VIVIMOS COMO SUIZOS

El patio del Congreso

A Yolanda Díaz le parece mal que un señor le diga que cada vez está más guapa

En los 'Telva' de 2004, Nati Abascal se levantó de su mesa y se fue a la de la Infanta Doña Cristina. Le hizo la reverencia y le soltó: «Ay, Alteza, estáis tan guapa que no la había reconocido». La Infanta, en lugar de ... mandarla al carajo, le dio las gracias. Dicen algo así a Yolanda Díaz y lo pone en su libreta de pinchos y ofensas. Mucho más si se lo dice un hombre. Fue a la SER. Aimar Bretos le preguntó si ella como vicepresidenta también sufre discriminación por ser mujer. Diiiigo, que gritaría La Veneno. Y en el patio del Congreso. «Un periodista, sin rubor, me hizo un apelativo a mi estado físico… Que estaba cada vez más guapa». Ella es vicepresidenta y le ocurre, «imagina lo que pasa a las mujeres a diario». Dejando aparte el estupefaciente «me hizo un apelativo a mi estado físico» y a que he resumido las frases porque no se entiende nada, lo que me pregunto es a qué mujer puede molestarle que le digan que cada vez está más guapa. No sé, lo mismo me estoy metiendo en una masa que no existe. Al contrario de lo que escribe Juan Bonilla: «La masa está compuesta de individuos que comparten al menos un rasgo; todos creen que no pertenecen a la masa. Paradójicamente todos somos iguales en el hecho de creer que somos distintos». Yo creo que soy como todas y a lo mejor no. Que no soy como Yolanda Díaz lo tengo claro. No soy rubia. No he hecho caso a los Manos de topo cuando cantaban que había que ser rubia al menos una vez en la vida. Lo que me gustaría saber es a qué periodista se le ha ocurrido hacerle semejante apelativo a su estado físico.