Luces y sombras de la Unrwa, la agencia de la ONU que Israel quiere eliminar
Tercer empleador en Palestina, su autonomía y peso son cuestionados desde hace años por el Estado hebreo, que critica, entre otros aspectos, la ideologización en sus escuelas
Otros muchos elogian el papel estabilizador que representa en la región, cubriendo las necesidades más urgentes de casi seis millones de refugiados, función que con la pérdida de donantes tras las acusaciones de terrorismo está riesgo
La ONU perseguirá penalmente los delitos cometidos en todas sus agencias
Oleada de suspensiones de financiación a la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos tras las acusaciones de Israel por terrorismo

La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa, en sus siglas en inglés) ha sido y es para muchos un instrumento de estabilidad en Oriente Próximo –trabaja en Líbano, Jordania, Siria, Gaza y Cisjordania– por su labor de asistencia en materia de ... educación, salud, protección, ayuda humanitaria y servicios sociales a casi seis millones de palestinos. Pero para otros muchos, es un problema, un foco de radicalismo anti israelí a las mismas puertas del Estado hebreo; y un recordatorio del derecho al retorno establecido en el artículo 11 de la resolución 194 de la ONU, aprobada en diciembre de 1948.
La Unrwa fue fundada en 1949 tras la expulsión de 700.000 palestinos de sus hogares después de perder la primera guerra árabe-israelí, en 1948, un éxodo forzado que históricamente se conoce como Nakba o 'catástrofe'. Creada con carácter temporal, la no resolución de la cuestión palestina la ha extendido hasta cumplir 75 años. Un aniversario que llega en el peor momento de su historia tras las acusaciones, por parte de Israel, contra varios de sus empleados de participar en la matanza perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre, que dejó un saldo de 1.200 muertos y 240 personas fueron secuestradas. Aquel acto terrorista desató una respuesta militar israelí que hasta el momento ha provocado más de 26.000 muertos palestinos, la mayoría mujeres y niños, según datos del gobierno de Gaza, en manos de Hamás; y ha dejado a los gazatíes en una situación dramática.
«La contribución de la Unrwa ha sido y es, a día de hoy, vital en Gaza, donde malviven los 2,3 millones de personas. Es el principal actor humanitario que trata de paliar los efectos de la masacre que se está llevando a cabo en la Franja. Pero también es vital para el conjunto de esos seis millones de refugiados, porque en muchos casos, aquellos países árabes que los acogen no les prestan la debida atención», señala a ABC Jesús A. Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Según un informe remitido por Israel a EE.UU., y publicado por varios medios estadounidenses, al menos tres trabajadores habrían participado en el secuestro de una mujer, en el reparto de municiones y en la masacre de un kibutz. El documento asegura también que al menos un 10% de los empleados de la agencia en Gaza (en ella trabajan 13.000 de los más de 30.000 que laboran para la Unrwa, la mayoría de ellos palestinos) tendrían lazos con Hamás.
Un enemigo
Tras conocerse la acusación de Israel, la Unrwa anunciaba el despido de doce de sus trabajadores bajo sospecha de complicidad en actos terroristas y abría una investigación. Esto no frenó, sin embargo, la avalancha de retiradas de fondos –la agencia no tiene presupuesto propio, depende de donaciones voluntarias– de países como EE.UU., Reino Unido, Alemania, Suecia, Francia, Italia, Países Bajos…, así hasta casi una veintena de países. Esto supone una pérdida de alrededor de dos terceras partes de su presupuesto, y pone en riesgo que la agencia pueda seguir realizando operaciones más allá del mes de febrero, según alertó el secretario general de la ONU, António Guterres, que este martes tuvo una reunión de urgencia con los principales donantes para intentar parar la sangría de fondos.
Esta acusación de presuntas actividades terroristas de trabajadores de la Unrwa es una muesca más en el historial de Israel contra la agencia de la ONU contra los refugiados palestinos con la que siempre se ha mostrado muy beligerante, y que el Gobierno de Netanyahu quiere cerrar. «Israel tiene identificada a la agencia como un enemigo al que hay que eliminar. Lo ha dicho explícitamente. Y han hecho todo lo posible para ello, básicamente en dos sentidos: redefinir el concepto de refugiado, reduciéndolo a las personas que sobreviven de aquellos 700.000 de la Nakba, algo que no pasa con ningún otro colectivo de refugiados –subraya Núñez–. Por lo que se pasaría de casi seis millones a apenas 400.000 personas». Para el analista, eliminar la existencia de la agencia, «empieza por diluir el concepto de refugiado, porque de ese modo Israel encontraría una manera más fácil para no tratar el tema que es una línea roja a día de hoy: el derecho de retorno».

«Para Israel, diluir el concepto de refugiado es una manera más fácil para no tratar el tema que es una línea roja a día de hoy: el derecho de retorno»
Jesús A. Núñez
Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria
En segundo lugar, Israel estaría poniendo todos los obstáculos posibles para evitar la actividad de la agencia. «Los gobiernos israelíes vienen legislando para dificultar al conjunto de las ONG, y específicamente a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, toda su labor sobre el terreno». Esta denuncia sobre presunto terrorismo de algunos de sus miembros, «sin ningún tipo de pruebas todavía», formaría parte de esa estrategia cuyo principal objetivo es «eliminar algo que visibiliza la existencia de los refugiados palestinos».
Sobre si ha existido negligencia por parte de la agencia, Núñez reconoce que ha habido «muchos errores a lo largo de toda su historia», que le han llevado «a ajustar mucho más su tarea». En cuanto a la gestión del personal, foco del conflicto ahora, la Unrwa se ocupa de enviar a Israel y a todos los donantes que lo solicitan, entre ellos, EE.UU., el listado de todos los trabajadores. «Y en ningún momento del conflicto en Gaza, ni Israel ni EE.UU. habían dicho que hubiera allí ni un solo individuo conectado con terrorismo o actividades violentas».

Presupuesto de la Agencia de la ONU
para los refugiados palestinos (Unrwa)
En millones de dólares
1.174,6
2022
313,9
860,7
2024
Parte del presupuesto que se pierde con el abandono de algunos países
Países que siguen perteneciendo a Unrwa
Países que han abandonado Unrwa
Otros
Estados
Unidos
111,4
343,9
202,1
60,9
114,2
Alemania
Suecia
U. E.
Campos de refugiados en la zona de
Oriente Próximo gestionados por Unrwa
Número oficial de campos de refugiados
58
Siria
9
campos
Refugiados registrados
Cada figura equivale a 100.000 personas
5,9
millones
Como toda la población de Dinamarca
Infraestructuras
Líbano
Educativas
12
706
escuelas
543.075
alumnos
Sanitarias
140
centros de atención primaria con 7 millones de pacientes al año
Cisjordania
19
Gaza
8
Jordania
10
Israel
Egipto
Fuente: Unrwa / Aljazeera
ABC

Presupuesto de la Agencia de
la ONU para los refugiados
palestinos (Unrwa)
En millones de dólares
1.174,6
2022
2024
313,9
860,7
Parte del presupuesto que se pierde con el abandono de algunos países
Países que siguen perteneciendo a Unrwa
Países que han abandonado Unrwa
EE.UU.
343,9
Alemania
202,1
U.E.
114,2
Suecia
60,9
Noruega
34,2
Japón
30,2
Francia
28,9
Arabia Saudí
27,0
Suiza
25,5
Turquía
25,2
Canadá
23,7
Países Bajos
21,2
Reino Unido
21,2
Italia
18,0
Dinamarca
15,9
Australia
13,8
España
13,6
Bélgica
12,6
Kuwait
12,0
Qatar
10,5
Finlandia
7,8
Islandia
0,5
Rumanía
0,2
Otros
111,4
Campos de refugiados en la zona de Oriente Próximo gestionados por Unrwa
Número oficial de campos de refugiados
Siria
9
campos
58
total
Líbano
12
Cisjordania
Israel
19
Jordania
10
Gaza
8
Refugiados registrados
Cada figura equivale a 100.000 personas
5,9
millones
Como toda la población de Dinamarca
Infraestructuras
Educativas
706
escuelas
543.075
alumnos
Sanitarias
140
centros de atención primaria con 7 millones de pacientes al año
Fuente: Unrwa / Aljazeera
ABC
En cuanto al día que se hizo pública la acusación, Núñez asegura que «no fue casual», pues coincidió con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). «Israel ya sabía esto [la presunta participación de empleados de la Unrwa en el ataque de Hamás] desde hace semanas y se lo comunicó a EE.UU; y, casualidad, lo anuncian el mismo día del dictamen en un intento de reaccionar para que el foco de la atención mediática de ese día no se centre en Israel».
Núñez califica de «muy grave» la oleada de retiradas de financiación, pues esta medida «hace inviable su actividad. Estamos hablando de 700 escuelas y centenares de clínicas y ambulatorios que quedan claramente sin poder funcionar». Considera, además, que esta decisión, un castigo colectivo para la población civil palestina, convierte a los países que se han sumado a ella «en cómplices de algo que supone incumplimiento del mandato de la agencia, y hacen más difícil todavía el dictamen de la CIJ que, entre otras cosas, demandaba a Israel facilitar la ayuda humanitaria. Y evidentemente en estas condiciones no va a haber ayuda humanitaria», sentencia.
Una excepción
Para Sonia Sánchez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos supone una «excepción» del sistema internacional de ayuda a los refugiados de Naciones Unidas. «Es la única en el mundo que se dedica a atender a un solo pueblo, los palestinos, mientras que el resto de refugiados del mundo están bajo el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (Acnur)», declara a ABC.
Entre las particularidades de la Unrwa, se refiere también a su financiación, al depender su presupuesto de contribuciones independientes, de fuentes privadas o de los Estados. «Y no de la ONU, que lo único que hace es renovarle el mandato cada tres años». Esto le ha dado, en su opinión, bastante autonomía en los territorios palestinos «hasta el punto de convertirse en un Estado dentro del Estado, en el sentido de la base de su poder y de lo que controla tanto en la franja de Gaza como en Cisjordania, y en los otros Estados donde existen refugiados».

«Las contribuciones independientes le han dato mucha autonomía a la Unrwa hasta el punto de convertir en un Estado dentro del Estado»
Sonia Martínez
Profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Fracisco de Vitoria
Esas bases de poder serían varias, como el presupuesto «tan grande que controla». En 2022, las aportaciones ascendieron a más de 1.170 millones de dólares (algo más de mil millones de euros). «Un presupuesto que se incrementa a medida que se aumenta el número de refugiados». La Unrwa es la encargada de otorgar el estatus de refugiado a los palestinos, y a partir de 1982 comenzó a dárselo a los descendientes de los palestinos que sufrieron la guerra de 1948 y posteriormente el conflicto de 1967.
«Esto es un caso único en el mundo. En el caso de Acnur, cuando hay una crisis o un conflicto armado en el que se producen refugiados lo que hace es intentar negociar con los Estados de acogida la otorgación de nacionalidad y los papeles para que los refugiados tengan sus derechos en esos países. Esto no sucede con los palestinos, y esa ha sido una política apoyada por los propios Estados árabes y los palestinos. Así, podemos hablar de que en Gaza está viviendo una cuarta generación de los refugiados de 1948». De ahí que «de los 700.000 refugiados de entonces se haya pasado a casi seis millones». Esto influye en la dinámica del conflicto pues estos refugiados «no dejan de reclamar su derecho al retorno, que está reconocido de algún modo por esta política, lo que supone un obstáculo para una futura negociación».
Tercer empleador
La gran influencia que tiene esta agencia en la región se debe también a que es el tercer empleador en Gaza, después de Hamás y la Autoridad Palestina, dando trabajo a 13.000 palestinos. «Lo que le confiere mucho poder en unos territorios donde la tasa de desempleo es más del 50%». A esto se sumaría que la mayoría de sus trabajadores son o pertenecen a la fuerza mayoritaria que gobierna en ese territorio –en Gaza, Hamás; y en Cisjordania, la Autoridad Palestina–. «Por eso no sé por qué se han sorprendido los países cuando han salido las noticias reveladas por Israel».
Otra cuestión por la que se ha criticado mucho a la Unrwa, y algunos países retiraron las donaciones ya en el pasado, es el tema de la educación. «La mitad de las escuelas de Gaza son de la Unrwa –284 de las 700 que gestiona la agencia–». Y en varias ocasiones se han cuestionado los libros que utiliza «por promover el odio hacia Israel, se exalta el martirio, se enseña a los niños que el futuro de su pueblo pasa por echar a los judíos, que han usurpado de manera ilegítima los derechos del pueblo palestino, perpetuando el discurso de odio».

En cuanto a la retirada de fondos por casi una veintena de países, la analista lo percibe como «un gesto político un poco hipócrita porque todos los Estados lo sabían. Quizá ahora no les ha quedado más remedio por la evidencia tan clara presentada por Israel». Un país, según Sánchez, al que no le interesa esto, que puede desestabilizar la región, y que ha presionado para que no se le retire la financiación en el pasado. «Cuando Trump la retiró -en 2018-, presionó a Alemania para que aumentara su contribución», afirma. «Es el único actor con el que Israel cuenta para poder suplir las necesidades de los palestinos en la Franja».
Algo que ya no sería así, según las últimas informaciones aparecidas en la prensa israelí que ha desvelado un plan de Netanyahu para cerrar la Unrwa en Gaza. «Israel necesita ahí alguien que le gestione el día a día de las necesidades de los palestinos. Eso lo han dicho muchas veces. Pero, aunque parezca contradictorio, necesita -si no es la Unrwa- a una agencia que se encargue de esas necesidades, porque Israel no quiere porque es muy caro», afirma.
Una ayuda limitada a la asistencia
Óscar Monterde, sin embargo, considera que el poder de la Unrwa es mucho más limitado para el que debería tener en su opinión: «El mandato otorgado por la ONU a la agencia se limita a la asistencia, pues se la desposeyó del mandato de protección jurídica, por lo tanto, el reasentamiento de la población, las compensación o el derecho al retorno no lo podía tramitar ni dirimir la Unrwa», explica el analista, profesor en la Universidad de Barcelona y autor de la tesis 'La Unrwa y el derecho al retorno. La responsabilidad internacional con los derechos de la población refugiada palestina'. Aunque sí reconoce que como agencia de ayuda humanitaria ha tenido en estas décadas una capacidad de actuación enorme. «Ha sido un instrumento de asistencia humanitaria no solo durante las crisis, en el marco de la cuestión palestino-israelí, sino también durante la guerra en Siria».
Sobre el posible desmantelamiento de la Unrwa, afirma que Israel lleva años «difamándola con el fin de acabar con ella, con la expectativa de que así eliminaría la cuestión de los refugiados palestinos, y no reconocer así su derecho al retorno ni a las compensaciones. De hecho, las acusaciones de estos días -continúa- son reiteraciones de algo que venía diciendo ya desde hace mucho tiempo».

«La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos es un instrumento imprescindible para la construcción de la paz»
Óscar Monterde
Analista y profesor en la Universidad de Barcelona
El analista no duda en calificar de «irresponsable» la retirada de fondos realizada por numerosos países. «Lo ha dicho Guterres, la Unrwa es la única agencia capaz de dar ayuda humanitaria en Gaza». Y tilda de «hipócrita» esta decisión porque se está dando un castigo colectivo por un presunto delito de varias personas, «mientras Israel está cometiendo crímenes de lesa humanidad contra la población palestina y ningún de estos Estado ha cortado relaciones con él», sostiene.
Monterde tiene la esperanza de que la Unrwa no esté herida de muerte y de que «los países le den todo su apoyo porque esta agencia ha sido y es un instrumento indispensable para la construcción de la paz»
¿Por qué existe 75 años después?
Mario Snajder, politólogo y profesor mérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén, subraya la gravedad de las noticias desveladas por los medios, a las que otorga una veracidad total. «Aquí, militarmente, la verdad es una norma», afirma desde Tel Aviv en conversación con ABC.

«Los Estados árabes, sin contar a Jordania, no han tenido ningún interés en integrar a los refugiados palestinos dentro de sus propias sociedades»
Mario Snajder
Politólogo y profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén
El autor de libros, como 'La historia mínima de Israel', también hace hincapié en la excepcionalidad de la Unrwa, y su larga existencia, que atribuye a que «los Estados árabes, sin contar a Jordania, no han tenido ningún interés en integrar a los refugiados palestinos dentro de sus propias sociedades como ciudadanos. Y eso, junto a lo que sucede en Cisjordania y Gaza, donde no hay quien los integre, son las razones que han dado lugar a esta situación absolutamente anómala». Y pone como ejemplo las expulsiones o traslado de millones de personas realizadas tras la II Guerra Mundial por países como la URSS, Polonia.. «y nunca se produjo algo similar a la Unrwa». Y lanza una pregunta de investigación: «¿Por qué la Unrwa existe 75 años después?»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete