Pau Freixas ('Todos mienten'): «Me influyen más los grupos de chat de padres que las series»
El creador de 'Pulseras rojas' y 'Sé quién eres' presenta su último thriller, que nace de un escándalo sexual y llegará a Movistar+ en diciembre
Confiesa el productor Fran Araújo (Movistar+) que cuando empezaron a grabar series originales, después de 'La peste' se acercaron a Mar Coll , Cesc Gay y Pau Freixas , el único que les dijo que no, porque estaba embarcado en 'Sé quién eres'. Arropado por gran parte de su elenco –Irene Arcos, Lucas Nabor, Natalia Verbeke, Eva Santolaria, Amaia Salamanca, Jorge Bosch y Berta Castañé–, Freixas habló en el FesTVal de Vitoria de 'Todos mienten' con la pasión y velocidad que lo caracterizan.
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En la miniserie, de seis capítulos, también aparecen Miren Ibarguren, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio y Juan Diego Botto. A todos ellos los podrá ver el espectador en diciembre , en la plataforma de Telefónica. La historia, producida por Filmax , mezcla thriller, drama y comedia negra.
Felicidad superficial
Todo transcurre en la ficticia urbanización de Belmonte, «un pequeño mundo idílico donde la gente es feliz sí o sí», cuenta su creador. El detonante de la trama es la aparición de un vídeo en el que se ve a la maestra Macarena ( Irene Arcos ) en la cama con un alumno, hijo además de su mejor amiga ( Natalia Verbeke ). «De repente, aparecen las miserias de todos estos personajes, sobre todo de cuatro familias», mientras se enreda un misterio no tan fácil de desentrañar, porque todos mienten.
«Me gusta que sean personajes emocionales, no un supervillano con un plan maestro. Son cuatro mujeres con impulsos e inseguridad. Eso hace que la historia sea un puzle muy potente. En un entorno de pandemia, nos apetecía llorar, pero también reír a ratos . Cuando fuimos a rodar, nos ayudó sentir que éramos unos privilegiados y que teníamos ganas de que esas emociones salieran».
Reparto querido
Freixas buscó un elenco poderoso, de «actores con el cariño de la gente, lo que genera un vínculo inmediato y les permite ir del drama a la comedia». «Son actores elásticos, con un ancho de banda tan grande que aportan ese tono particular de serie con alma propia, jugona y divertida». Incluso la música ayuda: «Cada capítulo se cierra con un tema cantado por una mujer y que tiene una retranca irónica. No quería que la serie se tomara excesivamente en serio. Hay algo de la vida de esta personas muy superficial, pero cuando rascas aparecen las mierdas. El thriller no podía entrar desde lo oscuro y truculento, sino desde el juego, el cluedo. Ven a jugar, espectador . Luego, la verdad va saliendo y todo coge otra dimensión».
La mezcla de estilos tiene una razón de ser: «Me he cansado de los géneros puros. Para que uno me entre, el nivel de brillantez tiene que ser extremo. Me divierten mucho los juegos con el espectador, que se vea interpelado a participar, y me apetecía huir de 'Sé quién eres' . Eran personajes cerebrales y maquiavélicos. Entonces venía de hacer 'Pulseras rojas' , personajes con cáncer, muy emocionales, y no podía más. Ahora quería volver a los impulsivos, inseguros, imperfectos, sin un plan maestro. Y me puse a escribir mujeres con la voluntad de permitirles que lo hagan todo: equivocarse, pelearse y hasta acostarse con un alumno, lo que hemos permitido a los tíos durante cientos de años. Enseguida me apeteció hacer comedia, en hacer planos sin cortes, como los de Woody Allen , salvando las distancias, en los que los actores son los que levantan la escena».
¿Es una serie complicada, imposible de ver en una cadena generalista? «Me considero público estándar. No soy un sibarita que necesite cosas superlentas o especiales, que molan mucho. Las más normales, con personalidad y con alma, también las disfruto. Es lo que me sale hacer. No soy Haneke , sino más comercial. Acabo haciendo cosas que valen igual para plataformas y para abierto. Algunas de las mejores series, como 'The good wife' , se han hecho en abierto. No sé qué habría hecho diferente para Telecinco. Creo que nada».
Hay una escena que define muchas cosas, en la que los cuatro hombres se van a jugar al pádel como si nada hubiera pasado, mientras ellas se tiran de los pelos: «Igual me juzgan, pero me sale pensar que hay un mecanismo de defensa en un alto número de tíos muy diferente del que tienen las mujeres. Es el escaqueo emocional , porque no hemos sido educados para enfrentarnos a las emociones. Rodando la escena acabé diciendo, no pasa nada, pero montada descubrí que funcionaba. Es muy fina».
Freixas acepta los parecidos con algunos referentes, como 'Big little lies' y 'Mujeres desesperadas' , pero relativiza su importancia: «Me influyen más los grupos de chat de padres que las series. Con el estornudo de un niño se monta un lío. ¿Te imaginas que sueltas ahí la bomba de una profesora que se acuesta con un alumno? Explotarían los móviles. Me ha encantado esas series y siempre te acompañan, pero no quería que fueran una referencia. Pero si alguien las compara me parece bien, las admiro».
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