Todos contra Trump: Obama y Clinton acuden al rescate de Biden
Los tres últimos presidentes demócratas se juntaron en el Radio City Music Hall, un recinto emblemático de Manhattan, para hacer un show de fuerza ante un Trump
Biden organiza en Nueva York una fastuosa velada con Obama y Clinton: las entradas cuestan entre 225 dólares y medio millón
Trump hace fortuna: fenómeno bursátil y vendedor de biblias

Joe Biden necesita un cambio de dinámica en una campaña presidencial en la que va por detrás de Donald Trump. Este jueves por la noche, en Nueva York, echó mano para ello de las dos mayores figuras del partido demócrata en las últimas cuatro décadas: sus antecesores Barack Obama y Bill Clinton.
Los tres últimos presidentes demócratas se juntaron en el Radio City Music Hall, un recinto emblemático de Manhattan, para hacer un show de fuerza ante un Trump que, en estos momentos, lidera las encuestas y amenaza con un regreso triunfal a la Casa Blanca.
El objetivo era doble: recaudar dinero para la campaña de Biden e impulsar al presidente en su intento de conseguir la reelección. El primero se cumplió con creces. La campaña de Biden colgó el cartel de 'no hay billetes' y eso que costaban un dineral: acudieron más de cinco mil personas, con entradas que iban de 225 dólares, en las butacas más modestas del colosal teatro 'art-deco', a 500.000 dólares, que incluían una recepción exclusiva con los protagonistas.
Además, la velada recibió donaciones de seguidores en las últimas semanas y, según la campaña de Biden, el evento acumuló más de 26 millones de dólares, una cantidad desconocida para un solo acto electoral. «Ha sido el acto recaudatorio más exitoso de la historia de la política estadounidense», aseguraron sus portavoces.
Según la campaña de Biden, el evento acumuló más de 26 millones de dólares, una cantidad desconocida para solo un acto electoral
No faltaron los números musicales -actuaron, entre otros, las cantantes Queen Latifah y Lizzo-, las personalidades de la política -Charles Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado fue el telonero-, familiares como la primera dama, Jill Biden, que presidió una fiesta posterior exclusiva para 500 de los donantes más generosos o famosos como el cómico y presentador Stephen Colbert, que fue quien moderó la conversación entre presidentes.
Con esta lluvia de millones, Biden reforzará todavía más su ventaja frente a Trump en lo que se refiere a músculo financiero. En solo una noche, el presidente ha recaudado más dinero que su rival en todo el mes de febrero. En estos momentos, los comités de campaña de Biden disponen de 155 millones de dólares para gastos, más del doble de los 74 millones de los comités equivalentes de Trump, que ha derivado buena parte de su dinero a los costes legales de sus interminables batallas judiciales.
Pero el dinero no lo es todo en política. El primero que lo sabe es Trump, que ganó la Casa Blanca en 2016 frente a Hillary Clinton, una máquina de recaudar de los donantes demócratas que contó con más fondos que el ganador.
Biden necesita remontar
Más que dólares, Biden necesita remontar. El presidente tiene que lidiar con una impopularidad pertinaz y con una sensación entre el electorado de que es demasiado mayor -las elecciones de noviembre serán pocos días antes de que cumpla 82 años- para pasar otros cuatro años en la Casa Blanca. Eso le ha colocado por debajo en las encuestas: según el acumulado de sondeos de 'RealClearPolitics', Trump se impone por la mínima en el voto popular, pero tiene una ventaja de casi cuatro puntos en los estados clave, los que deciden las elecciones.
Biden ha tratado de imprimir un cambio a su campaña desde su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso a comienzos de mes, en el que se mostró combativo, feroz, enérgico. El encuentro con Obama y Clinton de este viernes buscaba reforzar esa sensación de aceleración en su campaña y de músculo político con dos figuras de primer orden.
«Al final, esto es elegir sobre quién crees que te ve y le importas. Y estoy seguro de que el otro tipo no lo hace», dijo Obama sobre Trump, en quien los tres presidentes pusieron el énfasis de sus mensajes.
La importancia de derrotar a Trump
Obama, Clinton y Biden se centraron en resaltar la importancia vital de derrotar a Trump en las urnas. Celebraron la gestión de Biden frente a la de su antecesor, recordaron el episodio trágico del asalto al Capitolio por una turba 'trumpista' y alertaron de que una vuelta de Trump amenazará los ideales de la democracia más antigua y estable del mundo.
«Tuvimos un periodo en el que esos ideales no solo no se enfatizaron, sino que se violaron», denunció Obama sobre el presidente que le sucedió en el cargo.
Biden, Obama y Clinton mostraron complicidad en su encuentro, a pesar de que su relación ha tenido grietas importantes. Es conocido que Biden, en su etapa de vicepresidente con Obama, creía que el equipo del presidente no le tenía en gran consideración. O que tuvieron desencuentros políticos importantes, como su oposición al refuerzo militar en Afganistán que Obama decretó en 2009. Y que Obama no apostó por él para las elecciones de 2016 y sí lo hizo por la mujer de Clinton.
Los tres buscaron dejar todo eso de lado y se dedicaron elogios, sonrisas y hasta una foto de despedida simpática, todos con las gafas de aviador que se han convertido en una seña de identidad de Biden.
Colbert, el moderador, también se permitió algún chiste para animar a la parroquia: «Tres presidentes han venido a Nueva York y ninguno de ellos está aquí para comparecer en un juicio», dijo tras múltiples apariciones de Trump en los juzgados en las últimas semanas.
Trump, sin embargo, también estaba en Nueva York, pero buscó hacer un ejercicio de contraste con los demócratas y acudió a un funeral de un policía asesinado durante un control de tráfico en Queens, uno de los distritos neoyorquinos. El crimen y la inseguridad se ha convertido en los últimos años en una de las grandes preocupaciones de los votantes -en especial, en ciudades como Nueva York- y mientras Biden aparecía con políticos y millonarios, Trump se fotografió con policías.
Mayor presencia de Clinton y Obama en campaña
El acto en Nueva York será el comienzo de una mayor presencia de Clinton y, sobre todo, Obama en la campaña de Biden. El primer presidente negro de EE.UU. sigue siendo la figura más popular del partido demócrata y Biden le necesita para entusiasmar a electorados donde ha perdido mucho apoyo, como el voto joven y las minorías raciales.
Un ejemplo de las dificultades que sufre Biden se vio en el propio Radio Music City Hall, donde el acto fue interrumpido varias veces por protestantes que le afearon su gestión de la guerra en Gaza y a los que hubo que expulsar de la sala. Fuera, en la calle, cientos de personas, la mayoría jóvenes, se concentraron para criticar la pasividad de la Administración Biden con la operación militar israelí en la Franja, un asunto que ha abierto heridas con el ala izquierdista del partido.
El círculo de Biden prefirió centrarse en la importancia de lo conseguido durante la velada. Jeffrey Katzenberg, uno de los grandes magnates de Hollywood y uno de los líderes de la máquina recaudatoria de Biden, aseguró que el acto en Manhattan fue un «verdadero reflejo del impulso» que ha cogido Biden y que esta «recaudación histórica muestra el fuerte entusiasmo por el presidente Biden». Pero eso todavía tiene que reflejarse en las encuestas y, en noviembre, en las urnas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete