Hazte premium Hazte premium

LA TRIBU

Árbitros

Es penoso comprobar cómo la habilidad de algunos es capaz de jugar, sin escrúpulos, con los sentimientos de miles, millones, de aficionados a este juego

Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El otro día, en este periódico, el director, Alberto García Reyes se me adelantó a la idea que yo tenía de hablar un poquito de los árbitros; comoquiera que lo explicó divinamente, callé. Lo que pasa es que el agua del radiador tarda en enfriárseme ... y yo quería hablar de esos seres que, si no fuera porque podrían sentirse —es natural— ofendidos por la inclusión, bien podrían entrar en el ámbito proteccionista de Podemos; quiero decir que, por lo protegidos que están, no sé yo si los árbitros de fútbol envidiarán a los animales de Belarra o los animales de Belarra envidiarán a los árbitros de fútbol, que si matar a una rata que se te mete en casa puede costarnos año y medio de cárcel, que les digan a futbolistas, técnicos y directivos lo que les puede caer si le chistan a uno del pito. Este personal del pito parece haber suscrito las palabras de Jesús resucitado cuando se le aparece a María Magdalena: «Noli me tangere», o sea, no me toques. Pues así, los árbitros. Un árbitro puede chulear por el césped, cara a cara a los banquillos, puede encender a decenas de miles de espectadores, puede cabrear hasta límites insospechados a técnicos y futbolistas con injusticias flagrantes, errores que muchas veces no parecen tales y, en fin, esa doble vara de medir que les suponemos más de una vez, sobre todo cuando nuestro equipo juega con otro de los de Eliot Ness, digo los intocables.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación