ENTREVISTA
Ibrahim Nasrallah: «Si en 1993 no fue posible la solución de los dos Estados, ahora menos»
El escritor palestino, que nació en un campo de refugiados en Jordania tras la expulsión de sus padres de Palestina durante la Nakba, visita España coincidiendo con el aniversario del Plan de Partición de la ONU que nunca se llevó a efecto
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Ibrahim Nasrallah (Amán, 1954), poeta, novelista, profesor, periodista, pintor y fotógrafo, es uno de los escritores más reputados de las letras árabes. Autor hasta la fecha de 14 libros de poesía, 22 novelas y dos libros dedicados al cine, vuelve a visitar España para presentar la publicación en español, a cargo de Universo de Letras, de 'El Tiempo de los Caballos Blancos. La Ilíada palestina' (2007), que la crítica ha descrito como «la novela que faltaba en la literatura palestina» y, en el que recorre casi 75 años -entre 1875 y 1948- de la historia de un pequeño pueblo palestino, situada cerca de Jerusalén, que fue ocupado por el Imperio Otomano, los británicos y después Israel, concluyendo con la Nakba ('desastre') que provocó el exilio de 700.000 palestinos. Con veinticinco ediciones, figura entre las novelas más vendidas de la literatura árabe contemporánea. Fue también preseleccionada para el Premio Internacional Booker de Ficción Árabe (2009), premio que Nasrallah finalmente ganó en el año 2018 con 'La segunda guerra del perro'.
Durante esta visita también presentará 'Tierra de fiebres', recién publicada por Editorial Verbum, en la que Nasrallah reflexiona sobre las sociedades árabes cerradas y la situación del individuo, a la vez que aborda el exilio palestino. «Esta es la primera novela que escribí. Estoy muy contento con la publicación de ambas obras al castellano porque la cultura española forma parte fundamental de la cultura del mundo árabe. Y porque para mí, personalmente, los escritores españoles son como un gran tesoro. Nos han regalado mucha belleza. Y espero que estas dos novelas puedan ofrecer también algo de belleza al lector español», explica a ABC durante una entrevista en la Casa Árabe, quien ha invitado al autor para participar en los actos que cada 29 de noviembre celebra con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino declarado por Naciones Unidas. Ese día, en 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 181, posteriormente conocida como la 'Resolución de la partición', en la cual se estipulaba la creación de un 'Estado judío' y un 'Estado árabe' en Palestina. A día de hoy solo existe el primero.
-Concluir la primera de estas dos novelas, bautizada también como 'La Ilíada palestina', le llevó 22 años de su vida, ¿qué le movió a escribirla?
-Me di cuenta de la importancia de escribir una novela como 'El tiempo de los caballos blancos'. Antes de comenzar estuve buscando una novela que me contara lo que pasó en Palestina antes de 1948, pero no la encontré. Y me vi obligado a escribirla, a crearla, porque la necesitaba: primero, como lector; y después porque no pude vivir antes de la Nakba en Palestina porque nací seis años después en el exilio. Quería emprender un viaje a Palestina antes de la Nakba; un viaje en el tiempo para vivir todos los detalles que había vivido mi madre, mi padre, mis abuelos… antes que yo. Después de escribir tuve la impresión de que había vivido realmente en Palestina. Esta novela abarca 75 años, que sumados a los periodos que abarcan otras de mis novelas siento que tengo mil años (bromea).
Los padres del escritor formaron parte de los cientos de miles de palestinos que fueron «expulsados por la fuerza -no huyeron-, matiza Nasrallah», de Palestina. «Hubo una ocupación militar israelí apoyada por los británicos que al marcharse le dejaron todas las armas», señala. Miles de palestinos tuvieron que abandonar sus casas y sus tierras para instalarse en otro lugar. En su caso fue Jordania, otros muchos fueron al Líbano, a Siria...
Nasrallah nació en el campo de refugiados de Al Wehdat, cerca de la capital jordana, en el que sus padres se habían asentado en 1948. Tanto ellos, como sus abuelos y los otros exiliados le fueron contando historias mientras crecía. De esos años trata su última novela, 'Mi infancia hasta ahora', «que abarca casi 70 años, mi historia. En ella hablo sobre la pérdida de la esperanza, mi amor por el arte -mi sueño de niño era estudiar música pero no lo pude conseguir porque mis padres eran pobres-». Ante la frustración que sintió, quiso estudiar ciencias marinas «para coger un barco y alejarme de todo», confiesa.
En aquellos años, el campo de refugiados para palestinos abierto por UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) albergaba «a unas 40.000 personas». El escritor recuerda que su infancia era «como la de cualquier niño que no tiene nada. No tenía suficientes mantas para entrar en calor, ni comida para no pasar hambre, ni tenía a mi padre porque la mayor parte del tiempo estaba ausente, tenía que trabajar fuera. Había mucha gente en el campo y todo tipo de enfermedades contagiosas». Allí pasó toda su infancia y juventud. «Recuerdo mi primer año en el colegio, en una jaima, todos los niños sentados en el suelo. Solo teníamos un libro, que era de la profesora y lo íbamos pasando de unos a otros». De aquella carencia nació su necesidad de «tener un libro para mí. Algo sencillo para muchos, y tan complicado para nosotros». Años después, durante la adolescencia, comenzó su interés por la escritura -«a los 14 años escribí mis primeras poesías»-, a la que llegó sin la ambición de convertirse en un gran autor -«todos los que leía estaban muertos», bromea-. Entre los 17 y 18 años alumbró sus primeras novelas. «Me di cuenta de que la mejor manera de expresarme era escribir».
-Antes hablaba de la falta de novelas sobre la historia de Palestina, ¿escribir sobre ella, como lo ha hecho en varias de sus obras, es una forma de contrarrestar otros relatos?
-Cuando comencé a escribir 'El tiempo de los caballos blancos' me di cuenta de que la historia de Palestina es mucho más grande, que no puedes meterla en una sola novela. Si en 1984, cuando comencé a escribirla, me hubieran preguntado si quería tener mi propio proyecto sobre la Ilíada palestina hubiera contestado que no. Primero tenía que empezar, y después ver a dónde quería llegar. He escrito novelas que abarcan 250 años de la historia de Palestina, desde el siglo XVIII hasta hoy. Tengo una trilogía, de la cual me siento muy orgulloso, que se llama 'La trilogía de las campanas' que habla sobre la lucha de los cristianos palestinos, que fueron muy generosos con Palestina.
-Las últimas líneas de 'El tiempo de los caballos blancos' se refieren a la Nakba de 1948 y al leerlas recuerdan mucho a lo que está sucediendo estos días en Gaza. ¿Qué sintió usted el 7 de octubre?
-Fue un día excepcional. Escribí un artículo sobre él. Marcó un punto de inflexión, nunca volveremos a ser como antes ni nosotros ni los israelíes. Ese día cambió todo el contexto, todo el escenario. Se ha demostrado que lo ha cambiado todo ese día. Los israelíes ahora son más crueles, como nunca los habíamos visto; son más sangrientos. Esta brutalidad, esta destrucción que están llevando a cabo no tiene precedentes. No lo habíamos visto con nuestros propios ojos en ningún otro lugar del mundo. Desde el lado palestino, con todos estos bombardeos tenían que haber borrado toda Gaza, toda Palestina. Pero dese cuenta de que este pueblo palestino solo tiene esta tierra, esta patria y no quieren ir a cualquier otro sitio del mundo. Ellos saben muy bien que no tienen otro lugar en este mundo. Es una cuestión existencial. A nosotros no nos extraña que cuando se abrió el paso de Rafah con la tregua, muchos palestinos, que estaban retenidos en el lado egipcio, regresaran a Gaza.»
«El pueblo palestino solo tiene esta tierra, esta patria, y no quieren ir a cualquier otro sitio del mundo»
Ibrahim Nasrallah
Escritor palestino
Pero hay que reconocer que el 7 de octubre no salió de la nada. Tenemos que reconocer los 75 años de ocupación anteriores. La franja de Gaza lleva 17 años sometida a un asedio brutal. Hace 20 años escribí una novela sobre Gaza y contaba ya lo que estamos viviendo hoy. Eso quiere decir que todo, el asedio, las matanzas, la limpieza étnica que está ocurriendo actualmente a manos del ejército de ocupación de Israel se produjo también hace 20 años.

-El ataque de Hamás ha sido calificado como un acto terrorista, ¿usted lo considera así?
-Yo le hago una pregunta: si sus padres le meten en una habitación y le encarcelan, y no le dejan ni comida, ni bebida, ni combustible... ¿sigue teniendo con ellos la misma relación de paternidad? Una semana, dos... va a aguantar; imagine si lo hacen durante 17 años. Porque se olvidan de que en Gaza viven 2,3 millones de personas que llevan ese tiempo en la cárcel más grande del mundo. Antes del 7 de octubre muchos palestinos perdieron a seres queridos por falta de medicamentos en Gaza, y tampoco los pueden sacar fuera para ser tratados. He leído historias de decenas de palestinos que tenían cáncer y murieron porque no les permitieron ir a otros países para ser tratados. Y muchos niños que estaban a punto de morir, a sus padres los soldados les dijeron que les dejaban tratarlos fuera a cambio de colaborar con la inteligencia militar de ellos. Esto fue un chantaje emocional. Es vergonzoso que en el siglo XXI 2,3 millones de personas tengan acceso a la electricidad 2 o 3 horas al día. O que tres niñas vayan a pasar un día a la playa y un barco militar israelí las bombardee. Es vergonzoso que los niños palestinos no tengan futuro. Hace unos días vi cómo un periodista le preguntaba a un niño de Gaza qué quería ser de mayor y este le decía que nada porque los israelíes los matan antes de hacerse mayores. La respuesta de este niño es ya una gran tragedia.
«Es vergonzoso que en el siglo XXI 2,3 millones de personas tengan acceso a la electricidad 2 o 3 horas al día. O que tres niñas vayan a pasar un día a la playa y un barco militar israelí las bombardee»
Ibrahim Nasrallah
Escritor palestino
-¿Estamos más lejos de que encontrar una solución entre Israel y Palestina?
-Lamentablemente, sí. Mientras en Israel siga en el poder este Gobierno de ultraderecha fascista, racista... que dice que los israelíes tienen más derecho a circular por las calles palestinas que los propios palestinos; mientras haya una ley que dice que cualquier conductor israelí puede disparar a otro conductor palestino que le adelante porque podría ser sospechoso de ser un miliciano armado...; mientras haya colonos que se dirijan a casas palestinas y las prendan fuego, matando a los ocupantes, y que el responsable de esto no fuera castigado por la Justicia, sino reclutado por el Ejército israelí... ¿Cómo vamos a tener paz así?
-Vuelve a estar sobre la mesa la solución de la creación de los dos Estados, apoyada por numerosos Gobiernos -entre ellos el español-, como se pudo ver este lunes en el VIII Foro del Mediterráneo al que no asistió Israel. ¿Lo ve posible?
- Tras los acuerdos de paz de 1993 (los Acuerdos de Oslo) era posible la creación de un Estado palestino, pero desde entonces Israel anexionó, robó, muchos más territorios que entre 1967 y 1993. Esto es, con los acuerdos de paz Israel robó más territorio. Antes de venir a España estuve hablando con un amigo jordano que es presidente de la Asociación Árabe para la Protección de la Naturaleza y le pregunté el número de árboles (olivos) que habían destruido el Ejército israelí y los colonos desde 2000 y me dijo que habían destruido 2,8 millones de árboles: un árbol cada minuto. Lo que está pasando en Palestina no es solo una cuestión humana, es medioambiental también.
-¿Qué opina de la reacción de la comunidad internacional que inicialmente, tras el ataque de Hamás, apoyó el derecho de Israel a defenderse y, posteriormente, tras la muerte de miles de palestinos -la mitad de ellos niños- se ha pronunciado intentando reflotar la solución de la creación de dos Estados?
-Hace 30 años toda la comunidad internacional estaba a favor de la solución de la creación de dos Estados y fracasaron estrepitosamente. Israel es muy terca y no quiere esa solución. Imagínese ahora, que una parte más pequeña de la comunidad internacional quiere esa solución... En aquel momento, quien estaba en el poder en Israel era el partido Laborista, un partido de izquierdas que estaba más dispuesto. Todo el mundo quería esa solución y no se pudo alcanzar. Imagínese ahora con la derecha y con menos comunidad internacional apoyándola. Además, hay que recordar que el padrino en Israel de la solución de los dos Estados fue Isaac Rabin, y lo mataron los israelíes (lo asesinó el ultranacionalista judío Yigal Amir en noviembre de 1995). Y ahora en Israel está en el poder el Gobierno más radical y racista que hemos visto. Un Gobierno bárbaro y brutal que tiene luz verde para llevar a cabo todas las matanzas que quiera. Tiene portaaviones en el Mediterráneo que están dispuestos a apoyar al quinto ejército más potente del mundo en cualquier momento.
«Hace 30 años toda la comunidad internacional estaba a favor de la solución de la creación de dos Estados y fracasaron estrepitosamente»
Ibrahim Nasrallah
Escritor palestino
-Además de la guerra con armas, está la guerra por el relato, cada parte quiere imponer el suyo, ¿quién la está ganando?
-La propaganda israelí tiene muchos apoyos, es la única que se escucha, sobre todo en esta parte del mundo; prácticamente no hay un relato palestino, este solo se puede ver en algunos periódicos o canales de televisión que tienen un poco de conciencia. Pero afortunadamente los israelíes se están dando cuenta de que son muchas las mentiras que han contado sobre esta guerra. Al principio de la guerra dijeron que Hamás había decapitado a 40 bebés, que no hemos visto... Cogieron la foto de un perro quemado que con AI hicieron que pareciera un niño... También dijeron que bajo el hospital Al Shifa estaba el cuartel general de Hamás, y no han demostrado nada al mundo...
Nasrallah visitó Palestina la primera vez con 33 años y se dirigió a la pequeña aldea de donde eran su familia: «Estaba cerca de Jerusalén. Cuando llegué no pude entrar porque era una zona restringida. Donde estaba el pueblo habían construido una fábrica de armas». Desde hace 7 años, al escritor no le han dado permiso para volver a entrar, «no he podido ver la puesta en escena de mi obra 'El tiempo de los caballos blancos'», afirma. La razón: «Lo desconozco. Es Israel quien da los permisos para que pueda entrar cualquier cosa o cualquier persona».
El autor palestino adelanta que en estos momentos está trabajando en un texto sobre Adán y Eva, «los primeros refugiados, los primeros expulsados del cielo», bromea. También escribirá sobre lo que está sucediendo desde hace semanas en Palestina: «Por supuesto, pero es una historia tan grande, que es difícil de abarcar», concluye.
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