ASX 200 DI-D Kaiteki 4WD, maneras de turismo, aptitud SUV
El benjamín de los Mitsubishi todocamino es un modelo sumamente interesante que funciona «de cine» con motorización de gasóleo 1.8 DI-D de 150 CV. Se puede adquirir con tracción delantera o total, ésta ideal para firmes de baja adherencia y «pinitos» camperos, pero en la práctica prescindible para la mayoría.
madrid Actualizado: GuardarRival directo de los Ford Kuga, Hyundai ix35, Kia Sportage, Opel Antara y Volkswagen Tiguan (incluso se puede pensar en el Mini Countryman, llegado el caso), el ASX supone una sólida apuesta por parte de una marca, Mitsubishi, que atesora una larga experiencia4x4, aunque desde tiempos del Montero iO (recordemos, de 3 y 5 puertas) careciese de un producto de este tipo de dimensiones compactas (aquí la longitud es de 4,30 metros).
El ASX aterrizó en 2010 y supone un modelo desarrollado desde cero dentro del catálogo del fabricante japonés. No es el más barato de su tipo, pero sí uno de los más exclusivos. Desde su llegada goza de una innegable aceptación, en parte por lo coherente del conjunto.
Por ejemplo el habitáculo, sin ser gigantesco, admite a 4 adultos sin pega con un equipaje normal: el maletero parte de 416 litros y llega a 1.193 cuando se vencen los respaldos traseros, una sencilla operación que determina un piso plano y accesible (el plano queda a 77 cm del suelo). Lástima que falten argollas para estibar la carga o que el portón no permita apertura independiente del vidrio.
Es, además, un coche moderno, bien hecho (por ajustes y revestimientos, entre ellos plásticos de distintas calidades y texturas, las mejores al alcance de la mano) y presentado. El puesto de conducción, con instrumentación analógico digital iluminada en blanco, disfruta de volante con ajustes vertical y horizontal, y en la variante Kaiteki analizada, la más completa, de reglaje eléctrico de butaca. Se echa en falta un climatizador digital que además sea bizona. El que lleva es analógico y queda bajo; al menos sus mandos (3 ruedas) son generosos. Eso sí, no faltan prácticos huecos para vaciar bolsillos.
Por su parte el equipamiento de serie, de nuevo en el nivel Kaiteki, apareja casi de todo: asientos de cuero con calefacción, faros direccionales de xenón Super HID, 7 airbag (incluido el de rodilla para el piloto), sensores de lluvia y luz, controles de velocidad y estabilidad ASTC, llantas de aleación de 17 pulgadas, un soberbio sistema de audio Rockford Fosgate con subwoofer incluido (en total 710 W), navegador con pantalla táctil, volante multifunción, keyless y arranque por botón, Bluetooth con mando verbal, ordenador (con un botón de selección mal situado), vidrios traseros oscurecidos, y techo panorámico de vidrio ahumado (no es prácticable y suma luces indirectas de ambientación a base de LED amarillos), entre otros. De hecho, no hay otro extra que la pintura metalizada, por 385 euros.
El ASX, cómodo para acceder y salir de él por altura, está soportado por una carrocería monocasco y dispone de suspensión independiente en el eje anterior y semiindependiente en el posterior, y de una firme calibración de suspensión que acusan, sobre todo, los pasajeros traseros, pero que asegura un comportamiento bastante efectivo. La dirección es lenta (3,2 vueltas de volante entre topes) y poco directa, y los frenos correctos, sin más, pero el coche se lleva con la facilidad de un turismo compacto a nada que nos habituemos a él.
Por cierto, la marca lo comercializa con motores de gasolina de 117 CV y turbodiésel 180 DI-D de 116, pero sobre todo con el sugerente 200 DI-D de 150 CV/300 Nm analizado, también de gasóleo, que acaba de aterrizar en la oferta Lancer y que, en la práctica, es una maravilla por el remanente de fuerza que asegura, incluso viajando cargados. Perfecto cuando afloran largos repechos o toca adelantar.
Puede que se deje notar algo más de lo deseable en el interior, incluso caliente, pero ofrece una respuesta lineal y ordenada, contundente incluso para lo que su escasa cilindrada invitaría a pensar. Además, gasta poco: unos 7,5 l/100 km en circulación urbana, y alrededor de 5,8 viajando dentro de los límites legales y a velocidad sostenida. Por cierto, se conecta a una caja manual de 6 marchas de movimientos técnicos y directos (y desarrollos finales muy ajustados, como revela una sexta de sólo 46,3 km/h), de momento la única alternativa.
Mitsubishi comericaliza esta motorización en variantes de tracción delantera o total «inteligente» mediante embrague multidisco. Hemos analizado la última (3.860 euros de diferencia), que puede ser la alterantiva de aqellos que vayan a usar su ASX para adentrarse con frecuencia sobre pistas (ojo, sólo 17 cm de altura libre hasta el suelo desde los bajos) o accesos de mediana dificultad, como caminos embarrados o, en invierno, nevados e incluso helados.
El sistema cuenta con una rueda en el salpicadero, junto al cambio, que ofrece posiciones de circulación en tracción delantera 2WD, total automática4WD (engrana el eje trasero si pierde agarre por sí solo) o permanente 4WD Lock (las ruedas traseras pueden contar algo más de empuje que las delanteras, pero las 4 operan a la vez) para sortear alguna dificultad más o menos radical, como una rampa de garaje tirando de un remolque o bien ir con más seguridad sobre superficies deslizantes y superar algún que otro atolladero alejados del asfalto. Pero son situaciones muy específicas que no dejan clara la necesidad de esta alternativa, pues la mayoría encontrará en el ASX de tracción anterior la compra perfecta.