Turquía ocupa el hueco de Irán tras la visita de Al Sharaa a Erdogan en Ankara
Ambos líderes suscribieron este martes un pacto de defensa que permitirá a Turquía establecer bases militares en Siria

Turquía y el nuevo régimen de Damasco surgido tras la caída de Bashar al Assad suscribieron este martes un pacto de defensa que permitirá a Ankara el establecimiento de bases militares en Siria además de otorgarle el estatuto de 'potencia protectora'. El plan ... contempla también la formación del nuevo Ejército de Siria por parte de oficiales turcos, y la apertura del espacio aéreo sirio a la aviación turca. El acuerdo, según informó Reuters, fue el telón de fondo de la visita a Ankara del presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa ('Al Jolani' en el campo de batalla), la segunda oficial que realiza después de su reciente viaje a Arabia Saudí.
Era un paso anunciado, pero muy trascendente para el nuevo juego de fuerzas en Oriente Próximo. La llegada al poder -tras una fulgurante ofensiva- de los rebeldes islamistas suníes de Al Sharaa produjo de modo automático la salida de todos los asesores iraníes, que apoyaban al régimen de Al Assad, perteneciente a la minoría chií (alauí) de Siria. La salida completa de los rusos, también aliados de la antigua dictadura laica, es todavía objeto de negociaciones con Moscú.
Según indicaron fuentes oficiales a Reuters, el pacto de defensa con Turquía contempla la apertura de dos bases militares turcas en el desierto central sirio, en la región de Badiyah, así como el entrenamiento de un ejército que aún está por formarse con el concurso de los antiguos 'señores de la guerra' sirios, una vez que concluya el proceso de entrega de armamento.
En la rueda de prensa posterior a la entrevista en Ankara, Erdogan afirmó que habían hablado del combate contra los rebeldes kurdos del noreste de Siria, y que Turquía había expresado su disposición a «intervenir» en esa causa con sus tropas. El líder islamista turco considera que las fuerzas kurdo-sirias son una prolongación del movimiento rebelde kurdo-turco PKK, que busca la secesión. De hecho, el mes pasado, Erdogan llegó a amenazar a Al Sharaa con invadir su territorio del noreste para aplastarles.
El nuevo 'pacto de defensa' entre la nueva Siria y Turquía es un paso en la dirección que quiere Ankara: manos libres para neutralizar militarmente a los kurdo-sirios, dada la impotencia que, hoy por hoy, muestra el régimen de Damasco para someterles.
A cambio de todo este paquete de concesiones militares a Erdogan, Al Sharaa confía en suscribir un amplio programa de inversiones turcas para la reconstrucción de Siria, devastada después de trece años de guerra civil. El líder turco presumió en la rueda de prensa de las gestiones que está haciendo su gobierno para que se retiren las sanciones internacionales contra Siria.
No hubo ninguna mención al futuro político del país. Con Turquía, Ahmed al Sharaa no necesita vestirse con credenciales democráticas, algo que en cambio se preocupa por hacer en sus contactos con las capitales occidentales. En una entrevista concedida a 'The Economist', el antiguo yihadista afirma que quiere una democracia para Siria, y que se compromete a convocar elecciones aunque aún no pueda fijar la fecha.
Europa le concede por ahora el beneficio de la duda. Estados Unidos, en cambio, es más cauteloso. Pese a que una de las últimas medidas del presidente Biden fue levantar la recompensa de 10 millones de dólares que el Pentágono daba por Al Jolani, vivo o muerto, la Casa Blanca no olvida que EE.UU. sigue teniendo tropas junto a los kurdo-sirios, un movimiento en su día clave para desbaratar el califato yihadista del Estado Islámico.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete