24 horas en un convento de clausura

La madre Olga nos detalla el horario que rige la vida en el Monasterio del Sagrado Corazón de Jesús de Valladolid. A sus 42 años, esta bilbaína de Barakaldo lleva ya 25 en la diócesis pero parece que fue ayer cuando pisó la calle por última vez tanto por su ilusión como por el conocimiento que tiene de lo que ocurre al otro lado de los muros del convento. El despertador suena a las 6:30h de la mañana. Media hora más tarde se reúnen en el Coro, su capilla, y rezan Laudes y la Hora de Tercio. Tienen un tiempo de oración personal hasta las 8:30h, que es la hora a la que celebran misa diariamente. Sobre las 9:15h, después de la acción de gracias, desayunan. A partir de ahí, cada una se va «a su trabajo».

Olga explica que se «dispersan» hasta las 12.30h, cuando se vuelven a juntar en el coro para rezar el Ángelus, la Hora Sexta y el Rosario. Esto viene a durar una media hora. A la una, a comer. Después de recoger la mesa, fregar y demás oficios que se organizan por turnos semalanes se juntan para tener un tiempo de recreo de hasta las 15:00h. Entonces es el momento del descanso: siesta, lectura... en cualquier caso, asegura Olga, es un momento para estar solas recogidas en las celdas en cualquier actividad que no genere ruidos para mantener un clima de silencio y descanso. A las 16.00h rezan Nona y hasta las 17.00h hay reservado un tiempo de lectura espiritual. Cada una lee lo que le interesa, pero siempre en el campo de la literatura religiosa, nada de novelas.

Hasta las 19.00h, las monjas procesas -aquellas con los votos definitivos- tienen de nuevo un tiempo de trabajo. Las novicias y postulantes se reunen con su maestra y tienen la formación. A partir de ahí toca rezar Vísperas, y el Oficio de Lecturas. A las 19:30 tienen de nuevo una hora de oración personal. La cena es a las 20:30 y después de recoger disfrutan de una hora de recreo antes de rezar Completas a las 22:30h. Éste es el último rezo del día. Sobre las 23:00h, las monjas se recogen para el descanso.