La contaminación lumínica impide que los murciélagos dispersen las semillas
Situación en especial peligrosa en los países tropicales, donde el número de luces artificiales crece parejo a su ritmo de desarrollo
La contaminación lumínica, cada vez más presente en los países en vías de desarrollo, está modificando el comportamiento recolector de los murciélagos que se alimentan de frutos, provocando que éstos diseminen (a través de sus deyecciones) una cantidad menor de semillas, tan útiles para conseguir una productividad mayor del suelo y el buen mantenimiento del estado de conservación de los espacios tropicales.
El estudio, publicado en la revista Journal of Applied Ecology , ha sido llevado a cabo analizando la forma de proceder de la especie Carollia sowelli en Costa Rica bajo condiciones de «escasa iluminación» y «oscuridad más absoluta» tanto en el laboratorio como siguiendo a ejemplares libres.
«Los murciélagos son capaces de soportar las perturbaciones que el hombre acomete contra los hábitats que lo rodean (deforestación, sobrepastoreo,...), y que convierten los bosques en desiertos o zonas de pastos; ayudando a conectar estos solitarios "parches" verdes entre sí. Pero la presencia de luces tan débiles como las de semáforos y farolas contiguos a una carretera o urbanización, donde suele ser habitual, también, la plantación de las plantas con flores a partir de las que los murciélagos subsisten, no pueden resistirlas tan bien», explican los autores de la investigación.
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