Paz Vega: «Hay un sector joven que ve una salida fácil en el narcotráfico, pero es siempre minoritario»
La actriz vuelve a la televisión española para protagonizar «Perdóname Señor» en Telecinco
Lucía, la protagonista de «Perdóname Señor» es una religiosa con una vida apacible y una buena posición en Roma que decide regresar a su pueblo, Barbate (Cádiz), tras dos décadas de ausencia. Una experiencia similar ha vivido la actriz que interpreta a esta monja, Paz Vega , que después de rodar esta serie decidió volver a afincarse con su familia en España tras catorce años trabajando en Estados Unidos.
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«Es también mi vuelta a la televisión española, es un regreso en muchos sentidos», cuenta emocionada sobre la ficción que se estrenará muy pronto en Telecinco. «Mi reencuentro con España ha sido un sueño . La experiencia que viví grabando esta serie fue tan bonita, me removió tanto por dentro, que decidí precipitar mi vuelta. Espero que la Paz que aterriza aquí tenga más experiencia; aunque esta mañana estaba nerviosa, como si fuera mi primer estreno», bromea.
La realidad del narcotráfico
No obstante, la llegada de su alter ego en la ficción a Barbate no fue tan placentera. Allí la religiosa –«una mujer muy real, que duda, pero de armas tomar»– se dio cuenta de que su hermano (Paco Tous), pescador de profesión, se había convertido en un alcohólico; que el amor de su vida (Stany Coppet) era un poderoso empresario de dudosa reputación y que su sobrino (Jesús Castro), se había convertido en lo más parecido al líder de una banda de narcotraficantes. «Rafa, mi personaje, e s consciente de dónde se mete y las consecuencias que puede acarrear. Es el macho alfa, está hecho para ser jefe», cuenta Castro , que saltó a la fama tras su papel en «El Niño». «Me apetece hacer también otras cosas, pero prefiero estar treinta años trabajando encasillado a cinco o seis en casa muerto del asco», confiesa. Completan el reparto Antonio de la Torre, Christian Sánchez, Andrea Duro, Ruth Gabriel, Lucía Guerrero, Estefanía de los Santos y José Manuel Seda, entre otros.
Escrita por Antonio Onetti («Amar es para siempre»), esta miniserie de ocho capítulos cuenta con la ventaja de que Frank Ariza, su creador, originario de Barbate, conoce perfectamente la realidad de esta localidad gaditana. «No nos sentimos orgullosos de lo que se hace, sobre todo por la situación geográfica del pueblo y porque algunos se vieron obligados por la necesidad de alimentar a los suyos», apunta el productor. « El narcotráfico es una de las realidades de Barbate , pero también hemos recogido otras, como el tema de la inmigración», añade Ariza, que ha rodado toda la ficción en enclaves naturales de su ciudad natal, Zahara de los Atunes, Caños de Meca y Zahora. En total, cerca de 76 actores y más de mil figurantes han trabajado en la producción.
«El pueblo sale bien parado. El hecho de que haya garbanzos negros no quiere decir que todo el potaje esté podrido. Es cierto que hay un sector de la gente joven sin trabajo que ve salida fácil en el narcotráfico, pero es un sector minoritario. Sin embargo, para hacer una serie es jugoso, porque puedes hacer thriller y acción junto con todas las tramas de amor, familiares ... Aunque siempre están de fondo el problema del paro y la crisis», recuerda Vega.
Tras «El Príncipe»
Pese a que es fácil caer en la tentación de comparar «Perdóname Señor» con productos como «El Príncipe» (Telecinco), los actores se resisten a buscar similitudes. «El narcotráfico puede ser un punto de unión, pero en la serie protagonizada por José Coronado y Álex González yo no vi un fardo. Aquí se ven las lanchas, los helicópteros, la mercancía... El espectador empatizará más con la temática », cuenta Castro. «No son comparables, hay elementos comunes pero aquí hay mucha verdad, en todos los sentidos, desde los escenarios en los que se ha rodado hasta las interpretaciones. Hay muchos vecinos y amigos de Frank Ariza trabajando en la serie. Estábamos grabando la realidad de un pueblo con la gente del pueblo. Es ficción, pero hay muchos elementos que le dan veracidad y realismo», concluye Vega.
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