Óscar Rus

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Si María Castro (42) está en 'La Promesa', el serial de época que emite La 1 de lunes a viernes (17.30), es gracias a sus directoras de 'casting', Eva Leira (hija de Carmena) y Yolanda Serrano. Porque Pía Adarre, el ama de llaves de La Promesa, es uno de los personajes más bondadosos y que más sufren en palacio (aunque últimamente le gana Teresa en cuanto a dramones).

O sufría porque, a decir verdad, el creador de la serie y su equipo de guionistas le han dado un respiro a Pía tras ser violada por el difunto (asesinado) barón de Linaja (el padre de Cruz) y dar a luz a su hijo, al que intentó envenenar Gregorio (Bruno Lastra), el mayordomo con quien se arrejuntó. Quizás esta calma chicha tenga que ver con que María Castro está embarazada de siete meses y medio y, en algún momento, más pronto que tarde, se marchará temporalmente de 'La Promesa'. De momento sigue grabando, así que no será hasta mayo o incluso junio cuando Pía Adarre se coja la baja en palacio.

En una entrevista con 'El confidencial', la intérprete asegura que lo que están rodando ahora mismo (con dos o tres meses de antelación) es 'tela marinera' y que los fans del serial tienen todavía 'mucho por ver'.

Aunque no suelta prenda, María Castro no da crédito a la ocurrencia del creador y productor ejecutivo de 'La Promesa', Josep Cister, porque lo que para ella era un 'problema' se convirtió en un reto personal para él. «Ha elaborado una trama, que no penséis en nada porque es imposible que acertéis. La gente se va a quedar con la boca abierta», avanza María Castro.

La actriz se lo contó al productor y se fue a grabar. En lo que tardó –media hora– en grabar dicha secuencia, su jefe ya había dado con la tecla. «'Sube a hablar conmigo, porque se me ha ocurrido una cosa que creo que te va a encantar'. La de Josep [Cister] es una cabeza muy prodigiosa, para ser capaz de salir de forma tan aprovechada de esta situación», cuenta Castro a 'El confidencial'.

La actriz espera que su personaje, tras todo lo mal vivido, se quede soltera –criando de su hijo Dieguito, el verdadero heredero del barón de Linaja– o encuentre a un buen hombre. No cayó la breva con Mauro (Antonio Velázquez), ni tampoco caerá la breva con el mayordomo Rómulo (Joaquín Climent), su mayor apoyo en palacio.

También avanza que la relación con Petra (Marga Martínez), su némesis en palacio, no irá por los derroteros que los espectadores puedan haber imaginado, sobre todo después de su acercamiento por Feliciano (Marcos Orengo), cuya muerte ha trastocado a su madre, Petra. «Puede que me la vuelva a liar. Preparaos, que se vienen curvas», adelanta María Castro.

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