Cronista
Mariñas se defendía: él no fue malo, sino ácido

En sus memorias, que están muy bien, Mariñas se defendía: él no fue malo, sino ácido. Esa acidez desaparece con él, junto a otro rasgo de su periodismo, el contacto con el personaje, la presencia. Llegó a cubrir cinco eventos en un mismo día, llegaba ... media hora antes para estudiar el lugar. Se le veía como un gacetillero de Fellini para esas crónicas de ‘Época’, con muchos detalles visuales, el sudor de unas axilas advenedizas o el bigote de la folclórica; luego pasaron a la radio con ‘Protagonistas’, de donde le echaron por hablar de Carmen Romero, y a la televisión con ‘Tómbola’. Allí, tras preguntar «¿qué es eso de las Fallas?», Chabeli soltó «no sois gente sois gentuza». El cotilleo, según propia expresión, se iría convirtiendo en cotorreo.
Pero su primera entrevista se la había hecho a Wenceslao Fernández Flores. De niño en La Coruña repartía periódicos en el quiosco de la madre, fue auxiliar de redacción y «merodeador de teatros». Qué importancia habrán tenido en la España de entonces las compañías, que acercaban a provincias la fama, el ídolo y alguna cosa más.
Tras una mili periodística en Castellón que recordaba con espanto, recaló en Barcelona, las «tres Barcelonas»: el Liceo, el Bocaccio y el Paralelo, quizás la más auténtica de todas. «Aquel desenfreno se cortó con Pujol. Lo jodió todo. Al final no fue Franco el que censuró, sino la democracia, entre comillas». No fue el único en hacer notar las contradicciones de este régimen y aquel. «El aparente conservadurismo pacato dejaba unos márgenes libres, sobre todo para los ácrata-burgueses». Barcelona tenía diez bares gais, por uno de Madrid, donde sin embargo «todo el mundo se juntaba con todo el mundo. Durante el franquismo había una amoralidad total».
Todos sus mundos se habían ido: la Movida, el Madrid de la Beautiful, y la Marbella esplendorosa donde el maquillaje de las pititas se hacía churretones a 40 grados. Allí Cela le lanzó un crochet.
Sería temible Mariñas pero hay constancia de que veneró; su pareja y sus tres divas: Sara, Nati Mistral y Montserrat Caballé, que antes de hablar con él le preguntaba: «¿Ahora quién eres, Jesús o Mariñas?».
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